Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

El Grito del Alcorta

El denominado Grito de Alcorta tuvo lugar el 25 de junio de 1912, en la localidad homónima de la provincia de Santa Fe, donde se dio cita una mayoría de colonos de varias localidades, productores agrarios, arrendatarios y aparceros, con el objeto de reclamar cambios que les permitieran dignas condiciones de trabajo, de vida y progreso; disminución del precio de los contratos, plazos más largos que los anuales, obtención de insumos y mercaderías a valores razonables (manteniéndose la "libreta de tapas negras, lo que implicaba una mínima posibilidad de crédito), y, en fin, otras condiciones que les permitieran una morigeración de los problemas económicos.

 El denominado Grito de Alcorta tuvo lugar el 25 de junio de 1912, en la localidad homónima de la provincia de Santa Fe, donde se dio cita una mayoría de colonos de varias localidades, productores agrarios, arrendatarios y aparceros, con el objeto de reclamar cambios que les permitieran dignas condiciones de trabajo, de vida y progreso; disminución del precio de los contratos, plazos más largos que los anuales, obtención de insumos y mercaderías a valores razonables (manteniéndose la "libreta de tapas negras, lo que implicaba una mínima posibilidad de crédito), y, en fin, otras condiciones que les permitieran una morigeración de los problemas económicos.




 El hecho despertó interés en el periodismo y en la opinión pública; también en los gobiernos de la provincia y de la Nación, porque se trató de un movimiento significativo y trascendente, que se extendió a gran parte del país, pues, además, se relacionaba con la producción agraria nacional.




 Las condiciones de vida subhumanas de los colonos motivó la adhesión y el impulso de dos sacerdotes: José y Pascual Netri, hermanos de Francisco Netri, quien fue requerido por su formación jurídica; se había recibido de abogado en Italia, pero no pudo revalidar el título por la falta de un convenio internacional, de modo que cursó nuevamente la carrera en la Argentina. Fue periodista, escritor e, impensadamente, se convirtió en fundador de la Federación Agraria Argentina, nacida con tal movimiento social agrario.




 A poco andar, algunos vieron en el Grito de Alcorta una rebelión campesina; otros, una huelga (generadora de derechos o causante de perjuicios a la economía nacional) no exenta de acciones colaboracionistas, conciliatorias y de paz social, al pretender, bajo la dirección de Francisco Netri, una notoria movilidad ascendente en base a ideas que este había aprendido en la experiencia italiana y a la avanzada ciencia jurídica que actuaban grandes maestros del derecho: cooperativismo agrario, crédito, vivienda, escuelas para los hijos, formación técnico profesional, adjudicación de tierras extendiendo el derecho de propiedad y, en fin, fomento agrario.




 Se trató de un movimiento apolítico que, inevitablemente, debió recurrir, también, a las autoridades de dicha provincia y de la Nación. Sancionada la ley Sáenz Peña, aseguró elecciones libres y el primer gobierno provincial intentó mediar con fines de logro de cambios pacíficos. Rápidamente, se difundieron los comportamientos en base a una "ideología", tal lo expuesto, no partidista, pero justo y verdadero es decir que contó con el apoyo de radicales, de Lisandro de la Torre y de Juan B. Justo, quien de buena fe entendió que el movimiento debía insertarse en el socialismo. Esto último causó el distanciamiento entre Francisco Netri y Justo, dado que aquel no quería comprometer a la naciente Federación Agraria Argentina con partido político alguno.




 El crecimiento de la entidad no desdeñó el sur argentino, representado simbólicamente por la ciudad de Bahía Blanca; más todavía: se trataba, con más especificidad, del sur argentino, el sur de la provincia de Buenos Aires y las zonas agrícolas de la pampa central.




 Había entonces (hacia 1913/14) dos instituciones: la Liga Agraria de Bahía Blanca y la Liga Agraria de La Pampa, que, luego de celebrarse un congreso nacional en Bahía Blanca, al comenzar el año 1914, con la presencia de Netri, adhieren a la Federación, porque la situación de los colonos era similar en casi todo el país, con una circunstancia agravante: en esos años, acaeció un ostensible desastre: una crisis negativa por la carencia de dinero, créditos y semillas.




 Francisco Netri ha sido, posiblemente, el más grande luchador pacífico, mentor y gestor de una causa justa, apolítico, principista y de una personalidad ética y vigorosa; abandonó su profesión en pro de los reclamos de los colonos, no percibió honorarios ni retiró los sueldos asignados por su trabajo; fue perseguido de variados modos: expulsado de la enseñanza, querellado penalmente y absuelto, dado que en su accionar no hubo agravio alguno contra la Nación, como se pretendía (obtuvo la nacionalidad argentina y se comportó con notoria ejemplaridad en todo). Luego de una serie de atentados contra su vida, el 5 de octubre de 1916, días antes de la asunción del gobierno nacional por Hipólito Yrigoyen, fue asesinado.




 Los frutos de su quehacer supervivieron y la delegación de la Federación Agraria Argentina en Bahía Blanca comprendió, hasta no hace mucho, una vasta región, desde Necochea hasta el sur; aquí, en esta región un tanto descuidada por los gobiernos, se manifestó la actividad gremial, el cooperativismo agrario (Federación Argentina de Cooperativas Agrarias-FACA), el mutualismo y el seguro agrario; aquí, funcionaron, además, los centros de juventud agrarios y desde aquí se generaron ideas e institutos jurídico-legales de fomento y protección, y, tan importante, el propósito de establecer la unidad del campo y la industria y la unidad del sector agrario engarzado en un proceso económico nacional, humanista y federal, aspirando a la democracia integral como forma de vida y al republicanismo como forma de gobierno.

...

El doctor Eduardo Giorlandini es profesor titular de posgrado universitario nacional.