Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Roban más de un millón de pesos del Banco Nación en Pedro Luro

PEDRO LURO -- Una banda integrada por al menos cinco delincuentes concretó ayer uno de los golpes más importantes de la última década en la región, al asaltar la sucursal Pedro Luro del Banco de la Nación Argentina y escapar con un botín superior al millón de pesos en efectivo. Por el hecho, hasta el cierre de esta edición no se habían producido detenciones, mientras decenas de policías se encuentran abocados a la investigación y la búsqueda de los malhechores.

 PEDRO LURO -- Una banda integrada por al menos cinco delincuentes concretó ayer uno de los golpes más importantes de la última década en la región, al asaltar la sucursal Pedro Luro del Banco de la Nación Argentina y escapar con un botín superior al millón de pesos en efectivo.


 Por el hecho, hasta el cierre de esta edición no se habían producido detenciones, mientras decenas de policías se encuentran abocados a la investigación y la búsqueda de los malhechores.


 Además de los efectivos con que cuentan esta localidad y las restantes del partido de Villarino, estaban trabajando en el esclarecimiento del caso efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones, de la Distrital y de la Policía Científica de Bahía Blanca.


 Según informaron fuentes oficiales, el asalto se cometió a primera hora de la mañana, en la entidad bancaria que funciona en la intersección de las calles 5 y 28, en la zona céntrica de Luro y donde hace trece años se perpetró un hecho similar (ver aparte).


 Cuatro sujetos accedieron a un sector del edificio antes de las 9 de la mañana, sin ser detectados, y allí aguardaron la llegada del gerente Juan Carlos Stessens y de los restantes empleados.


 Para lograr su objetivo, dijeron los informantes, sortearon un paredón ubicado sobre la calle 28 y rompieron el vidrio de un ventiluz.


 Una vez en el interior, y dando muestras de tener conocimiento de las instalaciones y haber realizado inteligencia previa, esperaron escondidos en un sector que carece de sensores del sistema de alarma.

Golpearon a un policía.




 "El gerente, quien llegó a la localidad el pasado 19 de julio, para hacerse cargo de la sucursal, vive en la planta alta y para ingresar debe salir a la calle y luego acceder a través de una puerta lateral", dijo un vocero policial.


 Agregó que poco después de entrar, Stessens fue abordado por los malhechores, quienes portaban armas de fuego y tenían sus rostros cubiertos.


 De la misma manera redujeron después a otros siete empleados bancarios y al subteniente de policía Héctor Namor, quien se hallaba a cargo de la custodia de la sucursal.


 Precisamente, fue el policía quien llevó la peor parte, ya que según las fuentes, habría intentado en un principio oponer alguna resistencia, por lo que fue golpeado por los ladrones.


 Todas las víctimas fueron maniatadas con precintos plásticos que los mismos delincuentes llevaban consigo.


 Enseguida, los malvivientes obligaron al gerente y a uno de los tesoreros a entregar el dinero existente en el tesoro y también el del cajero automático.


 Sobre la cifra total de lo robado, fuentes policiales estimaban ayer a la tarde que podía alcanzar a 1.400.000 pesos.


 Agregaron que, según los testimonios recogidos, los delincuentes habrían mantenido, durante el robo, comunicación telefónica con uno o dos individuos en el exterior del edificio.

Hallazgo del automóvil.




 Una vez logrados sus propósitos, los malhechores escaparon del edificio y abordaron un automóvil Peugeot 307, de color negro, patente GKO 611, perteneciente a Gerardo Ariel Sensini, empleado del Banco Nación.


 Ese vehículo fue encontrado horas después, alrededor de las 14, abandonado y sin daños visibles, en un camino vecinal situado en inmediaciones del Lago Parque La Salada.


 Los investigadores consideraban que allí habrían abordado otro rodado y escapado por la ruta 3, con rumbo desconocido.


 El Peugeot 307 fue observado por un hombre que pasaba por el lugar y que comunicó el hallazgo a la policía.


 Poco después llegaron hasta allí los pesquisas y peritos de la Policía Científica, quienes trabajaron para localizar posibles huellas de los ladrones.


