Palabra de Faroni
El productor teatral Javier Faroni, quien esta temporada veraniega acerca ocho títulos a la cartelera marplatense, asegura que “sin dudas Mar del Plata es y seguirá siendo la capital del teatro de verano”.
Para analizar el singular carácter de una ciudad turística devenida en polo teatral, Faroni resalta la importancia de Mar del Plata ”no sólo por la cantidad de espectadores que congrega, sino también por la cantidad de espectáculos que pasan durante estos tres meses y por la paleta de obras se ofrece en ese período”.
Al verano 2013-2014 de Mar del Plata, Faroni ya le otorgó los estrenos de Sorpresas, con Moria Casán, Carmen Barbieri, María Rosa Fugazot, Cecilia Milone y elenco, con dirección de Ricky Pashkus en el Complejo América-Atlas (Luro y Corrientes) y también con las capocómicas y en el mismo ámbito, la revista Brillantísima.
El fin de semana anterior a Navidad, además, se sumó la comedia Sé infiel sin mirar con quién, dirigida por Carlos Olivieri y encabezada por Fabián Gianola, Nicolás Scarpino y Carolina Papaleo en el Provincial (Bv. Marítimo 2544) y desde el viernes pasado, Aníbal Pachano puso Divain en el Güemes (Güemes 2955).
El primer día del año, llegó a esa misma sala La casa de Bernarda Alba, una creación de José María Muscari asumida por Norma Pons, Andrea Bonelli, Valentina Bassi, Adriana Aizemberg, Florencia Raggi, Martina Gusmán, Mimí Ardú, Lucrecia Blanco y Florencia Torrente; y el segundo, se estrenó el musical Vale todo, que también viajará desde Buenos Aires al Auditorium (Marítimo 2280) dirigida por Alejandro Tantanián, con Enrique Pinti, Florencia Peña y Diego Ramos, mientras que el viernes 3 tuvo lugar el lanzamiento de Cuando florece el corazón en la sala Payró del Auditorium, con Virginia Lago y Héctor Gióvine, a las órdenes de Manuel González Gil.
Por último se añadió a esta grilla Fontanarrosa, el tributo, una selección de textos del recordado escritor rosarino a cargo de la dupla Gabriel Goity-Daniel Aráoz, en el Güemes.
Precios y atractivos
Criado en Mar del Plata, Faroni se muestra expectante acerca del desarrollo del verano en ciernes, pero sostiene con satisfacción que “en estos días en la ciudad vi ejemplos concretos de precios que estaban acordes y no tan elevados”.
“Creo que es responsabilidad de todos los sectores empresarios que aportamos al turismo atraer a la gente con buenas propuestas de precios, porque -subrayó- es fundamental no espantar al turismo con cifras elevadas”.
Al analizar la coyuntura en la que desarrolla parte de su actividad, el empresario apuntó que “es cierto que tuvimos un par de veranos no muy buenos que coincidieron con dos temporadas muy particulares turísticamente”.
Una cuestión de delicadas proporciones
Faroni se muestra convencido de que “Villa Carlos Paz ha tenido unos muy buenos veranos y ha crecido mucho, pero en materia específicamente teatral" y de que "ese crecimiento estuvo sostenido en dos o tres títulos solamente", para resaltar que eso no es un acierto sino un problema”.
“Lo ideal sería un crecimiento más parejo que haga que todos los espectáculos que se presentan crezcan y no que la torta de espectadores esté sostenida en un 75% por dos o tres títulos”, analiza.
Retomando la comparación y haciendo foco en Mar del Plata, resalta que “hay obras de texto muy importantes, comedias con actores maravillosos, comedias musicales de primer nivel como hacía años no se veía, revista, espectáculos de humor y los mejores actores del país”.
En el mismo sentido, precisó que “ya no existen las obras que, como se decía mucho tiempo atrás, las hacían un grupo de actores que se encontraban unos días antes de viajar a la temporada y salían al escenario”.
“El nivel de producción, artístico y de cartelera de Mar del Plata es el reflejo del mismo tipo de propuesta variada y de calidad que se sucede en Buenos Aires durante todo el año y con los mismos valores de allá o, inclusive, con tickets que repiten los precios del verano pasado”, redondea.
Por nuevos escenarios
Faroni saluda la creciente tendencia de plazas teatrales alternativas como las de la Costa Atlática, el sur, las sierras cordobesas y ahora Entre Ríos “porque aportan tanto al turismo de cada lugar como a las obras que no pueden ingresar a Mar del Plata, Carlos Paz o Buenos Aires”.