El espíritu de Gaudí, en una plazoleta del barrio Palihue
Un pequeño terreno "residual" ubicado en un lugar estratégico del barrio parque Palihue pasará a conformar una singular plazoleta como homenaje a la ciudad hermana de Reus, capital de la Comarca del Baix Camp, en Cataluña, España.
El diseño del paseo, inspirado en la obra del emblemático arquitecto catalán Antonio Gaudí, será un aporte adicional para un paisaje enriquecido por la abundante vegetación y con un particular movimiento de estudiantes universitarios.
Reus es una de las nueve ciudades hermanas de Bahía Blanca, la única ubicada en España, condición vigente desde 1994 y que pretende promover un intercambio cultural y científico y auspiciar toda iniciativa que profundice los vínculos entre los habitantes de ambas ciudades.
El 11 de abril último, en ocasión de celebrarse el 180 aniversario de la fundación de Bahía Blanca y como coronación de una inquietud del Casal Catalá local, que reúne a los descendientes de esa región de España en nuestra ciudad, se dio el nombre de "Ciudad Hermana de Reus" a una plazoleta ubicada en el barrio parque Palihue, frente al acceso al campus universitario que posee la Universidad Nacional del Sur, sobre calles Payró y Constituyentes.
Para la ocasión, llegó a nuestra ciudad Angel Cortadelles i Bacaria, director general de Relaciones Internacionales del gobierno de la Generalitat de Cataluña (ver aparte), en una visita que tuvo, además, el objetivo de reforzar los intercambios culturales entre ambas urbes.
Acompañado en su visita a la ciudad por Jorge Blanes y Miguel Puig, autoridades del Casal Catalá, el funcionario se manifestó por demás entusiasmado por el diseño que se pretende desarrollar en la plazoleta mencionada, poniendo a disposición todo tipo de asesoramiento y apoyo, para su efectiva concreción.
Colorido y sensualidad
Desde que, en 1996, Reus bautizó con el nombre de Bahía Blanca a una de sus calles, se generó en nuestra ciudad la necesidad de retribuir ese gesto de hermandad.
Por eso, entre el Casal Catalá y el municipio, se barajaron varias ideas, hasta encontrar la pequeña rotonda formada por las calles Payró y Constituyentes, la cual, en principio, serviría para alojar una placa o monumento alusivo a Reus.
Sin embargo, los arquitectos municipales, en particular Alberto Casali, sugirieron que la plazoleta se convirtiera en un homenaje desde su diseño integral.
En este punto, surgió la figura del arquitecto Antoni Gaudí (nativo, precisamente, de Reus), una de las figuras emblemáticas en la historia mundial de la arquitectura y del arte en general.
"El lugar ofrece dos componentes importantes: por un lado, el acceso a la UNS, donde tiene lugar la confluencia de una gran cantidad de alumnos, y, por otro, un punto del barrio Palihue con perspectivas del paisaje muy interesantes", explicó a este diario el arquitecto Horacio Miglierina, integrante, junto con Casali, del equipo que desarrolló el proyecto.
Desde esas situaciones, se pensó el sitio como un lugar de estar; en particular, como espacio de asoleamiento para otoño e invierno.
La otra decisión fue diseñarlo recurriendo a formas relacionadas con la arquitectura de Gaudí, muy reconocida por sus curvas y el uso de la cerámica color como revestimiento.
"Nos pareció adoptar, como algo muy simbólico de Reus, una recreación de la técnica que Gaudí utilizó en una de sus obras emblemáticas --ubicada en Barcelona--, como es el Parque Güell, un sitio con bancos en su terraza, donde la gente toma sol y descansa. De allí tomamos las formas sinuosas y, en particular, el utilizar trozos cerámicos de múltiples colores. Pretendemos, así, recrear este espacio tan particular", explicó Miglierina.
En este aspecto, el arquitecto señaló la posibilidad, además, de desarrollar una obra estéticamente atractiva, de bajo costo, comparando esa intervención con los pisos de las plazoletas y veredas que rodean el teatro Municipal, donde se recurrió al uso de piedras pequeñas en dos tonos, para armar una especie de guarda que "cose" todo el sector.
Otro de los componentes que tendrá la plazoleta será la presencia del agua, a la cual los autores consideran como un aporte enriquecedor.
