Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

La escuela de Villa Floresta necesita muchos más alumnos

En cuarto año de la escuela Nº 64, la señorita Patricia tiene diez alumnos: nueve varones y una nena. Y el jueves último, se enfermaron dos... Así, con pocos chicos en aulas que podrían albergar a más de veinte, con salas vacías y más silencio que alboroto, luce hoy la centenaria escuela de Villa Floresta, luego de un constante proceso de descenso de matrícula que las autoridades atribuyen a diversas razones, pero que también está relacionado con la deserción y una compleja situación escolar.
La escuela de Villa Floresta necesita muchos más alumnos. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

 En cuarto año de la escuela Nº 64, la señorita Patricia tiene diez alumnos: nueve varones y una nena. Y el jueves último, se enfermaron dos...


 Así, con pocos chicos en aulas que podrían albergar a más de veinte, con salas vacías y más silencio que alboroto, luce hoy la centenaria escuela de Villa Floresta, luego de un constante proceso de descenso de matrícula que las autoridades atribuyen a diversas razones, pero que también está relacionado con la deserción y una compleja situación escolar.


 La EPB Nº 64 "Lomas Valentinas" está en Eduardo González 1.600, rodeada de quintas y terrenos con árboles y con una luz natural que llega a todas las dependencias.


 El edificio cuenta con un patio grande, un salón de actos, tres aulas para la mañana, tres por la tarde y biblioteca; en total, 550 metros cuadrados cubiertos, para un promedio de 23 alumnos, de entre 6 y 11 años, en cada turno.


 Como se debieron integrar dos cursos (los alumnos de 5º y 6º están juntos en un aula, porque son algo más de diez), queda un aula sin usar, cuando en las escuelas del micro y macrocentro (tanto públicas como privadas) hay cursos con más de 30 alumnos y lista de espera.


 La situación de esta EPB es la más crítica de la ciudad en cuanto a matrícula, situación que el año último padeció la EPB Nº 62, de Bella Vista (ver aparte). Igualmente, hay otras dos instituciones (la escuela del barrio Obrero y la ubicada en Chiclana al 800), con 80-100 alumnos.


 La nueva inscripción en las instituciones públicas, que prioriza el lugar en el que viven los niños para que estos accedan a un banco en un establecimiento próximo a sus casas, ayudó a las escuelas de los barrios, pero no en el grado que se precisa.


 Ivana Aiello, quien hace pocos meses tomó la dirección de la EPB de Villa Floresta, lamenta que mientras haya chicos que no tienen lugar o necesitan mayor atención para la enseñanza, "acá tengamos aulas con tan pocos. Queremos hacer que vuelvan los chicos y pedimos la ayuda de todos. La escuela está abierta".


 Consultada sobre la razón de la baja matrícula, Aiello afirma que en el barrio no existe gran cantidad de chicos y que, al no tener la secundaria básica, los padres con varios hijos prefieren un establecimiento que cuente con opciones para todos.


 "Antes, teníamos el tercer ciclo, pero hace dos años que ya no funciona y eso ha contribuido para esta situación. Es una escuela hermosa, pero desaprovechada", admite.


 Para algunas autoridades, la ubicación del edificio no ayuda para ampliar el alumnado y para otras, influyen varias causas, por caso el abandono escolar registrado en toda la ciudad, cuyas cifras actualizadas no se conocen porque están terminando de completarse las plantas orgánicas funcionales de cada establecimiento.


 Se considera, entre otras razones, que el Patronato de la Infancia ya no tenga chicos internados, porque muchos de ellos cursaban en la EPB Nº 64.


 El inspector jefe distrital de Educación, Miguel Angel Romero, reconoce que la EPB Nº 64, en cuanto a matrícula, es la que más inquieta, pero descarta que se adopte cualquier tipo de decisión referente a su cierre y alienta la iniciativa institucional de lograr matrícula del sector, buscando ayuda de las distintas instituciones del barrio.


