Bahía Blanca | Jueves, 26 de junio

Bahía Blanca | Jueves, 26 de junio

Bahía Blanca | Jueves, 26 de junio

"Mmm, claro, sí"

Se iban haciendo las 13 en el café de la esquina céntrica. Pero él parecía que tenía siempre una poco interesante historia más. --Le preguntaban por esas noches con Maradona y el Guillote les contaba y les contaba... ¡Un mostro! Y después contó todo lo del jarrón y los quilombos con Samantha Farjat... ¡Un fenómeno! Dame una noche, una noche, con Guillote...




 Se iban haciendo las 13 en el café de la esquina céntrica. Pero él parecía que tenía siempre una poco interesante historia más.


 --Le preguntaban por esas noches con Maradona y el Guillote les contaba y les contaba... ¡Un mostro! Y después contó todo lo del jarrón y los quilombos con Samantha Farjat... ¡Un fenómeno! Dame una noche, una noche, con Guillote...


 --Mmm, claro, sí --decían los otros dos a dúo. Y miraban el reloj.


 --Che ¿y no vieron anoche el partido de Manu?


 --Un poquito --dijo uno.


 --¡Qué mostro el pibe ese! Define él. Las bolas importantes las define él. El tipo que comentaba decía que "es el mejor jugador de la temporada". Y... tan lejos no está porque es el mejor del mejor equipo...


 --Mmm, claro, sí --decían los otros dos a dúo. Y miraban el reloj.


 --Ah después me vi un documental buenísimo: explicaban cómo hacen en Tailandia para aprovechar el agua de las lluvias. Eso habría que hacer acá en Bahía, claro que acá no llueve mucho. Los tipos habían inventado una máquina que ya te hacía el filtrado y todo para tomar el agua sin muchas vueltas. Unos fenómenos.


 --Mmm, claro, sí --decían los otros dos a dúo. Y miraban el reloj.


 --Che ¿se van de vacaciones? Yo ya tengo todo listo. Me voy los primeros días de febrero a Florianópolis. Me agarro el auto y nos vamos. A los pibes les compré el DVD ese para que vayan mirando películas, si no te matan. Dos mangos me sale irme a Florianópolis. Mucho más barato que ir a Monte. Alquilé un departamento frente al mar por 60 dólares por día.


 --Mmm, claro, sí --decían los otros dos a dúo. Y miraban el reloj.


 La 1 de la tarde había quedado bastante atrás, pero "los mmm, claro, sí" no se animaban a cortarle el rostro al que hablaba y se respondía solo.


 De pronto apareció la chica y les trajo la cuenta. No vi que alguno se la hubiera pedido. Me parece que "los mmm, claro, sí" jugaban de locales. Y la piba cuidó a la clientela.