Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Apelación personal de Obama al mundo musulmán

El presidente estadounidense, Barack Obama, cerró ayer su visita a Indonesia con una apelación personal al mundo musulmán a unirse a Occidente en el combate al extremismo y con un elogio a la recuperación de la democracia y la tolerancia religiosa del país asiático, donde vivió de niño.

 YAKARTA (Télam) -- El presidente estadounidense, Barack Obama, cerró ayer su visita a Indonesia con una apelación personal al mundo musulmán a unirse a Occidente en el combate al extremismo y con un elogio a la recuperación de la democracia y la tolerancia religiosa del país asiático, donde vivió de niño.


 Sostuvo que la transformación de Indonesia, la nación islámica más poblada del mundo, se refleja en su propia vida, en los 40 años que pasaron desde que dejó el país cuando apenas era un niño desaliñado destinado a convertirse en el primer mandatario negro de Estados Unidos.


 "Indonesia es parte de mí", alegó Obama en un discurso en la Universidad de Indonesia, en Yakarta, en el que recordó cómo su difunta madre se casó con un hombre indonesio y lo trajo a vivir a la entonces aletargada capital, donde, según contó, remontaba barriletes, corría por arrozales y atrapaba libélulas.


 Admitió los persistentes recelos entre el Islam y Estados Unidos pese a sus esfuerzos por superarlos, y urgió a ambas partes a dejar atrás sospechas y desconfianzas para encontrar similitudes y seguir el camino del progreso.


 En su segundo y último día en este país y antes de partir a Corea del Sur para la cumbre del G-20, el líder norteamericano elogió a la nación insular por sus progresos en el combate a grupos extremistas islámicos como Al-Qaeda.


 "Todos nosotros debemos derrotar a Al-Qaeda y sus aliados, que no tienen ningún derecho a ser líderes de ninguna religión, y ciertamente no de una gran religión mundial como el Islam. Pero aquellos que quieran construir no deben ceder terreno ante los terroristas que buscan destruir. Esta no es una tarea solo para Estados Unidos", añadió.


 Confió sentirse alentado por el reciente rechazo del pueblo indonesio a la era autoritaria del ex presidente Suharto, muerto en 2008, y con su abrazo de la democracia, y agregó que el país es ahora uno de los más importantes de Asia.


 Más de 6.000 personas, en su mayoría estudiantes, colmaron la capacidad del auditorio donde habló Obama para escucharlo en su visita relámpago de 24 horas, que debió acortarse para evitar una nube de ceniza volcánica emitida por el Monte "Merapi" que causó ya trastornos en el tránsito aéreo.


 Su discurso, en la segunda escala de una gira de 8 días por 4 lugares destinada a cimentar relaciones estratégicas de Estados Unidos y a buscar inversiones en los emergentes mercados exportadores de Asia, volvió sobre temas de su alocución al mundo musulmán en Egipto en el 2009.


 Como en aquella ocasión, reiteró su deseo de un nuevo comienzo entre Estados Unidos y el Islam tras años de desconfianza exacerbada por las guerra en Irak y Afganistán.


 El jefe de Estado puso a Indonesia como ejemplo de tolerancia en una tensa era de choque de culturas en la que "un rumor susurrado puede oscurecer la verdad, desatar la violencia entre comunidades que una vez vivieron en paz".


 Obama dio su discurso tras visitar en Yakarta la mayor mezquita del sudeste asiático, Istiqlal. Junto a su mujer Michelle, que llevó puesto el velo sobre la cabeza, fueron recibidos allí por el imán Hayi Mustafá Ali Yakub.