"Bahía Blanca tiene carácter y es difícil de olvidar"
El prestigioso arquitecto dice que nuestra ciudad genera un sentimiento muy fuerte por su topografía y posición, y por la impronta que le dan el ferrocarril y el puerto.
Gerardo Caballero es un arquitecto de prestigio en el país, al punto que se ha ganado un espacio en el mundo de su profesión, a través de un conjunto de obras que, lejos de ser monumentales o fastuosas, están concentradas en una escala cotidiana.
"Son como las que hacemos los arquitectos en Bahía", explicó José Luis Fernández, secretario del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, distrito I, con sede en nuestra ciudad, entidad responsable de invitar a Caballero a dar un par de charlas en la sede de la entidad.
A los 53 años, este hombre nacido en la localidad santafesina de Totoras y que ejerce su profesión en Rosario, definió a Bahía Blanca como "una ciudad fantástica, de mucho carácter y difícil de olvidar", alentando además a la necesidad de implementar los sistemas de concursos para el desarrollo de toda obra pública.
--¿Cuál fue su impresión, en su primera visita y con los ojos de un profesional de la arquitectura?
--Es una ciudad fantástica, de esas que tienen carácter. Genera un sentimiento muy fuerte, por su topografía y posición, y la impronta que le dan el ferrocarril y el puerto. Es una ciudad con presencia, que uno no puede olvidar rápidamente.
--¿Qué arquitectura le impresionó más o mejor?
--Bahía Blanca es, en ese sentido, como todas nuestras ciudades: parecen un poco destartaladas, con una gran diversidad de obras. Los arquitectos extranjeros ven eso como algo positivo, porque no son ciudades aburridas. Además, su estructura en damero puede absorber esas diferencias y darle unidad. Tienen ustedes una buena tradición, cosas buenas y bien hechas.
--Yendo a su trabajo. ¿Desarrolla algún estilo en particular?
--Nuestros proyectos se basan en las condiciones locales del emplazamiento, sacando provecho de las situaciones constructivas y climáticas. Tratamos de mantener ciertos conceptos básicos antes que estar enrolados en algún estilo.
--¿Se preocupa por desarrollar una arquitectura sustentable desde lo energético?
--En países como el nuestro, de menores recursos, siempre hemos tenido una visión de hacer una obra sustentable, porque cuando se trabaja con escasos recursos hay que tener previstas esas condiciones.
--Su estudio participa de muchos concursos. ¿Qué piensa de esa metodología?
--Nos parece una herramienta interesante para la obra pública, que no es habitual en nuestro país. Hay algunos concursos que se utilizan políticamente para tener repercusión mediática, pero no es un mecanismo que se utilice porque ha sido reemplazado por administraciones que tienen sus propios equipos técnicos.
--¿Pero sigue siendo una vía interesante?
--Claro. Siempre existe una motivación, una mística en los concursos. Es un camino para hacer un debate del estado actual de la arquitectura.
--De su experiencia en la participación de concursos urbanos, ¿Cómo ve a las ciudades en la actualidad?
--A raíz del auge de la construcción ha habido un debate sobre los planes urbanos. Creo que este capital de trabajo hay que saber dónde ponerlo, a partir de determinar cuáles son los lugares más convenientes.
"También se necesitan normativas sencillas, menos burocráticas y claras para todo el mundo. En el caso de Bahía Blanca pareciera que no es una ciudad de mucha complejidad para ponerse de acuerdo en algunas cosas básicas, que no requieren un estudio demasiado sofisticado para entender dónde desarrollar algunas funciones".
--¿Qué opina de los conflictos de los vecinos con los profesionales y empresarios de la construcción?
--Es una situación que también vivimos en Rosario. Es verdad que los profesionales hemos quedado como "destructores" cuando en realidad somos los constructores. También hay intereses particulares de los vecinos que reaccionan cuando se altera su contexto.
"De todas maneras, las ciudades se van transformando y los cambios requieren de nuevos ajustes. Hay barrios que deberían mantener su fisonomía, que no los invadan edificios, y hay lugares donde sí sería conveniente que aparezcan".
--Rosario es una ciudad que ha recuperado mucho de su patrimonio ferroviario. ¿Qué impresión le merece esta arquitectura?
--Todas las ciudades que han tenido la presencia del ferrocarril tienen una marca imborrable, porque esa fue una arquitectura muy bien planificada y realizada. Son estructuras neutrales, que admiten ser reutilizadas y se adaptan perfectamente a muchos usos.
--¿Cuál cree que es la misión más importante de un arquitecto?
--Asumir un compromiso con la ciudad. Tenemos un trabajo cuya responsabilidad no es concentrarnos en nuestro proyecto sino valorar su impacto en la ciudad.
Mario Minervino
Personal.
Nacido en Totoras, Santa Fe, en 1957, Gerardo Caballero es egresado de la Facultad de Arquitectura de Rosario en 1982. Tras colaborar con el estudio Corea-Gallardo, en Barcelona, España, en 1986 obtuvo el master de arquitectura en Washington University, Saint Louis, EE.UU. Fue profesor invitado en las universidades de Arkansas, Kansas y Washington, y ha brindado conferencias en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Méjico y Paraguay.