 

Ardid para burlar a la policía








 Desde la comisaría de Pedro Luro se informó que tomaron conocimiento del asalto, minutos después de las 10, cuando un comerciante del sector observó la huida de los malvivientes y avisó telefónicamente.


 El comisario Vicente Minieri, titular de la seccional lurense, admitió que a la hora en la que se estaba desarrollando el atraco, recibieron una falsa llamada de emergencia, en la que se denunciaba un hecho de sangre en la zona de La Isleta, a unos 40 kilómetros de la localidad.


 Según consideran los pesquisas, esa comunicación habría sido realizada por los ladrones, para desviar la atención policía hacia un lugar alejado del ejido urbano.


 "El personal, dentro del que me incluyo, asistió al llamado y corroboró que no era tal lo manifestado en la comunicación telefónica, respecto al presunto deceso de una persona", indicó Minieri.


 De todas maneras, aclaró que tanto a ese llamado como al realizado con motivo del robo en el banco, se acudió inmediatamente.


 Al descubrirse el delito, los efectivos desplegaron un amplio operativo cerrojo en las rutas de la región, aunque no arrojó resultados positivos.


 Fuentes policiales mencionaron que los empleados del banco resultaron ilesos, aunque varios de ellos debieron recibir asistencia médica, ante la crisis de nervios padecida.


 La mayoría permaneció hasta la tarde en el interior de la entidad financiera, ya que debían prestar declaración testimonial en el marco del sumario.


 Por el caso se iniciaron actuaciones caratuladas como robo calificado y privación ilegal de la libertad, con intervención de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 4, del doctor Eugenio Casas.


"Tienen experiencia y son avezados"









 El titular de la Jefatura Departamental Bahía Blanca, comisario mayor Héctor Abel Maggi, resaltó el nivel de logística y la experiencia puestos de manifiesto por los delincuentes que concretaron el millonario robo en el Banco Nación de Pedro Luro.


 "Algunos detalles que hemos ido recabando a lo largo de estas horas, demuestran la experiencia que tienen y lo avezados que son los delincuentes que tomaron parte del robo", dijo a "La Nueva Provincia".


 En este sentido, otras fuentes confirmaron que los sujetos demostraron un perfecto conocimiento de las instalaciones y hasta de los cargos que ostenta cada uno de los empleados.


 Más adelante, y sin avanzar demasiado en sus precisiones, la máxima autoridad policial de la región, dijo que se están siguiendo varias líneas investigativas.


 "Estamos trabajando en algunas hipótesis, pero algunos elementos, que hacen a la mecánica y operatoria, indican algún grado de conocimiento importante en este tipo de modalidad", expresó Maggi.


 Por último, señaló que durante la emergencia se montó un amplio operativo policial, que incluyó patrullaje aéreo y se extendió a las jefaturas departamentales de Tres Arroyos, Guaminí y Coronel Suárez.


"Nos estaban esperando adentro"









 Visiblemente conmovida por lo ocurrido y tratando de reponerse de la pesadilla vivida, la tesorera de la sucursal lurense del Banco de la Nación Argentina, afirmó que fueron cuatro los malvivientes que ingresaron armados en el edificio y redujeron a los empleados a medida que iban llegando a su lugar de trabajo.


 "Nos sorprendieron a todos cuando entramos. Estaban adentro y nos estaban esperando. A medida que íbamos llegando, nos reducían", expresó a este diario Karina Falcón.


 Mientras dejaba la entidad crediticia acompañada por un allegado, la joven indicó que los delincuentes actuaron encapuchados y fuertemente armados.


 "Nos tenían a todos amenazados. Nos ataron con precintos plásticos y nos dejaron tirados en una habitación", dijo.


 Agregó que al momento de tomar el dinero, separaron del grupo al personal jerárquico del banco.


 "Al contador, al gerente y al tesorero los sacaron para realizar la apertura del tesoro y sacar el dinero", explicó.


 Por último, afirmó que los ladrones actuaron con cierta violencia.


 "Golpearon al policía que realiza la custodia y a algunos empleados también le dieron algunos golpes", expresó la mujer.


Nadie observó nada raro









 Pese a que la entidad bancaria asaltada se encuentra ubicada frente a un par de locales comerciales y de oficinas administrativas, ninguna persona advirtió que se estaba consumando el delito.


