La religión no existe en el Censo 2010
BUENOS AIRES -- ¿Por qué no se pregunta la religión en el Censo Nacional 2010? El interrogante no tiene una respuesta inmediata y tampoco histórica, al tiempo que suscita debates fuertes entre referentes católicos y evangélicos sobre la conveniencia o no de incluirla en la planilla censal.
Por razones, que en la misma Iglesia Católica dicen desconocer, apareció por última vez en el censo de 1960 y desde entonces no volvió a realizarse, convirtiendo al país en uno de los pocos en el mundo en no hacer esta consulta a sus ciudadanos.
Brasil, México, Chile, Perú y hasta Uruguay, considerada la mayor nación atea del continente, exploran sobre la identidad religiosa en sus encuestas poblacionales.
Entre los obispos católicos, pudo constatarse en ambientes eclesiásticos, hay posiciones encontradas.
Un grupo mayoritario consideró que es necesario hacer la pregunta para tener "un panorama cierto, una radiografía más acabada" de la fe que profesan los argentinos.
Otros prelados estimaron que una formulación errada o confusa de la pregunta puede arrogar una tendencia "dibujada". "De esto ya nos tiene bastante acostumbrados el INDEC", ironizó una fuente episcopal consultada por esta agencia.
El ejemplo de México.
Las reservas eclesiásticas en este sentido tienen hoy un ejemplo claro en México, donde los obispos llamaron en un principio a boicotear el censo, al cual definieron como "tramposo" porque la formulación de la pregunta sobre religión es "confusa". Esto, prevén, puede ocasionar dificultades a los fieles para identificar la Iglesia a la que pertenecen.
En cambio, los pastores evangélicos argentinos manifestaron un mayor interés para que el interrogante pueda incluirse en las fichas censales.
Desde el ámbito académico, Fortunato Mallimaci, del Conicet, opinó que la pregunta sobre la religión debe incluirse en los censos, con el objetivo de "poder contar con información certera en el terreno de las identidades religiosas".
"Las religiones son parte constitutiva de la cultura e idiosincrasia de la sociedad argentina. Y su imbricación social, lejos de mostrarse invariable, se va transformando en el tiempo", subrayó el sociólogo para fundamentar su posición.
El último dato más o menos preciso sobre el tema es de 2008, cuando el Conicet --junto con la UBA y universidades nacionales de Rosario, Santiago del Estero y Cuyo-- realizó una encuesta sobre las creencias y actitudes religiosas. Un estudio que fue ponderado por su "rigor científico" al ser presentado por el Secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
Menos católicos.
El relevamiento determinó que el 76,5 por ciento de los encuestados --mayores de 18 años-- dijo ser católico, cifra que significó una caída del 14 por ciento de esa creencia en los últimos 48 años, mientras que un 11 por ciento se manifestó indiferente a la religión.
Un 9 por ciento profesa algún culto evangélico, un 1,2 por ciento pertenece a los testigos de Jehová, y un porcentual similar se divide entre judíos, islámicos y espiritistas. Un 0,9 restante es mormón.
Sin embargo, el dato más llamativo de aquel estudio fue que la mayoría de los argentinos dijo creer en Dios, aunque no asista habitualmente a los oficios de culto ni exprese sentido de pertenencia institucional a las Iglesias. "Ser religioso a mi manera" o "me relaciono con Dios sin intermediarios" fueron frases que resumieron la forma de vivir la religión que tiene hoy la sociedad argentina.