LAS ALUCINACIONES DE LA SAL
La Salina del Bebedero, en San Luis, esconde bajo su manto salado los espejismos y las alucinaciones de los desiertos blancos. Las aguas termales completan este circuito turístico.
Partiendo por la Autopista Serranías Puntanas, a sólo 38 kilómetros de la ciudad de San Luis se llega a La Salina del Bebedero, donde lagunas salobres forman un blanquísimo manto de sal de 5 kilómetros de ancho, 15 de largo y una profundidad de un metro de sal acumulada.
Sus orígenes se encuentran en las lagunas de aguas salobres de la Era Cenozoica que, con el tiempo y la carencia de lluvias, mutaron en una depresión tectónica, abrazada por varias fallas geológicas.
Según algunos historiadores, en esta depresión hubo agua varias veces.
Se dice que fue en la Pequeña Era de Hielo, teoría avalada por documentos de naturalistas y científicos y por mentas de los fugitivos que escapaban de los malones.
Pero aquello es sólo un recuerdo. Hoy apenas vemos un desierto de sal, consolidado por el aumento de la temperatura planetaria.
Allí funciona un importante yacimiento de cloruro de sodio, es decir, de sal de mesa, cuya explotación minera comenzó en 1917, cuando la Laguna del Bebedero ya mostraba inexorables signos de sequía.
Fue entonces que se instaló la Compañía Introductora de Buenos Aires, CIBA S.A.
Esta concesionaria, de capitales argentinos, comercializa la marca "Dos Anclas", que se distribuye en el país, la región y en empresas químicas, lácteas, alimenticias y frigoríficas, entre otras.
Con personal capacitado y moderna tecnología europea logra un producto de alta calidad.
Asomarse a ese mundo blanco, un mundo de horizontes perdidos, es emigrar de la realidad para experimentar la distorsión de los sentidos.
Es muy raro caminar por el "espejo del cielo" y en los días nublados ver cómo las nubes se reflejan en él y todo en derredor se torna difuso.
Una comarca donde las formas se pierden, el cuerpo se vuelve etéreo, los sonidos provocan ecos sordos y la visión se equivoca.
Sólo el sentido del gusto, el gusto a sal, permanece inalterable. Un escenario blanquísimo que asombra y deslumbra.
El contraste de colores es más profundo si el viajero trae los ojos llenos de los mil rojos del Parque Nacional Sierra de las Quijadas, un fenomenal ecosistema desértico, propicio para alucinar un viaje al pasado remoto, en los albores de la vida, entre los restos arqueológicos de la cultura Huarpe.
En la literatura universal abundan las alucinaciones, esa facilidad que tienen algunas almas de poner elementos fantásticos a la realidad.
Un ejemplo es el caballero Don Quijote de la Mancha, que ve gigantes en los molinos de viento y hermoso a su caballo viejo y huesudo.
Pero volvamos al resplandor de la sal y a los efectos de la luz solar sobre ella, engañosos fenómenos --los espejismos--, que nos muestran cosas que no están.
Los que sí están son los que elaboran, cosechan y distribuyen la sal de mesa, la misma que antiguamente sirvió como moneda de cambio. El alimento tan esencial para la vida que dio origen a la palabra salario.
Además del consumo hogareño, la sal se usa en la elaboración de embutidos, chacinados y encurtidos, tratamientos de aguas, teñidos de fibras, refinado de aceites, jabones y detergentes, y para obtener cloro, soda caústica, ácido clorhídrico y alimentos balanceados.
Cerca de las salinas hay dos pequeñas localidades que la naturaleza bendijo con sanadoras aguas termales.
Una de ellas, Balde, es un lugar apacible donde se respira aire fresco y puro que, según el historiador Urbano Núñez, se fundó el 19 de julio de 1905.
En ese entonces el lugar ya servía para que los viajeros que transitaban la ruta entre San Luis y Mendoza se aprovisionaran de agua y caballos.
La posta estaba junto a la estación de trenes, servicio que se había inaugurado el 1 de agosto de 1884. Como muchos otros ramales, dejó de funcionar en la pasada década del '90.
Sobre el nombre de Balde, el historiador Carlos Orozco Olariaga dijo que "Don Policarpo Lucero, en 1935, hizo abrir en su "Estancia de la Cañada" un pozo de balde del que, a los 18 metros, surgió abundante agua".
De allí, el nombre del pueblo y de la estación.
El historiador explica que "Balde no es el cubo, ni el recipiente, ni la vasija con que se extrae el agua; es el pozo mismo, es el equivalente, minimizado, de la frase `pozo de balde'. Así, balde se ha convertido en sinónimo de aljibe".
Y al descubrirse el primer pozo termal, Balde apuntó al turismo salud, actividad que actualmente es su mayor fuente de ingresos.
Tal como lo hicieron en la antigüedad los griegos y los romanos, sus dos centros, uno privado y otro municipal, están cerca de los manantiales que emergen de una amplia meseta subterránea, a 43 grados centígrados.
La otra localidad termal es San Gerónimo, cuyas aguas calientes están a los 451 metros de profundidad, napas que asoman a la tierra a través de vertientes termo-minerales que surgen a 39 grados centígrados.
Para Favio Violante, artesano del cobre, es un lugar de paz y sosiego donde caminar la salina y sanar cuerpo y espíritu. Violante, artista de espíritu libre, llega cada año desde Potrero de los Funes, donde tiene su taller, a vender sus famosas ollas de cobre, ideales para hacer dulces.
También en San Gerónimo los mochileros disponen de un camping bien equipado, al que llegan jóvenes y familias de la provincia y la región, ya que el acceso por carretera es excelente. Otra ventaja es que El Circuito Termas y Salinas está muy cerca de la ciudad de San Luis.
Recorrer este campo salado, de horizontes infinitos, es sólo para aquellos viajeros que gozan contemplando los grandes escenarios naturales.
CORINA CANALE
LA ZAFRA
La zafra en las salinas, para extraer sal de calidad, se realiza en una sola temporada.
Hay dos tipos de salinas, las costeras, que toman el agua del mar, y las interiores, formadas por los manantiales de agua salada que atraviesan depósitos subterráneos de sal.
Este es el proceso:
Cuando la laguna está seca, llegan las lluvias que disuelven parte de la capa de sal "madre", decantan las impurezas y dejan la capa nueva, limpia y de un espesor de no más de 6 centímetros, que se cosecha raspándola.
La sal queda estacionada en parvas durante un año, para eliminar sulfatos, sales de calcio y magnesio y residuos bacterianos.
El proceso se resume así: lavado, secado, molienda, clasificación y agregado de yodo y antihumectantes.
TIPS
Dónde está
San Gerónimo está en la intersección de las rutas provincial 3 y nacional 147, a 25 kilómetros de San Luis capital. La hostería La Perseverancia está en el kilómetro 832 de la ruta nacional 147.
Balde
Balde, a 32 kilómetros de San Luis capital. Allí está el Complejo Recreativo Los Tamarindos, que ofrece suites, cabañas y servicios Spa. Informes: [email protected]
Espejismo
Ilusión óptica en la que los objetos lejanos aparecen reflejados en una superficie lisa como si se estuviera contemplando una superficie líquida que, en realidad, no existe.
Cómo llegar
Desde San Luis hay servicios regulares de hacia la terminal de ómnibus de Balde, inaugurada el 25 de febrero de 2005.
Dónde informarse
Más datos se pueden conseguir a través de la web: www.sanluis.gov.ar o del mail: [email protected]