La casa de barro tiene una historia para contar
En 2010, Ana Vidal y Maximiliano Molina empezaron a construir su vivienda en Sierra de la Ventana. Como lo hicieron con adobe, al año siguiente la obra fue clausurada, y ambos fueron multados por no respetar el código de construcción del municipio de Tornquist.
Ellos siguieron y, a medida que las paredes tomaban más altura, más multas llegaban. El caso llamó la atención de los medios, se hizo conocido en el país y hasta logró abrir el debate sobre las construcciones naturales. Sin embargo, aún no fue habilitada como vivienda, por lo que no cuenta con ningún servicio básico.
La Cholita de Barro --como la bautizaron Ana y Maximiliano-- sigue luchando para que la dejen ser.
Este, seguramente, fue uno de los tantos motivos por los cuales la historia de esta particular vivienda está siendo expuesta, por estos días, en el Museo de Bellas Artes y el Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca.
La muestra tiene lugar en el marco del Proyecto Cosecha, y se desarrolla junto con las actividades de otros artistas y espacios independientes.
Desde el pasado martes 20 y por dos meses, a través de un Archivo Abierto, (con cuyo diseño colaboró al artista Guillermina Prado) formado por documentos e imágenes, los visitantes pueden apreciar cómo ha sido su proceso constructivo en un sentido amplio.
El aspecto concreto de la exposición abarca el detalle de los materiales que se utilizaron, el motivo de la elección y los fundamentos de la construcción colectiva.
"En términos artísticos, la casa tiene una intención estética que alude al hacer colectivo --comentó Ana Vidal, siempre convencida de las bondades de su vivienda--. Muestra cómo, de repente, alguien que no es un especialista en arte puede plasmar su diseño en una pared".
También destacó que, tanto ella como su compañero, interpretaron la convocatoria del museo como una instancia más de reconocimiento del proyecto, y como una posibilidad de intercambiar y discutir ideas sobre la experiencia vivida en estos tres años.
"Así como en algún momento hemos recibido a comunidades educativas que querían conocer nuestra casa, el hecho de que el MAC nos convoque nos da la pauta de que el nuestro es un trabajo que empieza a ser reconocido", destacó la mujer.
"También intentamos mostrar lo inherente a la lucha política que hemos tenido que llevar adelante para habilitar nuestra casa, y a las estrategias que usamos para reclamar al Estado por nuestros derechos y para difundir lo que estaba pasando", añadió.
Para sus dueños, La Cholita de Barro es mucho más que una casa: es un espacio que se abre para reflexionar sobre la búsqueda colectiva de formas alternativas de pensar en una vida sustentable, en términos ambientales, económicos y culturales.
"El proyecto de la casa es el más visible, pero también tenemos una huerta comunitaria y ofrecemos nuestra tierra para consumo de un pequeño número de familias", detalló.
Maximiliano destacó, sobre todo, la cuestión de la solidaridad de la gente que se sumó para ayudar a construir.
"Venía alguien con un mate, te daba una mano y, de paso, aprendía. Fue todo muy genuino, un intercambio que no tiene que ver con el dinero", acotó.
Para saber más
Existen, en el distrito de Tornquist, diversas construcciones hechas con tierra cruda, tanto históricas como nuevas. Una de ellas es el centro demostrativo instalado en el Parque Provincial Ernesto Tornquist --en 2010-- y otra, los ranchos de adobe del Fortín Pavón, en Saldungaray, recientemente reconstruidos y habilitados para uso turístico. En territorio bonaerense hay construcciones realizadas en tierra cruda en las localidades de Tandil, Bahía Blanca, Olavarría, Mar del Plata y Tres Arroyos, entre otras.
Debate pendiente sobre el código de construcción
* En su terreno de Sierra de la Ventana, en diciembre de 2010, Maximiliano y Ana proyectaron la casa en la que querían vivir. Con el aval de palabra --según aseguraron-- de funcionarios municipales, iniciaran la construcción en barro de La Cholita, en el barrio San Bernardo.
* Sin embargo, un año después sufrieron una clausura y varias multas, bajo el argumento de que el código de construcción no contemplaba ese tipo de materiales.
* Luego de recurrir a la banca 13 del CD para expresar sus reclamos, el cuerpo legislativo sancionó una ordenanza de excepción para proveer a la vivienda de los servicios básicos. El intendente Gustavo Trankels vetó esa norma.
* Por este motivo, en la actualidad la casa no cuenta con los servicios de agua potable, energía eléctrica o gas.
* "Contamos con agua de obra, de consumo restringido, que es más cara porque se utiliza justamente en ese período constructivo", aclaró Ana Vidal.
* El matrimonio utiliza paneles solares para contar con energía eléctrica y servicio de wi-fi.
* Pese a los anuncios que se efectuaron oportunamente, en Tornquist aún no existe una ordenanza que regule las construcciones naturales.
Acerca del proyecto
Cosecha
* Según el proyecto Cosecha, la Cholita ofrece un lugar de encuentro y experimentación para la reflexión y el trabajo, en vistas a idear y producir modos de vida sustentables desde lo social, lo cultural, lo ambiental y lo económico.
* Desde su inicio, la obra congregó a más de 200 personas que ofrecieron su trabajo en forma voluntaria.
* La casa fue hecha de adobe, bajo los principios de la construcción natural (eficiencia energética, reducción de los contaminantes, aprovechamiento de recursos disponibles en el lugar, etc.) y es la primera en su tipo en el ámbito de Sierras de la Ventana.
* Fue realizada con formas orgánicas y cuenta con diseños en alto y bajorrelieve, así como ojos de luz coloreada elaborados por los voluntarios.
* El proyecto incluye, además, una sección de huerta comunitaria, un estanque para el reciclado de agua y sistemas de captación de energía alternativa.
* Hasta el 20 de octubre, La Cholita estará presente en los Museos de Bellas Artes y Arte Contemporáneo de Bahía Blanca, invitada en el marco del Proyecto Cosecha.
* Más información: en los sitios mbamacbahiablanca.blogspot.com.ar y www.facebook.com/lacholita.debarro