"HAPPY FEET 2" La danza de los pingüinos
Mumble, maestro del tap, tiene un problema: su hijo Erik es alérgico a las coreografías, no quiere bailar. Así, el pequeño pingüino huye y en su camino se topa con Sven, un pingüino que puede volar, y se convierte rápidamente en un modelo a seguir con el que Mumble no puede competir como figura.
Sin embargo, Erik descubre las agallas de su padre cuando Mumble une a las naciones de pingüinos y a toda clase de criaturas fabulosas, desde los diminutos krills hasta los elefantes marinos, para restablecer la normalidad en la Antártida.
Tal el resumen argumental de Happy feet 2, la secuela de la exitosa película de animación que dirigiera George Miller en 2006.
Aquella primera incursión se hizo con el premio de la Academia y acumuló una recaudación global de 379 millones de dólares, por lo que era de esperar que más pronto que tarde llegara una nueva dosis de estos pingüinos danzantes.
Los ingredientes son los mismos: defensa ecológica, mucho baile tap, animación de primer orden y un target que abarca tanto al público infantil como al adulto. Al menos, así lo entiende Miller: "A menudo digo que estas historias son para el adulto en los niños y el niño en los adultos. Creo que una de las razones por las que Happy feet fue bien recibida es que tiene ese algo que te nutre emocionalmente, consagrando los valores de siempre de ser fiel a uno mismo, ser valiente, y tratarse a uno y al mundo con respeto".
Miller, cabe recordar, fue antaño conocido por ser el creador y director de la trilogía Mad Max --a la que quizás vuelva en 2012--. Después del triunfo de su saga postapocalíptica, el director australiano dirigió en Estados Unidos Las brujas de Eastwick (1987) y Un milagro para Lorenzo (1992). Desde entonces, su carrera se prodigó poco y viró hacia un cine más familiar, a través de títulos como Babe, el chanchito valiente (1998) o la misma Happy feet.
En esta primera secuela de la saga de los pingüinos, el realizador pretende integrar más comedia física y acción, sin desdeñar la música y bailes que son el espíritu de la franquicia, y volviendo a recurrir a uno de sus principales atractivos comerciales: las celebridades que ponen voz a los personajes para la versión original.
Pero, quizás, el aspecto más interesante sea comprobar cómo se alían los trabajos de coreografía y animación en un proyecto como este.
"Tuvimos que modificar la coreografía porque los pingüinos tienen patas cortas y los bailarines, por supuesto, tienen piernas normales, y las rodillas se convierten en un problema --explica el director de animación Rob Coleman--. Así que el rango de movimiento de un pingüino es más pequeño del que se obtiene de un ser humano".
"Contamos con un excelente equipo que transformó los movimientos en acciones de los pingüinos".
Hasta tal punto están cuidados los detalles en la cinta que el equipo trabajó en modificar la estructura de los pingüinos, el esqueleto articulado que determina el estilo y rango de movimiento de cada uno de ellos.
Las voces que no escucharemos
A Sofía Vergara, Robin Williams y Elijah Wood sólo los escucharán en salas de otras latitudes.
A Bahía Blanca, las copias en 35 milímetros y 3D llegaron traducidas al castellano.
Sin embargo, los actores son algo más que las voces de los pingüinos Carmen, Ramón o Mumble, respectivamente. También son su alma, y parte de sus gestos y movimientos corresponden al trabajo físico de los actores.
"A veces, cuando se hace animación, se pone la voz sin ver a los otros compañeros. Este caso fue distinto. Fuimos todos a Australia durante dos semanas; vivimos en el mismo hotel y pasamos mucho tiempo juntos y no sólo trabajando. Fue como una convivencia", asegura Elijah Wood.
Robin Williams, un maestro en eso de poner todo tipo de voces confirma que fue "un trabajo entre amigos, en el que todos éramos como instrumentos de una gran orquesta que cada día afinaba el director".
Wood y Williams repiten papeles respecto de la primera parte y recibieron muy bien a la debutante Sofía Vergara, encantada de ser una pingüina latina y sexy, "sin tener que arreglarme y sin tacones".
Sofía Vergara es la última "bomba latina" que ha explotado en Hollywood. Luego de triunfar en la tele con la serie Modern family, le llueven los proyectos en cine.
"Tenía una trayectoria larga como presentadora en el mercado latino y la oportunidad en Estados Unidos llegó por casualidad. Sin ninguna presión pensé: "si sale lo aprovecharé y si no pues seguiré mi carrera", afirma la colombiana.
COMENTARIO
Un cálido espectáculo sobre hielo
Guión y dirección: George Miller. Música: John Powell. Género: Animación. Procedencia: Australia-Estados Unidos (2011). Duración: 100m. Para todo público. Hablada en castellano. En el Visual (3D) y Cinemacenter (3D y 35mm).
Calificación: 7
María Inés Di Cicco
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¿Quién dijo que la Antártida es fría?
Es de comprobar que sí, pero la bandada de pingüinos de la franquicia Happy Feet vuelven a ponerle calidez al paisaje --el del continente blanco y el cinéfilo-- con su ternura.
Nada hace pensar que en la secuela del filme que le prodigó a George Miller un Oscar cinco años atrás pueda existir un destino similar, aunque tampoco ha perdido interés el relato que se vuelve a centrar en Mumble, el pingüino que logró conocer a los seres "extraños" humanos, ahora cumpliendo su rol de padre y de actor social.
Sucede que, por un lado, su hijo Erik es presa de taras psicológicas que resulta urgente resolver, mientras que la vida de la pingüinera corre peligro dado que un témpano gigante la ha encerrado y amenaza con dejar a la comunidad de aves al borde de la extinción.
Con algunos de los personajes ya conocidos y otros nuevos en danza, para sumarse a la misión de salvar su mundo, mientras bailan al compás de canciones pegadizas.
Happy Feet 2 no supera las expectativas generadas por la primera entrega. Menos aún lo hará respecto de los más exigentes. Pero resulta
Pero resulta entretenida, tiene secuencias brillantes y una trama sencilla de seguir, por lo que sigue siendo una película atractiva para un público familiar, que quiera introducir a los más pequeños al majestuoso mundo del cine.