Por qué se demolieron casas en Espora
El subjefe de la base aeronaval Comandante Espora, Sergio Sánchez, explicó que la demolición de 11 casas del barrio Espora, a metros de la ruta 252 y unos nueve kilómetros de la plaza Rivadavia, se debió a que las viviendas se habían vuelto inhabitables e, incluso, riesgosas, después de años sin uso.
"Por supuesto que se pueden arreglar, pero hay costos en cimientos y rajaduras que son mayores que el valor intrínseco de las viviendas. Hemos tenido contacto con gente que nos ha preguntado cómo, habiendo tanta necesidad social, se tiran abajo las casas. Seguramente, ver una topadora no es agradable, pero casi todo el barrio sabe el esfuerzo que hacemos para mejorarlo", dijo.
Sánchez respondió, así, a las quejas que habían presentado varios vecinos, por distintos medios de difusión.
Sin embargo, consultadas por "La Nueva Provincia", esas mismas personas se negaron a ratificar lo dicho respecto de las casas, que fueron construidas en la década del 40 y habrían estado desocupadas en los últimos diez años.
"Hicimos asambleas comunicando lo que íbamos a hacer. Teníamos informes técnicos de nuestros propios organismos (incluso, de la Municipalidad y de Vialidad Nacional) que indicaban que las casas eran peligrosas. Tenían rajaduras y sus instalaciones eléctricas y de gas no estaban aprobadas", agregó el militar.
Viviendas "reubicadas"
En la base aeronaval, viven unas 180 familias, divididas en tres barrios: uno de oficiales, otro de suboficiales y un tercero de personal civil, donde siete casas de madera, sin puertas ni ventanas, también vacías y de la década del 40, serán "reubicadas".
"Son canadienses y se trajeron al país desarmadas. La idea es desarmarlas y recuperarlas, para, cuando dispongamos de los recursos, volverlas a armar y dejarlas habitables. No es cierto que queramos venderlas. Tenemos prohibido hacerlo. Son muy viejas, pero de muy buena madera de pinotea. Es más, tratamos de que no nos las roben", señaló Sánchez.
También los árboles
Este diario estuvo ayer en el lugar y una vecina del sector civil comentó "lo feo que está quedando todo", con la tala y poda de árboles que se está haciendo en el lugar.
"Nos preguntan por qué tiramos abajo los árboles. Están las fotos, informes de cada árbol y plan de reforestación, que implica 3 mil ejemplares nuevos en la zona. Hemos traído viveros para que nos ayuden, limpiado, sacado 290 camiones de basura y malezas", explicó Sánchez, agregando que "la cuestión ambiental genera un poco de sensibilidad".
"Me parece sensato --dijo--, pero son árboles que han sufrido mucho el viento norte y nacido con 30 o 40 grados de inclinación. En cualquier momento, se podían caer arriba de una casa".