Bahía Blanca | Martes, 24 de junio

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Puentes del Maldonado

Hace 60 años, en agosto de 1949, estaban a punto de ser terminados los primeros puentes construidos sobre el arroyo Maldonado, al tiempo que avanzaban las tareas de ensanche y rectificación de su cauce. Definido por algunos como "el hijo perdido del Napostá", el Maldonado fue el aliviador natural de aquel, cuando las aguas de este curso, nacido en las sierras de la Ventana, llegaban impetuosas a la altura del Parque de Mayo, donde bifurcaban su recorrido, camino al mar. Sin embargo, esa función se vio afectada cuando, en 1906, los creadores del parque cerraron el tramo que cruzaba el paseo.

 Hace 60 años, en agosto de 1949, estaban a punto de ser terminados los primeros puentes construidos sobre el arroyo Maldonado, al tiempo que avanzaban las tareas de ensanche y rectificación de su cauce.


 Definido por algunos como "el hijo perdido del Napostá", el Maldonado fue el aliviador natural de aquel, cuando las aguas de este curso, nacido en las sierras de la Ventana, llegaban impetuosas a la altura del Parque de Mayo, donde bifurcaban su recorrido, camino al mar. Sin embargo, esa función se vio afectada cuando, en 1906, los creadores del parque cerraron el tramo que cruzaba el paseo.


 Si bien se construyó un precario dique, vecino al puente ferroviario, esa intervención fue una de las principales causantes de las inundaciones que sufrió la ciudad cuando el Napostá se veía desbordado por las crecientes generadas por la lluvia en las sierras. Pese a que los técnicos municipales y provinciales remarcaron, durante décadas, la necesidad de reabrir ese curso de agua, no fue hasta 1948 que la Provincia licitó esa tarea, que incluyó el ensanche y la rectificación del Maldonado, considerada la obra hidráulica más importante en la historia de nuestra ciudad.


 En ese esquema fue que la empresa Panedile, adjudicataria de los trabajos, construyó algunos puentes de hormigón, para permitir el paso hacia lo que sería, desde entonces, "el otro lado del canal". Los primeros pasos en terminarse fueron los ubicados sobre Sixto Laspiur y Vieytes, los cuales aún siguen prestando servicios.


 Tras su construcción, las primeras lluvias importantes en la zona serrana se registraron en 1955, poniendo en servicio el nuevo esquema hídrico que terminó con las inundaciones en Bahía Blanca.