Thompson: un barrio humilde que quiere crecer con esfuerzo

Redacción de La Nueva.

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 Desde su raíz, el barrio Thompson afronta distintas dificultades y ni siquiera las tierras que lo conforman (comprendidas entre el arroyo Napostá y las calles Juncal, Santa Fe y 1810) tienen dueños establecidos en forma regular.

 Sus primeras manzanas fueron loteadas por la década del 70, sin urbanizarlas y sin tener pagos los derechos de los servicios de luz y agua.

 A esta situación siguió el embargo de tierras destinadas, en un primer momento, a un proyecto de viviendas que no se concretó. Estas últimas, que no eran fiscales sino privadas, fueron ocupadas con casas precarias levantadas por los mismos vecinos.

 Actualmente, quienes viven en el barrio luchan por cambiar su problemático perfil.

 Unas 200 familias, de las 400 que lo habitan, tramitan, desde hace más de una década, la regularización de los terrenos a partir de escribanías públicas y en el marco de la llamada ley Pierri.

 A futuro, este cambio fundamental no sólo permitirá a quienes habitan el sector contar con una escritura, sino, también, tramitar la habilitación de servicios ausentes: gas y obras sanitarias.

 Asimismo, esto tal vez ayude a cambiar la fisonomía de sus calles, que, ante la falta de asfalto y la proliferación de terrenos baldíos, se muestran como una inacabada pintura gris.

Necesidad imperante.
El invierno pega fuerte en las humildes casas precarias del barrio. A falta de gas natural, los vecinos del sector se manejan con garrafas y tubos, amén de salamandras a leña.

 Según señaló la ex presidenta y actual tesorera de la Sociedad de Fomento, Dinora Britos, si bien Camuzzi Gas ya tiene en su poder los proyectos de habilitación del servicio, la empresa espera la regularización de los vecinos, para poder "incluirlos a todos en el paquete".

 Lo mismo sucede con los proyectos para la instalación de obras sanitarias que, además, demandan un servicio de bombeo, dada la irregularidad de los niveles del terreno.

 En cuanto al acceso al agua potable, fue en 2009 que, a partir del programa "Agua Más Trabajo", se consiguió ampliar la cobertura del servicio básico de este recurso por red y proveer al sector de una mejor infraestructura.

 Para entonces, el consumo legal de energía ya se había instalado en el barrio, dejando en el pasado los "enganches" y cables bajo tierra que caracterizaron un período de la historia del sector. Sin embargo, la regularización no implicó que el servicio funcionara en plenitud: actualmente, las luminarias se están reponiendo.

Bajo la piel.
Desde lo social, Thompson se perfila como un barrio humilde, de gente trabajadora, de mediana edad. La mayoría de los jóvenes "debuta" laboralmente en el mercado frutihortícola (sobre calle Libertad) y cerca de medio centenar son beneficiarios del plan Jefes y Jefas de Hogar.

 Según la percepción de Britos, allí no se convive con la inseguridad, aunque "hay gente que hace inseguridad en otros barrios".

 Sin embargo, según datos de archivo, numerosos robos e incendios de viviendas se han sucedido en los últimos años.
Asimismo, el consumo de drogas es otra de las preocupaciones que se palpitan (pero no se hacen oír) en el barrio. Al menos, así lo afirmó un vecino que no quiso darse a conocer, por miedo a las amenazas que se reciben cada vez que alguien realiza una denuncia de inseguridad en el barrio.



Datos.
* Ubicación: avenida Independencia y calles 1810, Juncal y Santa Fe.
* Gas: 0%.
* Agua: 100%.
* Electricidad: 100%, aunque deficiente.
* Asfalto: 0%.
* Obras sanitarias: 0%.
* Transporte: líneas 512 y 504.
* Instituciones: Sociedad de fomento, biblioteca popular e iglesia Evangélica.
* Actividades culturales: Apoyo escolar, cursos de danza, de música y gimnasia.
* Actividad comercial: casi nula.