Bahía Blanca | Martes, 30 de abril

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Eleonora Wexler y el desafío de estar sola en el escenario

Eleonora Wexler trae hoy su primer unipersonal “La maldecida de Fedra”.

María Inés Di Cicco / mdicicco@lanueva.com

Hace tiempo que Eleonora Wexler no viene por Bahía Blanca.

Su último paso por los escenarios de nuestra ciudad sucedió hace 19 años con Convivencia, junto a Daniel Fanego y Gustavo Garzón.

"Con Chúmbale me parece que no fuimos para allá y con El gran deschave tampoco... Así que estoy muy contenta de volver. Siento una expectativa enorme, llevando un material como es La maldecida de Fedra", cuenta sobre la obra que presentará esta noche, desde las 21, en el Teatro Municipal.

Este texto escrito por Patricia Suárez, dirigido para la escena por Marcelo Moncarz, implica para la intérprete de 41 años la primera experiencia en un unipersonal y dentro de una carrera de 33 años.

El material es un recorte, una adaptación, inspirada en la tragedia de Fedra del dramaturgo francés Jean Racine. La autora tomó de ella un personaje y le creó un destino distinto e impensado al de la pieza original, abordando a Peregrina, sirvienta de Fedra, a quien se verá desterrada de su hogar y atravesando sus últimos instantes de vida sufriendo por una pérdida.

La actriz que recientemente participó en la tira del Trece Noche y día junto a vos, contrasta la experiencia de integrar un elenco numeroso y la de estrenarse en un unipersonal y admite que esa variación obedece a una elección bien consciente.

"Estoy acostumbrada a los cambios drásticos, porque me gustan. Los vivo como desafíos. Me encanta hacer teatro y cada vez que hago televisión, me pasa que empiezo a necesitar de nuevo las tablas. Disfruto de todo de manera diferente", confiesa.

"Pasa que, además de esa necesidad tan personal, La maldecida de Fedra fue una propuesta muy tentadora, porque se trata de un monólogo. Y más allá de que nunca me sentí sola, porque tanto el director como el asistente y los técnicos formamos un equipo y siempre cuidaron, cuando me llegó el material de Patricia Suárez me conmovió y supe que era algo que podía y valía el intento de hacer", asegura.

En busca de nuevas oportunidades

Nunca, en tanto tiempo de hacer televisión, cine y teatro, Eleonora Wexler había asumido la responsabilidad de un unipersonal, hasta que apareció La maldecida de Fedra.

"Claro que después sentí un poco de miedo a lo que pudiera pasar con la obra. Pero confié mucho en Marcelo (Moncarz) y no me equivoqué. Porque más allá de los resultados, el proceso de construcción de la obra, de por sí, fue un viaje maravilloso, de mucha felicidad y plenitud".

Durante dos meses, la pieza se presentó en una sala pequeña en la calle Corrientes de Buenos Aires. Entonces vino la propuesta de gira.

"Fue genial. Fue todo muy poético, tanto como la obra cuando la leés y más con la poesía que le agregó Marcelo. Estoy muy contenta con lo que pasó desde el estreno, el 7 de julio y con esta gira que me propusieron Maxi Soares y Marcelo Ricci, quienes dudaron poco y me convencieron del atractivo de llevar esta tragedia a distintos escenarios.

"Implica un desafío desde todo punto de vista: es mi cuerpo, mi palabra, el cómo voy a contarlo, qué matices le voy a dar para que el público no se escape de la historia y yo pueda convertir la pieza en una experiencia transformadora para todos", señala, pero abunda en la fuerza que tiene la puesta al abordar temas tan humanos como el amor, los vínculos, la sumisión, los sentimientos.

"El texto abreva en todas esas historias que a pesar de no tener un final feliz exigen la oportunidad de ser contadas", resalta.

Lo que la experiencia da...

Admite que todavía le suena extraño decir que lleva más de tres cuartos de su vida trabajando, aun cuando esa condición de "niña prodigio" se haya vuelto moneda común y corriente.

Desde esa perspectiva evalúa y apunta a la última década, cuando le pasó de todo.

"Fui madre de Miranda, que hoy tiene 11 años, que es lo más lindo que me pasó y cambió para siempre mi vida. Y a partir de un hijo, uno va perfilando la vida en cuanto a lo que quiere, a lo que busca, y es un desencadenante de definiciones también en la carrera.

"La vida y las marcas que te deja te llevan a alegrarte y agradecer cuando tenés, como en mi caso, un trabajo que me gusta y disfruto y que me da constantes oportunidades, como esta obra, o como la película que estoy terminando de rodar en estas horas (ver aparte).

"Yo no siento que se trate de riesgos e insisto en la idea del desafío, que tiene que ver con la creación constante, con seguir siendo la nena inquieta que era a los 8 años, cuando comencé mi carrera (en Mesa de noticias, la comedia televisiva de Juan Carlos Mesa), pero con la madurez que te da lo vivido y aprendido", concluye.

"El ataúd blanco", otra escena

Sobre el filme El ataúd blanco que rueda con Julieta Cardinali bajo dirección de Daniel De la Vega, dice que se trata de otra elección jugada dentro de su carrera.

De terror, cuenta sobre una mujer que hará lo imposible para rescatar a su hijita que fue secuestrada, incluso elegir entre la muerte o vivir un día más para intentar salvarla.

El guión es de Adrián y Ramiro García Bogliano, el director de Necrofobia 3D y Hermanos de sangre.

"Es una película bien de género, con elementos de road movie y de western, rodada en paisajes desérticos, muy desolados y completamente de día", describe Eleonora Wexler.

"Es diferente, es nuevo para mí y me vuelve a alejar de un lugar de comodidad que trato de evitar por todos los medios.

"Siempre quiero algo nuevo y las propuestas que me llega lo son. Así que debe tener que ver con algo que pido y atraigo.

"Estoy muy contenta con lo que realizamos. Tanto el director como el equipo tienen clara la historia que quieren contar y el cómo hacerlo, cosa que nos hace el trabajo bastante más sencillo para los actores, a pesar de envolvernos en una trama tremenda, que toca un tema tan difícil como es la pérdida al límite de la vida y la muerte", asegura la actriz.