Herramientas para jerarquizar la profesión

Redacción de La Nueva.

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 El Colegio de Técnicos de la provincia de Buenos Aires, distrito VI, sigue apostando a mejorar, día a día, la atención del matriculado haciendo hincapié, entre otros temas, en la capacitación y progreso.

 Así lo manifestó el titular de la institución, Alberto Crescenzi, quien estuvo acompañado por Roberto De Marco, Técnico Superior en Higiene y Seguridad, y Jorge Ascolani, Maestro Mayor de Obras.

 "Seguridad e Higiene es, para los técnicos, la vedette de este momento, habida cuenta que todas la empresas de alto riesgo exigen un representante", dijo Crescenzi, quien se mostró a favor de la toma de conciencia en el desarrollo de todas las actividades laborales.

 "El Colegio apunta a que nuestros técnicos difundan lo que es la medida de seguridad. Son seguidores constantes de las obras en construcción de todas las empresas. Se monitorea constantemente para concientizar a las empresas de los riesgos que son los trabajos en altura, sin protección, etc.", señaló Crescenzi, quien también hizo referencia a los cursos que se dictan en la institución de calle Fitz Roy 382.

 "Se está pensando en la realización, para el venidero año, de cursos superiores de urbanismo, estructuras, etc. para capacitar aún más a nuestros técnicos. Jerarquizar la profesión. Y nos sentimos orgullosos de hacerlo", contó, a la vez que volvió a remarcar su frase de cabecera: "En todas las obras de construcción siempre hay un técnico, ya sea gasista matriculado, instalador de sanitarios, electricista, entre otros".

 "En el 90 por ciento de las obras hay un técnico en actividad", remarcó.

 "Por caso, el Instituto de Capacitación Superior que va a crear el Colegio de Técnicos en toda la Provincia va a servir para cumplimentar todas las carencias y en dos años especializar, al margen de lo que estudió cada profesional, en temas como urbanismo, estructuras y proyectos, entre otros", aseveró Crescenci, quien señaló que en Bahía Blanca hay alrededor de 450 matriculados y contando la región la cifra se extiende a 700.

 "Que la juventud se acerque a la institución, que es de puertas abiertas. Siempre estamos dispuestos a dar una mano", sostuvo.

Una cuestión de seguridad.

 Roberto De Marco, por su parte, destacó que el tema de la seguridad está instalado desde hace años en todas las empresas.

 "La seguridad va de la mano con lo que es el mundo laboral. En toda empresa, pyme o micropyme, se trata de reducir la siniestralidad laboral y de otorgarle bienestar a los trabajadores. En nuestro caso, en todo lo relacionado con la construcción o la industria en general", dijo De Marco.

 "Hacer el trabajo bien y con seguridad, que no haya accidentes. Pretendemos que el empleado entienda cuáles son los riesgos. Cuanto más se conoce el puesto de trabajo, más se debería saber cuáles son los riesgos inherentes a ese trabajo y la posibilidad latente de que se pueda producir un accidente. Ahí es donde actuamos nosotros", afirmó De Marco, quien señaló que la misión específica es el asesoramiento conjunto para el operario, supervisor y líder de empresa.

 "La seguridad no es un gasto, sino una inversión. Si yo cuido al empleado y éste trabaja y no se accidenta eso genera un bienestar en general. La inversión en factor humano, que no se trate sólo de un número", subrayó De Marco, quien aclaró que poco a poco se va tomando conciencia.

 "Esto estaba muy dividido. En el Polo Petroquímico de Bahía Blanca la seguridad está muy bien arraigada. Fuera del Parque Industrial, en cambio, no sucede lo mismo; es ahí donde tenemos que hacer más hincapié. En la calle se ve permanentemente en las obras", aseguró.

 La cantidad de profesionales es otro dato relevante, teniendo en cuenta que Bahía Blanca es la última puerta al sur donde egresan técnicos en Seguridad e Higiene.

