Bahía Blanca | Miércoles, 02 de julio

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Domingo Pronsato

Hace 40 años, en noviembre de 1971, falleció el ingeniero Domingo Pronsato, artista y profesional de destacada labor en pos del progreso y bienestar de nuestra ciudad y la región. Activo hasta sus últimos días, tres meses antes de su muerte, Pronsato se acercó a la Biblioteca Rivadavia para donar Patagonia Año 2000, su último libro. Había cumplido 90 años de vida y, con mano temblorosa, escribió en la primera página del ejemplar: "Para que los lectores, al no olvidarme, recaben conocimientos útiles al país".

 Hace 40 años, en noviembre de 1971, falleció el ingeniero Domingo Pronsato, artista y profesional de destacada labor en pos del progreso y bienestar de nuestra ciudad y la región.


 Activo hasta sus últimos días, tres meses antes de su muerte, Pronsato se acercó a la Biblioteca Rivadavia para donar Patagonia Año 2000, su último libro. Había cumplido 90 años de vida y, con mano temblorosa, escribió en la primera página del ejemplar: "Para que los lectores, al no olvidarme, recaben conocimientos útiles al país".


 Bahiense de nacimiento, hijo de fundadores, Domingo Pronsato se doctoró en física e ingeniería electrónica en Italia. Regresó a nuestra ciudad en 1910, donde comenzó ejerciendo como agrimensor. Relevó campos en la Patagonia y trazó pueblos como Teniente Origone, Juan A. Pradere y Monte Hermoso. Completó su labor en ese rubro con el catastro del partido de Bahía Blanca.


 Por entonces, dedicaba gran parte de su tiempo a la pintura, una de sus pasiones. Su talento quedó reflejado en decenas de premios a nivel nacional. En 1930, comenzó su lucha por el Ferrocarril Trasandino del Sur, un sistema de transporte que, uniendo los océanos Atlántico y Pacífico, "daría autonomía regional al centrosur argentino".


 También fue incesante su aporte para solucionar la provisión de agua. Estudió los surgentes y defendió el proyecto de traer el agua desde el río Colorado, captándola en Puelches.


 Pronsato jamás bajó los brazos, ni siquiera ante la ceguera que lo acompañó durante sus últimos 25 años. "Cuando estás en el camino y ves que la meta se aleja más y más, comprendes que la verdadera meta es el camino", dijo un filósofo. Pronsato dejó huellas que no debiéramos ignorar.