Espil y su saludo al Papa

Redacción de La Nueva.

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 JUNIN (Enviado especial) -- La asunción como Papa de Jorge Bergoglio trajo a la memoria de Juan Alberto Espil uno de los momentos más sagrados de su vida.

 "Cuando jugaba en Roma, en 2001, desde el Vaticano nos invitaron, como hacían con diferentes agrupaciones, a participar de una misa y, después, accedimos a saludar al Papa Juan Pablo II", contó el director deportivo de Bahía Estudiantes.

 La experiencia quedó grabada a fuego.

 "El Papa estaba sentado en un sillón y no hablamos una palabra. Eso sí, cuando me acerqué le besé el anillo y después nos sacamos una foto todos juntos. En el momento me transmitió paz... Mucha paz. Sentí una vibración en todo el cuerpo, algo especial. Fue una de las grandes cosas que viví gracias al básquet", aseguró Juan.

 La visita histórica tuvo una sorpresa extra para la familia Espil.

 "Stephanie, mi hija mayor, tenía 12 años y también lo saludó, y cuando pasó Sofía, el propio Juan Pablo II le extendió los brazos y le dijo tanti auguri (muchas felicidades). Fue una experiencia inolvidable", contó.

 Hablando de Roma, a los 45 años Juan no puede dejar de arrepentirse de haberse privado de entrar al Coliseo Romano ni a la Capilla Sixtina. Aunque a esta última, al menos, lo intentó.

 "El último día en Roma le dije a Mara (su esposa): `no podemos irnos sin conocer por dentro la Capilla'. Así que fuimos, pero hubo un detalle, iba con bermudas y no me dejaron entrar. Fue uno de los papelones más grandes de mi vida, je", reconoció Juan.