 Leandro, playero de una estación de servicio YPF situada a metros del lugar, admitió que en ningún momento se dio cuenta de lo que sucedía.


 "Vino una persona que andaba en un Fiat Uno, que creo que era policía, y nos dijo lo que había pasado, pero hasta ese momento no sabíamos nada", expresó.


 El joven señaló que no pudo ver algún movimiento extraño o la huida de los asaltantes.


 "Supimos que se fueron en el auto de un chico que trabaja en el banco, pero no vimos nada. Es más, yo salí a atender a un cliente y pude ver que había gente amontonada en la vereda, pero no estaba enterado de lo ocurrido", indicó.


 La misma versión ofrecieron dos empleadas que trabajan en la sede de CORFO Río Colorado, situada sobre la calle 5, frente al banco.


 "Nos hizo acordar a lo del 97. Nosotras no vimos nada, luego de unos minutos percibimos el movimiento y poco después una persona nos comentó lo que había pasado", señaló una de las trabajadoras, que declinó identificarse.


 Una situación similar relató Oscar Holzman, quien ocupa una vivienda ubicada junto a uno de los paredones laterales del banco.


 "Tengo una perra que escucha un ruidito y empieza a ladrar a lo loco y no hizo nada. Yo me levanté a eso de las 8 de la mañana y no escuché nada", sostuvo.


 "Deben haber saltado un paredón para entrar --agregó--, pero la verdad es que no me di cuenta de lo que pasaba. No advertí movimientos extraños".


Una mañana que rompió la rutina









 La casi religiosa tranquilidad que se respira en la mayoría de los pueblos de estas latitudes, suele quebrarse con sucesos como el que se produjo la calurosa mañana del miércoles 5 de febrero de 1997, cuando cinco delincuentes encapuchados y armados irrumpieron en la sucursal Pedro Luro del Banco Nación y, tras reducir a varios empleados, se alzaron con algo más de 200.000 pesos.


 Todo comenzó alrededor de las 7. El ordenanza de la entidad, Mario Sosa, salió por una puerta lateral que da a la calle 5 y fue golpeado por un desconocido, cuando se disponía a ingresar bolsas del clearing, como hacía rutinariamente.


 Luego de ese ataque, el malhechor y otros dos individuos fuertemente armados, ingresaron en el edificio y exigieron la entrega del dinero. Sólo se hallaban allí el gerente, el tesorero, un empleado de caja y Sosa.


 Mientras duró la maniobra --aproximadamente 25 minutos--, dos cómplices de los atracadores permanecieron sentados en las butacas delanteras de un Fiat Duna blanco, estacionado frente al banco.


 Aunque de la permanencia de ese coche fueron testigos algunos vecinos que pasaban hacia sus trabajos, nadie atinó a comunicarse con la policía, por lo que los delincuentes pudieron huir tranquilamente con el botín.


 Inicialmente se enteraron del robo --el primero a un banco lurense en la historia del pueblo-- los empleados de la estación de servicio YPF, ubicada a pocos metros del lugar, aunque creyeron que se trataba de una broma.


 "Ricardo (empleado del banco) vino corriendo y, desesperado, pidió que llamáramos a la policía, porque tres sujetos habían asaltado el banco y se habían llevado 216 mil pesos. Pensé que me estaba cargando...", dijo uno de los playeros del comercio.


 "Cuando venía a trabajar, noté la presencia del Duna con los tipos en su interior pero, a pesar de la hora, me pareció todo normal", agregó.


 Inmediatamente, la policía de Pedro Luro dispuso un operativo cerrojo que se extendió a toda la zona, realizándose búsquedas en caminos rurales, quintas y galpones, pero todo fue en vano, porque los maleantes desaparecieron con el botín.


 Tiempo después, dos individuos sospechados de tener relación con el caso, fueron detenidos en Punta Alta: Julio Rolón y José Briceño, ambos con antecedentes penales.


 Sin embargo, con el correr de las investigaciones, se determinó que fueron ajenos a la maniobra y el juez federal Alcindo Alvarez Canale, que intervino en el caso, ordenó su libertad, porque no existían "sospechas fundadas" de que estuvieran relacionados con el atraco al banco lurense.