Un ratoncito valiente gana por su encanto

Redacción de La Nueva.

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 "¿Eres un hombre o un ratón?" La pregunta popular que procura discriminar entre valientes y cobardes funciona --por antonomasia-- como piedra basal del relato de Despereaux: un pequeño gran héroe, otra cinta de corte familiar de factura Disney que llegó esta semana a la cartelera local.

 Se trata de una producción de trazos clásicos de esa casa, un relato asistido por un narrador en off que pasa páginas de un antiguo libro y le cuenta al espectador sobre Despereaux, un ratoncito que desde su propio nacimiento denotó grandes diferencias de carácter y personalidad respecto de sus congéneres. Esas particularidades que lo llevarán a parecerse más a un señor de brillante armadura que a un escurridizo roedor y a vivir las más insólitas aventuras.

 Apenas en la cuna Despereaux mostró sus ojos y orejas atentos al entorno y una total carencia de temores. Sus padres, maestros y amigos lo vieron crecer temerario y explorando rincones que pudieran llevarlo hacia mundos no conocidos.

 Fue así como llegó a la biblioteca del castillo, en cuyos subsuelos se encuentran el simpático Mundo de los Ratones y el tenebroso Mundo de las Ratas. Entre miles de libros, el protagonista leyó por primera vez una historia de princesas y caballeros y se fascinó con la perfección de la frase "Érase una vez...".

 En esas incursiones, Despereaux conoció a la princesa del reino de Dor, una muchacha nostálgica que añoraba la sopa de la cocina del chef, el sol y hasta las ratas que abundaban en su pueblo antes de que un pequeño accidente terminara en tragedia y todo se volviera tiránico, gris y aburrido.

 Despereaux no llegó a ese nuevo escenario sin un sentido: el de rescatarlo y redimirlo, como corresponde a todo digno héroe. Claro que antes debe sortear debidos y abundantes los obstáculos.

 La historia sigue el bosquejo del libro Despereaux: Es la Historia de un Ratón, una Princesa, una Cucharada de Sopa y un Carrete de Hilo, éxito de ventas desde su publicación en 2003 y premiado con la medalla Newberry y el premio al Mejor Libro del Año en su categoría otorgado por "Publishers Weekly".

 Guionistas, director y directores de animación respetaron tanto el espíritu como el estilo narrativo de la autora y lo plasmaron en pantalla a través de personajes complejos y que dan por tierra con los prejuicios que los señalan --un ratón valiente, una rata noble, una sirvienta que puede ser princesa por el simple hecho de ser una niña, un tirano no por esencia sino por consecuencia-- y de movimiento de cámaras y fotografía que transmiten candor y belleza.

 Y aunque las historias de ratones míticos o no tanto --Ratatouille o las dos hispano-argentinas El Ratón Pérez-- se han vuelto recurrentes, es posible encontrar entre ellas diferencias que las tornan disfrutables, más allá de sutiles coincidencias que no hacen a lo medular de una película encantadora para compartir con los más pequeños.

Calificación: 7

María Inés Di Cicco/"La Nueva Provincia"