El triunfo de Better Gym puso a Médanos en el mapa
"Médanos, Médanos... ¿Eso con qué se come?".
Tienen entre 5 y 27 años, y más allá de su pasión por la gimnasia coregráfica, a todas las une un mismo logro: haber puesto a Médanos en el mapa mundial, luego de varios meses de trabajo incansable y superar varios escollos de último momento.
Fue hace tan sólo unas semanas, en el principal torneo nacional de esta especialidad del que participan delegaciones de todo el país y en el cual la delegación del Better Gym de esta ciudad obtuvo dos campeonatos y un subcampeonato en las tres categorías en que se presentó.
"Una les explica dónde está Médanos, cuenta las cosas que hay en el pueblo y en el partido y que somos sede de la Fiesta Nacional del Ajo. Pero la verdad es que muchos no saben qué hay acá", reconocen las chicas.
Así y todo, aún hoy continúan las repercusiones y el revuelo que su logro causó en la ciudad, con una mezcla de alegría, sorpresa y orgullo.
Marcela Romero, propietaria y profesora del gimnasio, y la mente detrás de escena, destaca que aún hoy es difícil darse cuenta de todo lo vivido.
"Creo que caímos mucho después de todo lo que venimos haciendo. De hecho, al día siguiente todavía no entendíamos ni nos habíamos dado cuenta de qué había pasado. Me parece que sólo el hecho de estar en el podio y que te nombren ya es algo increíble", cuenta.
"Ver a las chicas arriba del escenario fue una adrenalina increíble, porque una reza para que todo salga bien y que no se equivoquen. Quiero que más allá de la competencia, puedan disfrutar el deporte que hacen", añade.
Al respecto, destaca que tamaño logro se consiguió con un grupo de adultos con chicas que tienen entre 18 y 27 años, cuando los rivales no superan los 20 años.
"Muchas de ellas hacía diez años que no pisaban un escenario, porque empezaron siendo niñas y dejaron cuando eran adolescentes. Después, algunas se casaron, otras se recibieron en la universidad y otras son mamás", señala.
Con ella coincide Virginia Piattoni, una de las integrantes del grupo de adultos, quien casada y con 27 años quiso volver a competir.
"Esto es lo que más me gusta y lo hago con ganas. Era algo pendiente y volver a hacerlo fue emocionante. Además, y si bien cuando éramos más chicas todas formábamos parte de distintos grupos, este en el que estamos ahora es bárbaro, porque nos llevamos super bien y nos hicimos amigas", destaca.
Esfuerzo hay, y para todas. Los ensayos son de una hora y media dos días a la semana; pero los meses previos a la competencia ya son en forma diaria y hasta de tres o cuatro horas sobre la fecha.
"Cuando recibimos el trofeo y nos nombraron, hubo muchas emociones encontradas. Ya en casa y con el correr de los días, la gente se nos acercaba, nos preguntaba qué había pasado y nos felicitaba", cuenta.
CD rayado.
Más allá de la preparación, no todo fue simple para el grupo de Better Gym. En plena presentación, la música de su coreografía --It's my life, de Bon Jovi-- se cortó en dos oportunidades, por lo cual debieron hacerla tres veces.
"Cuando habíamos hecho la prueba de sonido --recuerda Romero--, todo funcionaba bien, pero cuando las chicas entraron al escenario y comenzaron la coreografía, el CD quedó mudo a la mitad de la coreografía. Eso ocurrió dos veces, y ya para la tercera desde la organización nos habían dicho que si funcionaba, quedábamos afuera.
"Entonces dijimos 'que sea lo que Dios quiera'. Y la coreografía salió increíble", cuenta la profesora, quien reconoce también que el primer corte fue más que oportuno "porque no estábamos para nada bien; había muchos nervios".
