Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Mantuvieron silencio los integrantes de una gavilla

Los cuatro individuos que formarían parte de la gavilla que asaltó el pasado domingo un supermercado de Coronel Pringles y luego protagonizó una espectacular fuga, que incluyó persecución policial y el vuelco del vehículo que ocupaban, se negaron a declarar, aunque siguen entre rejas. Se trata de los hermanos Luciano Nicolás (27) y Mario Ezequiel Ramos (32), Antonio Rafael Villagra (26) y Orlando Román Cupayola (33), quienes comparecieron ante el fiscal Sebastián Foglia, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 9.

 Los cuatro individuos que formarían parte de la gavilla que asaltó el pasado domingo un supermercado de Coronel Pringles y luego protagonizó una espectacular fuga, que incluyó persecución policial y el vuelco del vehículo que ocupaban, se negaron a declarar, aunque siguen entre rejas.


 Se trata de los hermanos Luciano Nicolás (27) y Mario Ezequiel Ramos (32), Antonio Rafael Villagra (26) y Orlando Román Cupayola (33), quienes comparecieron ante el fiscal Sebastián Foglia, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 9.


 La diligencia comenzó el martes, con el comparendo de tres de ellos y concluyó ayer, cuando el instructor de la causa recibió al menor de los Ramos, quien recién el martes a mediodía había sido dado de alta, luego de sufrir heridas por el accidente.


 Los hermanos están siendo asesorados por el abogado particular Sebastián Martínez, mientras que el defensor oficial Gustavo Barbieri asiste a los otros dos imputados.


 La aprehensión del cuarteto, por disposición del juez de Garantías Nº 2, doctor Guillermo Mércuri, se convirtió en detención, encontrándose alojados en distintas comisarías de la zona.


 Mientras corre el plazo de 15 días (prorrogable por otro periodo similar) para el dictado de la prisión preventiva, el fiscal actuante ordenó distintas pericias sobre las armas incautadas (una ametralladora FMK3 de 9mm., dos pistolas, una Bersa 22 y una 40 y varios proyectiles, varios de punta hueca, con gran poder de vulnerabilidad).


 A su vez, dispuso una serie de reconocimientos en rueda de personas y la ampliación de declaraciones testimoniales, entre otras medidas de prueba.


 El doctor Foglia, por otra parte, aguardaba los informes de antecedentes, ya que algunos de ellos, por caso los Ramos, contarían con prontuario.


 La supuesta gavilla está imputada de robo doblemente calificado, por haberse cometido con armas de fuego y en banda y portación de arma de guerra.


 El delito, tal como informáramos ampliamente, se originó poco antes de las 22 del domingo, en el autoservicio, de propietarios chinos, ubicado en Mitre y Belgrano, de Pringles.


 Una vez obtenido el botín (4.250 pesos que después fueron recuperados), los ladrones escaparon en un Renault 19 borravino (que está a nombre de Cupayola), aunque se inició una espectacular persecución policial, a lo largo de más de 30 cuadras de la zona urbana, sin que milagrosamente se registraran heridos.


 En la salida de la ciudad, un patrullero que participaba del cerrojo, proveniente de la ruta 51, virtualmente encaró al vehículo particular y lo obligó a girar bruscamente hacia la banquina, donde finalmente volcó, siendo arrestados todos los sospechosos.


 El comisario Julio Ducid, jefe de la seccional pringlense, destacó la peligrosidad de los asaltantes, teniendo en cuenta que la ametralladora que portaban puede disparar 650 tiros por minuto y la pistola 40, generalmente, es utilizada por sicarios.


 Ahora se procura determinar si los cuatro individuos, o algunos de ellos, tienen relación con otros atracos, dos de ellos cometidos, bajo la misma modalidad, en campos de Pringles y otros registrados en Coronel Suárez y Coronel Dorrego.


Pasó al fuero de Menores







 La causa que se originó por un procedimiento similar, pero en Punta Alta, pasó al fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, al confirmarse que uno de los cuatro detenidos es menor de edad.


 En ese caso, en principio, había tomado intervención el fiscal en turno, Oscar Bautista Duizeide, pero al establecerse que uno de lo sujetos que, de movida, fue identificado como de 18 años, tenía 17, giró las actuaciones a su par de Menores, Christian Yésari.


 Por decisión de la Procuración, cuando en una causa (como ésta) confluyen imputados mayores y menores, el instructor de este último fuero toma exclusiva intervención, a excepción de los casos de flagrancia, en los cuales actúa junto con la UFIJ Nº 15.


 En la víspera, Yésari tenía previsto indagar a Maximiliano José Mussoto (23), Braian Alexis Reier Araya (19), Francisco Roberto Ferrero (28) y el citado adolescente, quienes están imputados de cometer un atraco en la vivienda de Urquiza 754, de Punta Alta.


 El hecho fue en perjuicio del matrimonio integrado por Jorge Basili y Alejandra Fernández, quienes al momento del delito (sobre las 21 del lunes) se encontraban con dos de sus cuatro hijos, que son menores.


 La pareja fue maniatada y despojada de algunos electrodomésticos, ante el fallido intento de sustraerle un botín de 15 mil pesos en efectivo que los delincuentes creían que guardaban.


 Se especula que Reier Araya, quien se quedó afuera de la casa a modo de campana y es hermano de Fernández, habría sido el entregador, según las declaraciones a este diario de la propia damnificada.


 "Hace dos noches me estuve comunicando, por el chat, con un familiar y le comenté, entre otras cosas, que teníamos intenciones de pedir un préstamo por 15 mil pesos. Me respondió que a su lado estaba Brian, un hermano mío que hace mucho que no veo y que hace poco salió de la cárcel.


 "Ahora me entero que, aparentemente, él habría estado afuera de mi casa cuando los otros dos (delincuentes) entraron con las armas a buscar la plata que no teníamos", afirmó la mujer.


 El cuarto acusado (Ferrero) sería el remisero que trasladó a los sospechosos desde nuestro medio hasta la vecina ciudad, cuyo vehículo, poco después del robo, fue interceptado por la policía en Villa Arias, cuando aparentemente emprendían la fuga.