¡A casa! Julieta, Blas y paloma ya tienen destino
Con una mano sobre la otra, de rosa y blanco, gorra a tono, Julieta se entrega al sueño como solo saben hacerlo los bebés. En unos minutos, el padre atravesará la puerta de Neonatología con los dos pequeños que faltan para la foto: Blas y Paloma.
Para alegría de Natalia Soriano y Luciano Costa, flamantes multipapás, los trillizos acaban de recibir el alta y, en pocas horas, dejarán atrás las atenciones recibidas en el Hospital Regional Español de Bahía Blanca para iniciar una nueva etapa, ahora al calor de su hogar, en Tres Arroyos.
"¡Jamás hubiera pensado que no me iban a alcanzar los brazos!" dice el hombre de la casa, entre risas, mientras posa con un bebé a cada lado.
El año pasado, a esta altura, buscaba junto a su compañera Natalia, un hermano para su hijo Agustín, de seis años cuando --tras algunos intentos fallidos-- llegó la revelación: no sería uno, sino tres.
Esto resultó toda una sorpresa, dado que no habían realizado ningún tipo de tratamiento de fertilización, ni contaban con antecedentes gemelares en su familia.
Así fue como, el pasado Día del Padre, dos gemelas y un mellizo llegaron al mundo tras haber atravesado un parto exitoso, casi a término, esto último "algo poco usual para este tipo de casos", según consignó el doctor Sergio Mendoza, quien practicó la cirugía.
Al nacer, todos superaron los dos kilos. Paloma pesó 2k; Blas, 2,5k y Julieta, 2,1k. Más allá de esto, el varón y la gemela de mejor peso debieron pasar unos días en Neonatología, con asistencia respiratoria aunque, según los partes médicos, todo indicaba una evolución favorable y sin complicaciones. La bebé restante, Julieta, y sus papás, recibieron el alta una semana antes.
En Bahía Blanca, la pareja se alojó en casa de sus amigos Gustavo y Virginia, quienes se encuentran en la dulce espera de un varón.
"No vemos la hora de estar en casa", confiesa Natalia en los pasillos del hospital, ya a punto de concretar su anhelo. En estos días no paró de correr, cambiar pañales, extraer leche de sus pechos y esperar los partes médicos.
"Es todo muy difícil, porque mientras le doy la teta a uno ya tengo que cambiar el pañal de otro", cuenta y asegura que, por el momento, trata de no pensar demasiado en todo lo que se viene.
"Te diría que vivimos el minuto a minuto, tratando de resolver cada cosa que va apareciendo", comenta.
Los trillizos ya recibieron las vacunas de rigor y, las nenas, hasta recibieron su primera marca-ritual de ingreso al mundo femenino: los agujeros en las orejas, donde ya lucen sendos aritos --lo que, de paso, facilitará a los papás la tarea de reconocerlas ya que son --como se dice-- dos gotas de agua.
"Blas tiene rasgos más duros, más de varón y es fácil darse cuenta, pero las gemelas son idénticas", reconoce la mamá.
En tanto todos se ponen en marcha, el cuarto hermano, Agustín, ahora el mayor de los Costa-Soriano --en primer grado de la escuela-- se encuentra con sus abuelos maternos, en Tres Arroyos.
Si bien ya conoció a Julieta, a quien no escatimó ni un gesto de ternura, hay expectativas respecto de cómo recibirá al resto de los bebés, porque hasta el momento --según los papás-- prefirió no hacer comentarios sobre el tema.
Respecto del caso, el doctor Sergio Mendoza aseguró que "se trató de un embarazo múltiple atípico, dado que la pareja no realizó tratamientos de fertilización".
También señaló --como poco común-- el hecho de que se haya logrado llegar a la semana número 36 de gestación, ya que --explicó-- un útero sobreextendido desencadena contracciones mucho antes.
GRISADO
Hay equipo.
Natalia Soriano fue asistida por el anestesista Orlando Rallis Orban y por los doctores Héctor Romaniello y María Elena Millar. El equipo quirúrgico estuvo integrado por los doctores Sergio Mendoza y Cecilia Corti, una instrumentista y enfermeras. La doctora Analía Barcala, de Tres Arroyos, realizó los controles durante el embarazo.
Hay ayuda y contención, pero no siempre alcanza frente a tanta demanda
Natalia, de 25 años, era hasta hace pocos meses empleada de comercio y Luciano, de 33, se desempeña como obrero metalúrgico, con lo cual, la fuente de ingresos económicos al hogar podría llegar a resultar insuficiente.
En este sentido, ambos destacaron la contención recibida por amigos y familia, quienes organizaron una campaña para conseguir descuentos en la compra de pañales y/o donaciones.
El propietario del comercio La Pañalera, de Tres Arroyos, ya se hizo eco de esta necesidad y realizó un aporte. Quienes deseen seguir su ejemplo o hacer algún otro tipo de donación --ya sea de leche o artículos para el confort y traslado de los bebés-- pueden comunicarse al (02983) 15416872.