 "No hay peligro de cierre. Sabemos que si una comunidad se preocupa por su escuela, como sucedió en otras, se recuperarán los alumnos y el compromiso de todos es muy fuerte en este caso. Si mantenemos escuelas rurales con dos chicos, es inaudito pensar en cerrar una escuela tradicional de un barrio. Estamos abocados a revertir la situación".


 Lo cierto es que la EPB Nº 64 refleja una de las paradojas de la educación pública de Bahía Blanca, porque, mientras hay instituciones (especialmente las del micro y macrocentro) con sobredemanda, existen otras con escasa matrícula, con reducción de carga horaria de docentes y fusión de cursos.


 También hubo cierre de secciones en instituciones privadas, pero más que nada en el nivel medio.


 Y hay secundarias básicas que necesitan más espacio, para albergar la demanda.

Hacia el siglo




 La EPB Nº 64 "Lomas Valentinas" (ex "Láinez 59" o "de la cárcel Villa Floresta") fue inaugurada el 13 de octubre de 1910, y durante 71 años funcionó en una precaria casa, en las calles Lucero y Espeche.


 El padrinazgo fue asumido por el Regimiento 5 de Infantería, cuando éste estaba destinado en nuestra ciudad, y por eso se la bautizó con el nombre de "Lomas Valentinas", en memoria de una de las batallas de la Guerra de la Triple Alianza, librada el 27 de diciembre de 1868, epónimo de la denominación de la plaza de armas del acantonamiento. Desde 1965, el padrinazgo corresponde al Batallón de Comunicaciones 181.


 El nuevo edificio, habilitado en 1981, se levantó en los terrenos donados por Décimo Cantarelli y Evarista Vallini, en uno de los laterales del batallón.


 En el turno mañana, funcionan 4º, 5º y 6º años; 1º, 2º, y 3º, a la tarde. La escuela tiene 15 docentes en total (incluyendo al personal directivo) y los porteros usualmente no se adhieren a los paros. También se ofrece servicio de comedor para los niños que provienen de familias carenciadas.


 El edificio está bien conservado, aunque precisa el cambio de los sanitarios, puesto que el baño de los varones tiene inodoros turcos.


 Para el 6 de junio venidero se organiza un festival, con la premisa de recaudar fondos con miras al centenario del año próximo, y para el que están convocados todos quienes hayan pasado por las aulas. El mejor regalo será, sin dudas, una matrícula mucho más numerosa.

Secuelas de la crisis en el campo




 En dos de las cinco escuelas rurales que funcionan en el distrito, se ha registrado un descenso de matrícula, sobre todo en los últimos meses, debido a la crisis del sector agropecuario.


 Ninguna está en riesgo de cierre, pero en la Nº 51, de La Carrindanga, de seis alumnos, hoy cursan dos, y en la Nº 56, de La Hormiga, de ocho quedaron cuatro.


 Si bien la cantidad de chicos en las escuelas rurales es extremadamente fluctuante, porque depende de la población en las quintas y campos, fuentes oficiales indicaron que la falta de trabajo en cosechas y siembras ha provocado el traslado de las familias hacia lugares con mejores expectativas.


 En total, hay 27 alumnos en las cinco escuelas; tres tienen cuatro, dos tienen dos y 1 tiene 11.

La experiencia de Bella Vista




 La escuela Nº 62, ubicada en Yapeyú 1.200, pasó de tener 57 alumnos, en 2007, y estar a punto de ser cerrada, a contar con 91, en la actualidad. El aumento de la matrícula se debió a que la institución inició un trabajo mancomunado entre exalumnos, vecinos y fomentistas.


 Igualmente, en enero, sólo hubo dos pequeños para el comedor, mientras que no hubo matrícula para el mes de febrero.


 Se registró un cambio en la composición del alumnado, se lograron refacciones edilicias, con aportes de todos, y se mantiene el entusiasmo para continuar abarcando matrícula del sector, beneficiada, también, por la aplicación del sistema de ingreso que tiene en cuenta el radio.


 Lo importante es trabajar con el barrio, según explicaron las autoridades, quienes admitieron que el centenario de la institución sirvió para unir a la comunidad en torno de "su" escuela.

Karina Cuchereno/"La Nueva Provincia"