Bahía Blanca | Miércoles, 24 de septiembre

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“La Trochita”, un tren cargado de historias que cruza increíbles paisajes

Con locomotoras a vapor del siglo pasado y una maquinaria de piezas de bronce perfectamente conservadas, el Viejo Expreso Patagónico ofrece un interesante viaje en el tiempo en plena estepa patagónica.
El paseo a través de los valles y montañas se puede disfrutar todo el año, con nieve, lluvia o sol, al resguardo de los pequeños vagones

Por Pamela Subizar / [email protected]

Por los valles y montañas de la patagonia todavía cruza dejando una estela intensa de humo blanco a su paso el Viejo Expreso Patagónico, un tren de más de 60 años, muestra de la tradición ferroviaria en formato chico.

"La Trochita" es su apodo, en honor al ancho de la vía o trocha, de apenas 750 mm, y a sus pequeños vagones de madera. Fue inaugurado en la década del 40' y tuvo su época dorada hasta los 70', siendo clave para el transporte y comunicación de la región. Luego, el uso declinó y en 1992 el Gobierno nacional llegó a pedir el cierre del servicio, pero el interés local y mundial por el viejo tren permitió su recuperación.

"La Trochita" es ahora uno de los trenes más australes del mundo, y uno de los pocos a vapor conservados.

Las locomotoras “Henschel” y “Baldwin” de 1920 tiran una formación con cinco coches de pasajeros, tres originales y dos que solían ser de carga modificados.

En la Estación de Esquel, hay un museo gratuito que cuenta esa historia y expone piezas de bronce, herramientas, marcadores de boletos y hasta el libro oficial de quejas de los 90'.

El silbido del tren convoca desde hace años sólo a turistas, que se adentran en un viaje en el tiempo mientras disfrutan de un increíble paisaje de estepa patagónica.

El itinerario más usual parte desde la ciudad de Esquel y recorre unos 20 kilómetros hasta Nahuel Pan, asiento de una comunidad tehuelche–mapuche.

Una hilera de unas pocas casas bajas a dos aguas conforman el lugar, donde se ofrecen a cada paso tortas fritas y café con leche. Se pueden visitar allí muestras de artesanías y el Museo de Culturas Originarias .

Otro tramo que se utiliza con cierta frecuencia es el que va hacia El Maitén, donde están los talleres centrales. El recorrido original de la vía llegaba mucho más allá: tiene 402 kilómetros hasta Jacobocci.

"Vida propia"

“La Torchita” hace con parsimonia un recorrido hasta Nahuel Pan en el cual cruza el arroyo Esquel, acompaña luego el cordón montañoso con el mismo nombre y ofrece vistas panorámicas del valle.

El funcionamiento y mantenimiento del tren sigue siendo muy costoso por el precio del combustible que usan las máquinas para calentar el agua, el fueloil, y los gastos para la reparación de las piezas de bronce.

Una comunidad de trabajadores – guías, mecánicos, maquinistas – lo cuidan y fomentan su funcionamiento día a día con cariño y dedicación.

Daniela Crespi, una de las guías, contó que el Viejo Expreso despierta el cariño y admiración de quienes lo conocen, por las historias que cargan sus vagones, la conservación de sus piezas y la magia propia que tienen los trenes. Y hay algo más: “La Trochita genera algo especial, parece que tiene vida propia”, aseguró.

Esquel, naturaleza, tradición y aventura

Color y pureza. A 50 kilómetros de Esquel está el Parque de los Alerces. Junto al Arsenal Milenario son considerados paraísos naturales.

Diversidad. En los valles de Trevelin y la zona conviven poblaciones originarias e inmigrantes, culturas para conocer.

Actividades. Los visitantes también pueden hacer excursiones en el cerro La Hoya, en el ANP Piedra Parada o el Glaciar Torrecillas.

Datos. Sobre el viaje Esquel-Nahuel Pan en tren en www.latrochita.org.ar o al (02945) 451403.