Bahía Blanca | Domingo, 10 de agosto

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Un gigante de metal que recibe turistas

Apenas cuatro días le llevó al tresarroyense Diego Iriarte crear el pez de metal que se divisa en la unión de las rutas 73 y 228, conocida entre los lugareños como El Pescado y que, en adelante, le dará la bienvenida a los visitantes de los balnearios de Orense y Claromecó. El tema de la obra del artista plástico que reside en Buenos Aires opera como una referencia y aporta una imagen a este estratégico punto de su tierra natal, a la que volvió por unos días sólo para dejar esta muestra de su impronta en el camino.

 TRES ARROYOS (A) -- Apenas cuatro días le llevó al tresarroyense Diego Iriarte crear el pez de metal que se divisa en la unión de las rutas 73 y 228, conocida entre los lugareños como El Pescado y que, en adelante, le dará la bienvenida a los visitantes de los balnearios de Orense y Claromecó.


 El tema de la obra del artista plástico que reside en Buenos Aires opera como una referencia y aporta una imagen a este estratégico punto de su tierra natal, a la que volvió por unos días sólo para dejar esta muestra de su impronta en el camino.


 "No vengo seguido a Tres Arroyos porque tengo mucho trabajo en Buenos Aires y siempre estoy con proyectos en el exterior también", cuenta Diego, quien alterna su vida en la Capital con estadías en Alemania.


 "Cuando se me ocurre alguna idea importante como para que valga la pena estar acá, junto unos días y lo resuelvo todo", continúa.


 La obra de su autoría, para la que contó con la asistencia de Daniel Guzmán y Oscar Bianchi, tiene una impronta ecológica.


 "Está hecha con chatarra de hierro reciclado que antes se encontraba contaminando la tierra y ahora embellece el paisaje", señala.


 "La manera de trabajar fue, primero, armar la estructura interior, alma de la obra, sobre la base; luego, el esqueleto para continuar con el revestimiento y la morfología", destaca.


 El último paso fue la limpieza con ácido y una capa de barniz marino para proteger el material.


 "Creo que será un atractivo turístico más, un mojón y referencia importante para los ruteros. Al principio será novedoso para los que pasan a menudo y luego se transformará en un clásico referente urbano", señala.


 "El hecho de que sea una obra mía es lo menos importante para el público. En lo personal, es una sensación imposible de explicar porque para mí la obra es un estado de vida; siento que es una más de las que me va a ayudar a trascender", añade.


 La inauguración de la escultura contó con la presencia del intendente Carlos Sánchez y de una parte de su gabinete, quienes celebraron la intención y el resultado del trabajo de este artista local.


 
En primera persona.
"El arte te pide total entrega, sin concesiones, no asegura absolutamente nada a cambio pero sí tenés que entregar tu vida a ese estado que decidís vivir y bancarte todas la circunstancias en contra que eso implica: que la gente sufra por tus decisiones, sufrir mucho vos por tus decisiones, manejar las frustraciones y culpas propias, dejar proyectos de familia, mujeres, amantes, casas completas que te costaron mucho dinero, pero nunca parar en tu idea, que es lo único que tenés y a lo único que le podes ser fiel".




 Así se manifiesta Diego Iriarte, quien se reconoce influenciado por artistas como Richard Serra, Gyula Kosice y Philippe Pasqua, respecto de su impresión sobre el arte y su consecuente modo de vida.

GRISADO
Documental.
La confección de la obra en sus distintas etapas, desde el inicio hasta el traslado a la ruta, fue filmada por el realizador tresarroyense Sebastián Ureta, conocido por su aporte como productor general en el film La Marea, del cineasta bahiense Diego Martínez Vignatti. De este modo, Ureta logró una expresión artística paralela en torno al trabajo de Diego Iriarte.