 "La gran mayoría de los profesionales desarrollan sus trabajos en el sur, en empresas petroleras o de construcción. Son buscados desde el Colegio bahiense, que es la institución que los cobija y por eso no debemos descuidarlos", añadió De Marco, quien ejerce docencia desde hace 23 años en la escuela Técnica (hoy Nº 2) en el área de construcciones.

 "Estamos tratando de moldear los nuevos técnicos y los nuevos maestros mayores de obra con la nueva tecnología. De a poco el tablero va quedando de lado, la computación va ganando espacio. Se busca un nuevo perfil y por suerte muchos chicos decidieron abrazar esta profesión, formarlos e inculcarles los métodos para que salgan preparados", puntualizó.

 "Pretendemos jerarquizar esta profesión. Si no lo hacemos nosotros no lo va a hacer nadie. Los técnicos están avanzando permanentemente y pongo como ejemplo a los electricistas. La mejor manera es con reuniones, capacitación, diálogo y convenios", manifestó.

 Jorge Ascolani tiene una vasta experiencia en materia de construcción, ya que comenzó a ejercer como profesional en el año 1966.

 "El título de Maestro Mayor de Obras parece algo pequeño, pero dada mi experiencia debo decir que es un gran título. Personalmente me permitió formar una familia y crecer; por eso les digo a los chicos que con un título secundario se pueden hacer muchas cosas", señaló Ascolani.

 "A pesar de la competencia existente con otras matrículas, como la de ingeniero y arquitecto, siempre ha habido salida laboral. Nuestra incumbencia nos permite construir hasta cuatro pisos. Por caso nuestra capacidad está puesta de manifiesto en sectores como el barrio Universitario, además de numerosos barrios realizados en la ciudad, siendo amplio el mercado para nuestra profesión", sostuvo.

 "En este momento decayó la mano de obra calificada, por lo que nosotros estamos dispuestos a ayudar, a elevar esa categoría porque sabemos y podemos hacerlo. Bahía Blanca es unas de las ciudades del país que estuvo y está en los primeros planos en cuanto a nivel de construcción", sintetizó.

 --¿Cómo se hace para solucionar esa carencia de mano de obra especializada?

 --Concientizar. En todas la obras que visito siempre digo lo mismo: "El negocio de la construcción es no volver a la obra". Tener que volver a corregir un defecto nos hace perder prestigio y plata.

 "Hay gente con mucha capacidad laboral, pero no está concientizada con el trabajo. Les falta ese pensamiento de hacerlo bien para evitar problemas".

 --Es una buena manera de cambiar conductas.

 --Son las mismas conductas que nos inculcaron nuestros viejos artesanos y mi generación fue la última que vio a todos los artesanos carpinteros, plomeros, herreros. Nos nutrimos de ellos y ahora la juventud no tiene la oportunidad de aprender de esa gente tan sabia.

 "Construcciones como la del Teatro Municipal, donde intervinieron nuestros abuelos, es un verdadero orgullo para la ciudad. Son obras de 100 años y están en pie, no hay rajaduras ni fisuras. Además, es un actividad que nos permite trascender a través de lo que uno hizo".

 --¿Cuánto se aprende mirando y cuánto en la práctica?

 --Si uno tiene ganas, mirando se aprende mucho. En la construcción se aprende de la misma manera, encuadrando y focalizando, observando cada detalle. Como relación costo-beneficio, ser Maestro Mayor de Obra es muy bueno; uno empieza a trabajar diez años antes y tiene toda la fuerza para desarrollarse y crecer.

 El 10 de octubre de 1898, el gobierno aprobó el plan de estudios elevado por el ingeniero Otto Krause (nativo de Chivilcoy y quien viviera entre 1856 y 1920), tendiente a crear, dentro del Departamento Industrial, los cursos de Mecánica, Química y Maestro Mayor de Obras.

 En conmemoración de este hecho histórico, que un año después derivó en la creación de la Escuela Industrial de la Nación, se celebra hoy en nuestro país el Día del Técnico.

 Actualmente, el Colegio bahiense cuenta con una matrícula de 450 profesionales.