Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Levantan las protestas en Prefectura y Gendarmería

En Puerto Madero quedaba una docena de gendarmes liderados por Maza. Renunció Raúl Garré. Penitenciarios piden mínimo de 7.000 pesos.

Las protestas en la Prefectura Naval y la Gendarmería Nacional fueron levantadas hoy en las sedes centrales de ambas fuerzas tras una orden a los suboficiales para retomar sus puestos por tiempo indeterminado, hasta que lo disponga la superioridad, lo que en la jerga castrense se conoce como "planes de llamada".

El conflicto provocó la renuncia del principal colaborador de la ministra de Seguridad, Nilda Garré: su hermano Raúl, jefe de Gabinete de Asesores, cuyo alejamiento fue formalizado mediante la publicación del decreto 1891 en el Boletín Oficial.

Esta mañana, fue despejado el edificio "Guardacostas", del barrio porteño de Puerto Madero, mientras que en el "Centinela", sede de la Gendarmería en Puerto Madero, apenas quedaba una decena de agentes liderados por Raúl Maza.

Ayer, los uniformados habían rechazado -con declaraciones y con una protesta en Plaza de Mayo- la posición del gobierno nacional, esgrimida por el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, en una conferencia de prensa en la que consideraron "imposible" otorgarles un salario básico de 7 mil pesos.

"Hay una batalla perdida, pero eso no significa que hayamos perdido la guerra", dijo el gendarme Maza, quien de todos modos aseveró que seguían con el reclamo.

Según informó el propio Maza, la ausencia de uniformados esta mañana en estos lugares se debe a que "los prefectos tuvieron ayer planes de llamada", lo que los obliga a permanecer en sus puestos por tiempo indeterminado hasta que lo disponga la superioridad.

El gendarme, quien es uno de los voceros de los uniformados que reclaman mejoras salariales, añadió: "Tienen a la gente encerrada en los distintos puestos".

"Ni siquiera las familias pueden verlos. Los que estamos peleando por esto somos todos suboficiales. Nosotros no tenemos agua, nos sacaron los baños químicos, no tenemos luz. Recibimos amenazas constantemente", advirtió Maza esta mañana en diálogo con la prensa al explicar que la orden se ha impartido también en Gendarmería.

Fuentes relacionadas con el ámbito de seguridad y militar explicaron que esta medida de las "llamadas" o "acuartelamiento" del personal se debe a que no se quiere a los gendarmes y prefectos protestando como en los últimos días en la calle, por lo cual deben permanecer en sus guarniciones correspondientes.

"Son órdenes concretas que deben cumplirse, porque si no pueden ser severamente sancionados, lo que perjudicaría al uniformado en su carrera y posterior pase a retiro", remarcaron las fuentes. (DyN)
Gendarmes minimizan la renuncia y disminuyen puestos de servicio

Los suboficiales de la Gendarmería Nacional minimizaron hoy la renuncia de Raúl Garré, al tiempo que confirmaron que reducirán al 50 por ciento la presencia en sus puestos de servicio ante la escasez de mejoras laborales.

Además, acusaron a la presidenta Cristina Kirchner de estar "mal asesorada" en relación al manejo de las dos fuerzas, al sostener que el ex jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad y hermano de la ministra del área, Nilda Garré, era sólo "uno de los que venían trabajando mal", en el inicio del noveno día protesta frente al edificio "Centinela", de la Capital Federal.

"(Raúl Garré) era sólo uno de los que venían trabajando mal: la presidenta está mal asesorada. ¿Es un sueldo digno 2.697 pesos?", se preguntó en diálogo con la prensa el suboficial Raúl Maza al referirse a la cifra que anunció ayer el gobierno que "blanqueará" en los recibos, para luego confirmar que, "si en los puestos había 10 gendarmes, ahora, habrá cinco". (DyN)"Lo único que hice fue proclamar el Evangelio", dijo el capellán

El capellán de la Gendarmería Gerónimo Fernández Rizzo, echado de la fuerza por celebrar misa para los manifestantes que reclamaban mejoras salariales, aseguró hoy que "lo único" que hizo "fue proclamar el Evangelio", que "no es una proclama revolucionaria para derrocar a las autoridades competentes".

"No estaba haciendo ningún tipo de revuelta ni desestabilizando la democracia ni la autoridad de la Gendarmería", remarcó Fernández Rizzo, de 65 años y capellán en la delegación de la fuerza en Campo de Mayo, quien destacó que "el personal que está afuera del edificio (Centinela, del barrio porteño de Retiro) es tan gendarme como el que está adentro".

En declaraciones a radio Mitre, explicó que accedió a dar misa a los manifestantes porque "el domingo pasado, la gente que estaba reclamando un salario justo en el edificio Centinela me llama para que los asistiera espiritualmente".

"El domingo es el Día del Señor, hay que ir a misa y la gente nuestra es en su mayoría católica. Cumplí con mis obligaciones, cumplí con mi deber: a las 12 celebré la Santa Misa como Dios manda", aseveró.

Precisó que "a consecuencia de eso, recibí ayer un decreto emanado del obispado castrense de la Argentina, firmado por monseñor Pedro Candia. La misma Iglesia me sanciona, con la anuencia de la dirección de la Gendarmería. Me expulsan". (DyN)Penitenciarios piden mínimo de 7.000 pesos

Alrededor de 100 efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) se concentraron frente a la sede administrativa de La Plata, para reclamar un aumento salarial hasta llegar a un mínimo "de bolsillo" de siete mil pesos.

La protesta se realizó ayer y los manifestantes presentaron un petitorio a las autoridades, con quienes acordaron un plazo de 24 horas para realizar una propuesta.

Según publicó el diario El Día, voceros de la protesta señalaron que los funcionarios a cargo del SPB habrían adelantado un compromiso de elevar el valor de la hora extra de 8 a 14 pesos.

La manifestación se extendió por espacio de casi tres horas y participaron oficiales, suboficiales retirados y familiares de penitenciarios y policías.

El petitorio entregado a la titular del SPB, María Florencia Piermarini, sumó 19 puntos, entre los que se contó "una nueva escala salarial que contemple las jerarquías, tareas, funciones, cargos y antigüedad del personal en su totalidad con un piso de 7.000 pesos de bolsillo para el personal de menor jerarquía". Por otra parte, se pide el aumento del valor de las horas extras "para todo el personal sin distinción" y el otorgamiento de un cupo de 120 horas.

También reclaman la concesión de "jerarquías atrasadas para todo el personal con ascenso efectivo"; el aumento del valor de la beca para alumnos de primer y segundo año del Instituto Superior de Formación y Capacitación Penitenciaria y "el mejoramiento de las condiciones de higiene."

Además, plantean que se garantice que "no se tomarán medidas contra el personal que se expresó pacíficamente", un aumento de la dotación de efectivos en las cárceles y que se conceda un plus de $250 para uniformes y equipo. (NA)

Prefectos y gendarmes marchan a Plaza de Mayo  

El gobierno relevó jefes