Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Condenaron al dueño de la discoteca Pinar de Rocha

BUENOS AIRES (Télam) -- El empresario Daniel Bellini, dueño de la discoteca Pinar de Rocha, fue condenado ayer a 16 años de prisión por el crimen de su pareja, la bailarina Morena Pearson, cometido en su casa del partido de Morón en 2008. Según el veredicto leído ayer a mediodía, el Tribunal en lo Criminal Nº 1, de Morón, consideró a Bellini (61) autor del delito de "homicidio simple, agravado por el uso de arma, en concurso real con tenencia ilegal de arma de guerra".

 BUENOS AIRES (Télam) -- El empresario Daniel Bellini, dueño de la discoteca Pinar de Rocha, fue condenado ayer a 16 años de prisión por el crimen de su pareja, la bailarina Morena Pearson, cometido en su casa del partido de Morón en 2008.


 Según el veredicto leído ayer a mediodía, el Tribunal en lo Criminal Nº 1, de Morón, consideró a Bellini (61) autor del delito de "homicidio simple, agravado por el uso de arma, en concurso real con tenencia ilegal de arma de guerra".


 En un fallo unánime, los jueces Claudio Chaminade, Susana De Carlo y Osvaldo Cedarri, dieron por probado que la muerte de Pearson fue un homicidio y desestimaron la hipótesis de la defensa, que siempre sostuvo que se trató de un suicidio.


 Vestido de traje oscuro y sentado al lado de sus abogados, Raquel Hermida Leyenda y Mario Di Caprio, Bellini escuchó impávido la pena impuesta y sólo se limitó a bajar la vista, mientras de cerca lo miraban uno de sus hijos y otros familiares que colmaron la pequeña sala de audiencias.

Nada para festejar.




 El padre de Morena, Francisco Pearson, dijo que con esta sentencia "ha salido a la luz la verdad", pero que no tiene nada para festejar, y elogió el trabajo de jueces y fiscales.


 "Yo no tengo ningún motivo para estar contento, mi hija no está más. Ya no tengo más a mi hija", afirmó.


 Por su parte, Pablo Dobantón, que representó a la familia de la víctima, se mostró "muy conforme" con el fallo y consideró que "era muy difícil tomar una decisión de este tipo, porque había un entorno de muchísima presión".


 Dobantón mencionó las pruebas que, a su entender, tuvo en cuenta el tribunal para sentenciar a Bellini, quien tiempo atrás ya había sido condenado por falsificación de dólares.


 "El arma estaba limpia de toda huella posible. Tampoco encontraron en las manos de Morena ninguna muestra de la deflagración que suele quedar y quedó demostrado que no fue porque la habían limpiado en el sanatorio adonde la había llevado", señaló.


 Dobantón aseguró que "el propio médico que la atendió dijo que él no había hecho ninguna tarea de limpieza en ese sentido".


 Además, el abogado dijo que "se borraron las cámaras que filmaban justamente el movimiento de la casa, casualmente desde la cero hora" del 21 de marzo de 2008, día del hecho.


 "Se borraron los mensajes (de texto del celular de la víctima) y el contenido de esos mensajes fue muy trascendente, porque Morena, minutos antes de perder la vida, decía que tenía miedo y que Daniel la quería matar", señaló Dobantón.


 Sobre la decisión de Bellini de cometer el crimen, el letrado manifestó que "probablemente viniera planificándolo, pero a lo mejor, en ese momento de la conversación, se produjo algo que lo sacó de su plan y lo llevó a tomar la decisión allí mismo".

"Suicidio de manual".




 Una de las abogadas de Daniel Bellini, Hermida Leyenda, aseguró que apelarán el fallo.


 "No hay pruebas de homicidio, hay pruebas contundentes de que fue suicidio", afirmó la abogada, y sostuvo que Morena se habría suicidado por un "caso extremo de trastorno de la personalidad", ocasionado por la bulimia que padecía.


 "El verdadero culpable es la enfermedad", remarcó la defensora de Bellini, quien durante el debate habló de "suicidio de manual".



Discusión en el boliche










 El hecho ocurrió durante la madrugada del 21 de marzo de 2008, cuando Bellini y Morena discutieron en Pinar de Rocha, el boliche de Ramos Mejía propiedad del ahora condenado y donde la joven trabajaba como bailarina del caño.


 Según contaron testigos, y admitió el propio imputado, el motivo de la discusión fue que Bellini la retó porque la vio bailando muy provocativamente con un amigo, también bailarín, en el VIP del boliche, y eso le molestaba por "una cuestión de imagen".


 Morena se retiró a la casa donde convivía con Bellini y la hija de dos años de ambos, ubicada a 100 metros del boliche.


 Según la versión de Bellini, él la siguió y allí le dijo que la relación estaba terminada, volvió a Pinar de Rocha a tener una reunión con un abogado y, al regresar, la encontró tirada en el vestidor de la habitación sobre un charco de sangre.


 Pero lo que primero parecía un suicidio, se transformó en una investigación por homicidio, cuando el fiscal Matías Rappazzo descubrió que no había deflagración de pólvora en las manos de Morena y que el arma, una pistola calibre 9 milímetros con mira láser, había sido limpiada de huellas.


 También descubrió que habían sido borrados del celular de Morena una serie de mensajes de texto comprometedores.