De todas partes
Todo comenzó en Bahía Blanca, en octubre del año pasado, en una competencia que se llevó a cabo en el teatro Don Bosco, y en la cual el gimnasio participó con las categorías infantiles A y B, y mayores. Al ganar con las tres, Better Gym consiguió el pasaporte a las finales nacionales que se desarrollaron a principios de diciembre, en el teatro Niní Marshall, en Tigre.
"El torneo es de gimnasia aeróbica coreográfica, se llama Gym on the Stage, y participan de él delegaciones de todo el país, como Córdoba, Misiones, Chaco, provincia de Buenos Aires y Formosa, que fue la que finalmente se quedaron con la copa Master por dos puntos de diferencia con nosotras", cuenta Romero.
Este trofeo, en caso de poder ganarlo cinco años en forma consecutiva, termina quedando para la delegación que consigue tal proeza.
"En el torneo conseguimos dos campeonatos (infantiles A y adultos) y un subcampeonato (infantiles B). Siempre terminamos compitiendo con ciudades grandes, que ya tienen sus gimnasios montados, y nosotras venimos con nuestro grabador y peleándola desde abajo", añade.
Soñando con el exterior
Luego de estos logros, los tres grupos de Better Gym tienen posibilidades de participar de un campeonato internacional, aunque por el momento se piensa ir con la categoría adultos.
Además, en abril de este año se pondrá en juego la Copa Campeones, que determina quiénes van a representar a la Argentina, y de la que sólo pueden participar los primeros puestos del torneo realizado en Tigre en diciembre pasado. Ahí estará Better Gym, con la bandera de Médanos bien alta.
A partir de ahí, la idea es ir a Uruguay o a Curitiba (Brasil), donde va a reunirse lo mejor de lo mejor en esta disciplina.
"Nuestra idea es viajar, porque el sueño de todo atleta es participar de un mundial. Es decir, ya conseguimos todo esto y ahora queremos un poco más", asegura.
Eso sí: para poder viajar es necesario contar con mucho apoyo, porque el viaje y las inscripciones son en dólares.
"Trataremos de hacer algunos bonos contribución. Lamentablemente no existen apoyos para estas cosas, más allá de que hemos hablado y gestionado mucho. Inclusive en 2010 fui declarada Mujer del Año por el deporte y el gobernador Daniel Scioli me entregó un diploma. Pero, en definitiva, no conseguimos nada.
"En una oportunidad, teníamos la posibilidad de competir en un Open Internacional en Uruguay, y la inscripción y estadía nos costaban aproximadamente 499 dólares por persona. En ese momento teníamos que juntar 30 mil pesos para viajar, y nos faltaron 8 mil", recuerda Romero.
"Fue una emoción enorme haber ganado, sobre todo después de todo lo que había pasado, porque no podíamos más, estábamos muy cansadas y creíamos que estaba todo perdido. Las emociones se juntaron, porque había bronca por la música, emoción y llanto. Sabíamos que habíamos hecho, todo pero que faltaba saber qué pasaba con el jurado. No es lo mismo hacer la coreografía una o tres veces".
Daniela Traverso
"En mi caso, empecé a venir para hacer un deporte, porque en su momento solo salía a correr y quería hacer otra cosa. Me decían que viniera pero que no compitiera, porque soy muy tímida y no me veía adelante de un montón de gente en malla. Después empezamos a ensayar, me gustó, y terminé actuando junto con las demás. Ahora, creo que ir a un torneo internacional sería buenísimo".
Andrea Reali
"Lo más emocionante fue cuando terminamos hacer la coreografía, después de hacerla con tanto esfuerzo y tres veces, porque recién ahí nos dimos que la gente se paraba para aplaudirnos y hasta gritaban. Estábamos recontentas. Era algo inesperado para nosotras".
Carolina Muñoz
"La tercera vez que hicimos la coreografía estábamos esperando que se cortara, porque la música se había cortado las dos veces en el mismo lugar. Cuando nos dimos cuenta que seguía, pusimos toda la fuerza para seguir hasta el final. Cuando terminó y vimos a la gente parada, gritando y aplaudiendo, fue impresionante".
Virginia Piattoni