El Rojo entrenó custodiado
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Con custodia policial reforzada y encerrado en la fortaleza de estadio Libertadores de América entrenó ayer el plantel de Independiente, muy cerca de caer por primera vez desde la máxima categoría.
Por esas horas, en los alrededores del predio de Villa Domínico donde usualmente hace las prácticas aparecieron pintadas amenazantes.
La derrota ante Rafaela destruyó rápido las ilusiones que había alimentado la llegada de un nuevo técnico, Miguel Brindisi, a posteriori cuestionado en algunos foros partidarios por poner futbolistas con experiencia pero que hacía tiempo que no jugaban.
Brindisi quiere recuperar a los futbolistas anímicamente y quiere apartarlos del ruido de las críticas, que suenan como cadenas fantasmales, porque considera que sacan de foco al plantel para afrontar el partido ante Argentinos el sábado próximo. Es que en otras gestiones de entrenadores hubo visitas agresivas al predio Santo Domingo, de Villa Domínico, escenario usual de las prácticas.
Allí, en las afueras de predio de Domínico hubo pintadas contra el plantel: "Hay bala para todos", decía uno, "ganar o muerte", la otra.
Para ayer se dispuso entrenar en el estadio donde fue reforzada la seguridad y que hoy y mañana el trabajos se traslade al predio de AFA, donde harán doble turno.
Tras el entrenamiento liviano los futbolistas se retiraron sin hablar con la prensa.
Entre ellos Cristian Tula, quien difícilmente pueda estar el sábado por un traumatismo en el ciático, que apenas lo deja caminar.
No jugará tampoco Federico Mancuello, expulsado tempranamente por dos faltas propias de un aquelarre táctico en el que buceó Independiente en Rafaela.