Emma Shapplin, una gran voz en diferentes etapas

Redacción de La Nueva.

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La primera publicación de la cantante Emma Shapplin, de 40 años, data de 1997 cuando lanzó Carmine Meo; dos años más tarde publicó Discovering yourself; en 2002 sacó a la luz Etterna; y un año después, El concierto en Caesarea.

En cada uno de ellos transitó por diferentes idiomas como el inglés, el español, el italiano y el francés.

Repasando su evolución musical, Dust of Dandy irrumpe en la sonoridad de Emma para acentuar un punto de inflexión en su carrera porque, según subrayó, "la música adquirió otro nivel de complejidad que ayudó a enfatizar mi estilo de ópera y canto, y creó, también, una suerte de arrogancia nueva que necesitaba".

El conjunto de canciones que profundiza la estética más oscura de su álbum anterior, Macadam Flower, lanzado en 2009, resalta las influencias del rock y los tonos más lúgubres en las voces del pop.

Como escritora de cada letra, Shapplin destacó que "cada canción es como un cajón y cada uno de ellos tiene un significado distinto, diferentes mensajes e incluso emociones personales”.

Puesta a escoger algún tema del flamante repertorio, indicó que The lovers (corte difusión del disco) “además de ser una historia de amor, trata sobre las vanidades”.

Aquella primera vez

Con apenas un antecedente argentino en 2012 cuando se presentó en el estadio porteño Luna Park, entonces interpretó entre una lista de temas representativos de todas sus etapas, algunas de ellas en español, y al respecto sostuvo que ese idioma “no me resulta fácil para cantar porque tiene sus particularidades con algunas letras que son importantes para la musicalidad del lenguaje”.

“En mi primer disco canté algunas canciones en español pero me resultaron menos teatrales y operísticas justamente por el acento", recordó.

Aunque tiene el foco colocado en Dust of Dandy, en esta segunda visita a escenarios locales, además de interpretar las canciones que contempla en su último disco, cantará piezas de sus trabajos anteriores, además de algunas sorpresas.

En cuanto a la mixtura que propondrá en directo, expresó que "siento la necesidad de mantener viva mis canciones más antiguas y darle una nueva vivencia al trabajo. La experiencia que se genera en esa combinación condimenta al show con una fuerza que se genera a raíz del contraste de los discos, que son muy disimiles. Me nutro de esa confrontación".

Amores y desamores

A la hora de componer, Shapplin no tiene una técnica y tampoco cuida de forma especial su voz.

“Solo trato de no hablar mucho, guardo la energía, por eso no me gustan tanto las entrevistas antes de los shows. Soy muy chiquita de cuerpo y necesito todo mi potencial para cantar sobre el escenario”, explica.

Se excusó de hacer un análisis del contenido de sus letras, reiterando que cada canción está formada por varios “cajones” y que no creía que pudiera explicarlo en palabras.

"¿Si mis canciones de amor y desamor están dirigidas a alguien especial? ¡No! Sólo a alguien abstracto. Mis únicos amores son mis gatos y mis perros, y mi público, claro, mientras sigue afirmando que está sola.

Durante diciembre, Emma cantará el miércoles 10 en el Teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125, Capital), el domingo 14 estará en el Teatro Mercedes Sosa de Tucumán y un día más tarde se despedirá en el Centro de Convenciones de Salta.