Ajustan controles sobre los patrulleros
La Jefatura Departamental de Policía ajustó el control de los choferes que conducen los móviles de la fuerza, a fin de evitar accidentes de tránsito como los ocurridos en los últimos meses.
"Más allá de que le imprimimos una proactividad distinta a la policía, estamos controlando que esa proactividad no se transforme en un libertinaje en la conducción, que cada hombre que maneja una unidad, no transforme lo que debería ser una ayuda en un potencial riesgo", expresó el comisionado Héctor Abel Maggi.
Informó que los efectivos involucrados en el manejo tienen un permiso para conducir adicional al del común de los automovilistas particulares.
"Todos tienen licencia profesional y un carnet habilitante para vehículos de emergencia (categoría 7.1), que se rinde en la Municipalidad y tiene el aval de la dirección de Automotores y Embarcaciones Oficiales (DAEO), que depende del ministerio de Seguridad", explicó el policía.
Consideró que la forma en la que el móvil acude a una emergencia, depende en buena medida de las instrucciones que el chofer reciba del operador de la Radioestación.
"Cuando el despachante hace el desplazamiento de móviles, le va sugiriendo a los choferes prontitud o tranquilidad al llamado. Es él quien pone la mesura o imprime velocidad cuando es necesario", aseguró Maggi, para aclarar que no existe una escala en la gravedad de las emergencias.
"Una cosa es una emergencia que surge por una persona con una crisis nerviosa, que la misma persona con crisis nerviosa, pero portando un cuchillo", ejemplificó.
Sentido común.
El comisionado Maggi aseguró que los choferes participan de academias y reciben del titular de la comisaría que le corresponde por jurisdicción, las precauciones a seguir en el manejo de los móviles.
"Se les dicen cuáles son las preeminencias, pero hay un grado de criterio y voluntad que no podemos manejar, que es cuando el efectivo está a bordo de la unidad y va al llamado", resaltó.
Reconoció que cuando el 10 de junio pasado, un Chevrolet Astra de la comisaría Segunda que acudía a una emergencia, chocó con un coche en Zelarrayán y San Juan, milagrosamente el hecho no tuvo consecuencias peores.
Según el archivo de este diario, el patrullero se dirigía a la plaza Italia, del barrio San Roque, ya que desde el 911 había sido requerida la presencia de una mujer policía, y el único personal femenino disponible se encontraba a bordo del Astra.
A causa del impacto, resultaron lesionados los dos efectivos y el conductor del Volkswagen Gol GL, Alejandro Jaure (24).
"Así como no se produjo ninguna desgracia personal, mucho pudo haber pasado. El hecho de tener prioridad ante el uso de sirenas y balizas, no nos exceptúa de las reglas generales del tránsito", indicó.
"En algunas actuaciones --continuó Maggi--, más allá del expediente judicial, yo di intervención a Asuntos Internos para investigar la conducta del efectivo; pero hasta ahora no llegó nada cuestionando a ninguno de los choferes. De todas formas, el que tiene una colisión y no está claro su grado de culpabilidad, se lo aparta, se verifica cómo es la situación y muchas veces, la carencia de choferes, nos obliga a volverle a dar una unidad".
Se reparan 90 móviles por mes
Entre 80 y 90 móviles ingresan, mensualmente, en el galpón donde se reparan los vehículos policiales que sufren desperfectos mecánicos y accidentes.
El subteniente Claudio Fernando Ferreiro, con 16 años de servicio en la fuerza, supervisa desde febrero de 2008 el taller que funciona en Brickman 1650, y responde a la dirección General de Logística de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Diez efectivos con conocimientos en mecánica, chapa y pintura y electromecánica, realizan turnos diarios de 8 horas para efectuar los arreglos que permitan al móvil regresar a las calles.
"Acá se hacen todo tipo de reparaciones de los móviles de Bahía y algunos de la zona. Ahora tenemos una camioneta de Coronel Dorrego volcada, y atendemos entre 90 y 100 vehículos por mes", expresó Ferreiro.
"El móvil viene entre las 6 y las 22 y hacemos todo lo que tenga que ver con mecánica, chapa, algo de pintura, tren delantero y otras necesidades", agregó.
Ferreiro destacó a qué se apunta cuando reacondicionan un móvil. "Lo que mayormente procuramos es que el personal no se lastime por circular en un móvil que no se encuentra en condiciones, a punto tal que los estamos llevando a hacer la VTV", indicó.
Por el mismo taller están pasando los Chevrolet Astra que la fuerza local recibió meses atrás, para hacer los servicios correspondientes.
"A los móviles nuevos les hacen (en las concesionarias) los servicios oficiales y, a partir de ahí, de la provincia nos envían los elementos originales (filtro y demás repuestos) para hacerles nosotros el mantenimiento desde los 20.000 a los 100.000 kilómetros", resaltó.
El vocero dijo que, entre los móviles que se encuentran en circulación, varios fueron recuperados tras permanecer virtualmente abandonados.
"Había 30 vehículos circulando en Bahía cuando me hice cargo del taller, y hoy son 70 las unidades rodando", señaló.
Blandos, pero duros.
Ferreiro consideró que si bien los patrulleros modernos son "blandos" de chapa, están preparados para proteger el material humano.
"Los Astra cuidan mucho la integridad de las personas que van adentro. Si andás en un Falcon y chocás, el auto no se rompe tanto, pero te lastimás vos. El último Astra que chocó, no tiene nada roto", afirmó.
El entrevistado destacó que el aporte de repuestos de la Unión Industrial de Bahía Blanca, permitió recuperar 27 móviles, y que la Municipalidad les provee, por un convenio, de las autopartes necesarias para otras 20 unidades.
"Si los móviles son cuidados, cuanto mucho habrá que cambiarle una pastilla de freno o una rótula, como a cualquier vehículo particular", concluyó Ferreiro.