El "kiosco saludable" ¿Utopía o realidad?
En los orígenes del mundo los antepasados del hombre necesitaban moverse (y mucho) para conseguir su comida.
Para consumir proteínas era necesario, por lo menos, cazar un animal. La base de la dieta de entonces: muchas raíces y, presumiblemente, muy poca carne.
Pero eso fue cambiando: hoy la comida viene elaborada y requiere menos esfuerzo (en términos de ejercicio físico) ir a buscarla.
Y todos los alimentos elaborados tienen por lo general exceso de hidratos de carbono, gran culpable de la epidemia de diabetes.
"Hoy la diabetes de tipo 2, la diabetes adquirida del adulto, se observa en chicos de entre 10 y 15 años por obesidad, y esto es un fenómeno a nivel mundial", señaló la presidenta de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), Liliana Grinfeld.
El otro gran problema, agregó, es la hipertensión arterial, muy dependiente del consumo de sal.
"Todas las comidas tienen sodio o conservantes, principales fuentes de la hipertensión", dijo.
Según datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, hecha por el ministerio de Salud de la Nación, por lo menos uno de cada dos argentinos incrementa su riesgo cardiovascular con la alimentación. El 49% de la población tiene sobrepeso u obesidad, el 45% le agrega sal a las comidas, y el 35% consume pocas frutas y verduras.
Uno de los grandes problemas de nuestra cultura alimentaria, según opinó Grinfeld, con motivo de la presentación de un libro de recetas saludables de la organización, es que las iniciativas que promueven la venta de alimentos saludables en las escuelas son muy pocas y dependen casi exclusivamente de la voluntad aislada de cada comunidad educativa.
"Si bien algunos colegios han iniciado la promoción y venta de comida sana, no existe una reglamentación en este sentido a nivel oficial. En las escuelas públicas no debiera haber opciones no saludables, solamente tendría que haber alimentos sanos porque es una colación para los chicos, no se precisa nada elaborado, puede ser una fruta o un yogurt, nada de esto tiene por qué ser desagradable para ellos", consideró.
En el gusto por las comidas sanas se educa desde la niñez, dijo, y en este sentido la presidenta de la FCA señaló como importante "enseñar a los docentes que les inculquen a los chicos la importancia de una buena alimentación y de la práctica de actividad física diaria".
"Hay que buscar todas las opciones para que los chicos no rechacen los alimentos", añadió.
Introducir los alimentos sanos como ingredientes dentro de las comidas que a los chicos les gustan puede ser una buena estrategia.
En el informe de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo asegura que el 31% de la enfermedad coronaria y 11% de la enfermedad cerebrovascular se deben a no comer suficiente cantidad de frutas y verduras.
Omnipresentes pero evitables
Según la doctora Grinfeld, las porciones de la comida que se ingieren hoy son cada vez más grandes, con lo cual la obesidad comienza a jugar un papel decisivo en la salud.
Las grasas son muy utilizadas en la industria para abundar los alimentos. En especial las denominadas grasas trans, que si bien dan buen sabor, terminan siendo tóxicas para el sistema cardiovascular.
Las grasas están formadas por distintos "bloques". Uno de ellos se denomina "saturado", y hace que la grasa sea dura y sólida a temperatura ambiente: ese tipo de grasas no es saludable.
Otro bloque es el de la grasa monoinsaturada: se encuentra en la palta, las aceitunas, el aceite de oliva, las semillas y las frutas secas.
Finalmente, están las grasas poliinsaturadas que tienen dos variables: las omega 6 que están presentes en los aceites habituales, y otras que se llaman omega 3 que están en los pescados.
Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas son necesarias en la dieta, y es bueno consumirlas en los alimentos crudos, porque en general la cocción altera sus propiedades y las convierte en aceites menos saludables.
La alta ingesta de grasas saturadas y trans se encuentra asociada con un aumento de eventos cardiovasculares, mientras que el aumento de consumo de grasas poliinsaturadas puede prevenirlos.
Al momento de comprar un alimento envasado conviene ver la "letra chica" de las etiquetas, esto es mirar el contenido de hidratos de carbono, de grasas trans y de proteínas.
Una alimentación ideal es la que tiene alto contenido en proteínas y bajo de grasas e hidrato de carbono.
Los "infaltables"
* Frutas de todo tipo
* Jugos de frutas como la naranja y el pomelo, tienen mucha vitamina C
* Verduras de hojas verdes
* Zanahorias
* Frutas rojas (reemplazan al vino tinto)
* Pescado
* Cortes magros de carne de vaca
* Cortes magros de carne de cerdo
* Pollo sin piel (cuidar que no sean pollos alimentados con hormonas)
* Clara del huevo (se puede comer hasta 4 huevos por semana)
* Beber mucho agua para hidratarse o jugos de frutas naturales
* Arroces con verduras
* Pastas de grano duro con poco contenido en huevo
* Derivados de la leche pero descremados
* Verduras verdes (tienen alto contenido en hierro)