Bahía Blanca | Martes, 24 de junio

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El mundo es un pañuelo para el mago Radagast

El viernes estrena su nuevo show acá, desde las 22.30, en Corrientes 123. A reírse un rato.
El mundo es un pañuelo para el mago Radagast. Aplausos. La Nueva. Bahía Blanca

Al igual que con Un elefante en moto, Radagast volverá a estrenar un espectáculo en Bahía Blanca.

En aquella oportunidad se agotaron las localidades cuatro días antes y a partir de ahí comenzó a girar por América Latina, España y EE.UU. Por esa razón, ahora vuelve con todo a la ciudad de la suerte.

Into the world es el nombre de la nueva propuesta del mago bahiense en la que recrea a cuatro personajes distintos, entre ellos, un acróbata, un mentalista y un manáger.

Lo presentará el próximo viernes, desde las 22.30, en el espacio de Corrientes 123. Las entradas se pueden conseguir desde mañana en la misma sala.

Sin embargo, el presente de Radagast va mucho más allá de este show. Porque después de vivir más de 13 años en Buenos Aires hoy es un artista requerido por productores de todos lados.

También es reconocido por sus propios colegas. El año pasado le otorgaron el premio al mejor mago de la Argentina.

Además, viene girando internacionalmente desde el año 2006.

Perú, Colombia, Chile y Ecuador son los países que más transitó. Entre otros.

El juego es todo

El salto internacional se dio como todo en su vida: jugando.

"Fue todo muy natural, no sé cómo hice. Quizás porque mi nombre comenzó a correr por el ambiente de la magia y a través de productores".

--¿Cómo tomaste semejante cambio profesional?

--Me sigue pasando que cada vez que estoy en Ezeiza, a punto de partir para Venezuela, España o donde sea, no lo puedo creer.

Un referente

Estuvo en las capitales y en varias ciudades del interior de Latinoamérica. Hasta llegó a Miami (Estados Unidos).

--¿Te fueron a ver muchos latinos a Estados Unidos?

--Estuve en una oportunidad y volveré en octubre. Sí es muy loco, la comunidad latina se recopó. Hasta di una charla para profesionales.

--Sos un referente.

--No sé. Me quieren mucho los colegas.

Adaptación artística

-- No es lo mismo hacer un show en Colombia que en Chile. ¿Tenés que modificar muchos textos?

--Hay que modificar algunas cosas. Yo no cambio tanto porque hace varios años que armo mis shows intentando universalizar el lenguaje. Incluso, puedo hacer el mismo show sin utilizar ningún idioma, solo con expresiones y herramientas del clown y el mimo.

"Pero lo que quiere encontrar el público latinoamericano es a un argentino sobre el escenario".

--¿Hay palabras o chistes que son interpretados de diferentes maneras?

--Sí, totalmente. En Chile es muy fuerte decir "voy a tomar una botella del pico (es una mala palabra) o "son las ocho y pico". En Venezuela suena muy agresivo decir "tomalo como se te cante". Eso se va aprendiendo.

--¿Y qué palabras son las que quieren escuchar de un argentino?

--Son todas malas palabras (risas). El "qué hacés bol..." o el "hdp..." o el "che".

Se cansó de los elefantes

Antes de crear Into the World, Radagast hacía tres espectáculos: Basta de elefantes, Radagast contra los delfines y Un elefante en moto (unplugged).

Esos eran shows amalgamados, con algunas variaciones entre sí. En cambio, el que hará por primera vez en nuestra ciudad (estreno total) será diferente.

Cuenta con tres personajes, además de Radagast. Estará Esnerto Sarrasqueta (un mentalista, especie de "Manochanta"), Richard (el representante de Radagast) y un acróbata que salta, hace una proeza y termina resolviendo un efecto de magia.

"Estoy trabajando mucho más desde lo actoral. Hice un cortometraje que hace poco tuvo un par de premios y ahora me convocaron para un largometraje, así que estoy súper copado".

--¿Qué estás mejorando?

--Mucho la actuación y el humor hablado, sin apoyarme en ningún objeto. Tiene otro desafío y otra estructura, no es que van a ver a Radagast hacer un truco atrás del otro.

"En este tipo de espectáculos donde no hay cuarta pared, donde hay mucho contacto con el público, los shows se terminan de armar en el vivo, con la gente".

--Las risas, las miradas de alegría, lo que te dice la gente desde la platea, ¿realmente te alimenta la inspiración o ya te acostumbraste?

--Es un inflador emocional. En el momento del aplauso y de la risa, por adentro me pasa un sentido de agradecimiento y de satisfacción que se vuelve inexplicable.

"Tengo la suerte, el don o no sé qué, de poder hacer reír, de lograr que la gente se olvide de todo y se ponga a jugar un rato".

Cancha y alegría

--¿Cómo hacés para estar a full sobre el escenario cuando tenés un mal día?

--Me han pasado situaciones complicadas, porque uno tiene su vida real.

"Imaginate los miedos o las cosas que te pasan... Pero, bueno, hay que salir igual, es mi trabajo".

--El trabajo de hacer reír.

--Cuando subo al escenario, los problemas quedan en el camarín. Vuelvo y siguen estando. Pero el oficio te da cancha. Y alegría.