Sustrajeron diez mil pesos de una vivienda del barrio Sánchez Elía

Redacción de La Nueva.

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“Nosotros nos fuimos a las ocho y cuarto (de la noche) y cuando mi hijo, a las nueve y media, volvió del colegio nos llamó para decirnos que nos habían entrado y revuelto todo buscando dinero. Tenemos todo tirado. Sacaron plata nuestra y la que había juntado del grupo de scout San Jorge. Se la llevaron toda”.

Esther González, con voz melancólica, brindó detalles de lo sucedido anteanoche en su vivienda de D'Orbigny 1551, ubicada en el barrio Sánchez Elía, que comparte con su marido, Roberto Canale, y Ezequiel, hijo del matrimonio.

Al momento del robo, la pareja, junto a otras personas, estaba reunida en la actual sede de grupo scout -que comenzó a desarrollar su actividad en 1966, precisamente el 23 de abril, Día de San Jorge- ubicada en Bermúdez y Rawson.

“Entraron por ese portón (doble de rejas), que deben haber empujado porque estaba forzado; y después, calculamos, subieron por los techos a través de una escalera que tenía en el patio (anterior a la edificación) y que les permitió llegar al de atrás. Ahí abrieron la puerta de una habitación”, detalló la mujer.

Su tono monocorde estuvo gobernado por un evidente sentimiento de impotencia ante lo ocurrido.

“Después salieron por el frente, abriendo la ventana del comedor. Y en la puerta (de acceso a la vivienda, ubicada en la parte posterior de un amplio jardín) pusieron uno de los sillones, sosteniéndola, por si venía alguien. Me hijo me dijo que no podía abrir la puerta y cuando empujó se cayó el sillón”, aseguró.

Los delincuentes provocaron un absoluto desorden, aunque no causaron destrozos de consideración.

“Daño no hicieron, más allá de dejar cosas tiradas. De todos modos, me hundieron una mesita de luz a la que se han subido para sacar y tirar las cosas del placard, buscando dinero”, subrayó.

No sólo dinero conformó el botín con el que se alzaron los autores del ilícito.

“También se llevaron la tablet, la netbook y la playStation de mi hijo. Todas cosas chiquitas que colocaron en dos mochilas, una de mi hijo para el colegio y la otra mía, que utilizaba para el grupo scout. Ahí metieron todas las cosas. Además se llevaron relojes de mi marido, que eran premios de la empresa en la que trabaja. Creo que se llevaron tres, porque también falta el mío, que era de pulsera y no el más importante”

En este sentido, Esther sostuvo que la situación no fue advertida por vecinos del sector.

“Una mujer (de una vivienda lindera) me dijo que a esa hora estaba en la casa, pero no escuchó nada. La otra vecina no estaba. Y nadie vio nada”.

La mujer consideró que en el hecho intervinó más de un delincuente.

“A mi me da la sensación que fueron más de uno, por el desorden que produjeron”, especuló.

Esther mencionó que el dinero sustraído alcanzó las cinco cifras.

“Más o menos, entre todo, se llevaron diez mil pesos, porque también tenía una plata para la fiesta de egresados de mi hijo y por la que justo el día anterior (por la antevíspera) habíamos tenido una reunión y estábamos juntando para el fotógrafo. Eso también se lo llevaron... dejaron moneditas”.

Por último, la damnificada describió que el efectivo sustraído estaba distribuído en diferentes sectores.

“La plata la habíamos dejado en distintos lugares. La nuestra estaba en una mesa de luz de la habitación y la que me habían entregado los padres (para el fotógracio) la tenía a mano, pero la del los scout la habíamos guardado”.