"Para nosotros, es importante el manejo del agua para el clima semiárido local. Por eso ubicamos un gran chorro central que pretendemos alcance una altura importante. Otro componente clave es el bajo mantenimiento, con el uso de plantas resistentes y un piso que se puede lavar con simplicidad", explicó.
El diseño conformará una plazoleta donde aparece una serie de lomas que invitan a sentarse, unida a la aparición de bancos perimetrales de formas sinuosas, revestidos de cerámicas según la modalidad que utilizó Gaudí en sus obras.
"Inmediatamente, la gente va a asociar el lugar con la obra gaudiana, porque ese sistema constructivo es un ícono que se divulgó en el mundo y es representativo del modernismo que desarrolló Gaudí", añadió Miglierina.
Una mirada catalana sobre nuestra ciudad
Angel Cortadelles i Bacaria llegó a Bahía Blanca invitado por el Casal Catalá local, para participar del 180 aniversario de nuestra ciudad, cuyos actos oficiales incluían la inauguración de una plazoleta con el nombre de Ciudad de Reus.
Ex concejal de esa ciudad española y actual director general de Relaciones Internacionales de la Generalitat Catalunya, el funcionario se manifestó entusiasmado por conocer una ciudad a la que consideró similar, en muchos aspectos, a Reus.
--¿Cómo viven ustedes esta presencia de descendientes catalanes que intentan mantener viva la cultura de sus ancestros en esta tierra?
--Es un proceso muy singular. Por un lado, es muy lógico, cuando existen personas vivas nacidas en Cataluña, la añoranza y el recuerdo. Ocurre, luego, que los descendientes de la primera generación, ya nacida, por caso, en Bahía Blanca, pierden un poco ese interés, pero con los nietos se recupera.
"Además, muchos argentinos viven hoy en Cataluña, generando la posibilidad de producir intercambios culturales y comerciales".
--¿Cuál es la expectativa de ustedes hacia las entidades, en este caso el Casal Catalá, que agrupan a esos descendientes?
--A los casal les pedimos que sean entidades vivas, que trabajen por la sociedad que integran, y que, a través de esa actividad, puedan demostrar la cultura del país de donde salieron sus antepasados, utilizando, incluso, símbolos como la música o el arte.
"Pretendemos que sean entidades vivas promoviendo la cultura de Cataluña a través de su trabajo".
--¿Qué situaciones genera el hecho de ser Reus y Bahía Blanca ciudades hermanas?
--Mire, la declaración de hermanamiento se inicia desde una situación muy pintoresca, pero luego hay que mantenerla.
"En los 90, era una forma en que los municipios podían establecer relaciones en un ámbito internacional. Ahora, tenemos que encontrar cuestiones concretas que, a nivel de la ciudadanía y de la administración municipal, establezcan vínculos reales".
--¿Encontró similitudes, entre Reus y Bahía Blanca?
--Por un lado, somos una ciudad industrial, con un polo petroquímico, el cual compartimos con otras poblaciones, en una franja de 20 kilómetros. Pero creo que nuestra similitud con ustedes es más en lo comercial. Reus fue siempre el gran mercado de la zona, la ciudad de los emprendedores, la cultura y el comercio.
"El otro tema que me llamó la atención es esta arquitectura que tienen ustedes de estilo modernista, que también existe en Reus, como un elemento característico".
--Reus, ¿es una ciudad turística?
--Sí, pero con una propuesta muy original: Existe un turismo de sol y playa a pocos kilómetros, masivo, y a esa gente le ofrecemos la alternativa de distracción y formación a través de diversas propuestas culturales. La gente viene a pasear, a mirar negocios del centro, que es todo un gran escaparate.
--Y el crecimiento edilicio, ¿cómo se da?
--En Reus no hay barrios de extrarradio; es una ciudad compacta, que crece más en altura que en extensión.
"Por otra parte, progresivamente, se van cerrando calles a la circulación de vehículos, porque queremos llegar a que el centro, de origen medieval, sea una isla que sólo se abra en determinados momentos para el suministro al comercio, bares y hoteles".
--¿Tampoco el transporte público llega al centro?
--No. Los ómnibus lo circundan, pero no pueden pasar. Hay un debate sobre si se adquirían autobuses pequeños, para facilitar la accesibilidad a personas discapacitadas. Pero el transporte público en general circula por una calle externa, desde la cual uno tarda unos 15 minutos en llegar al centro.
--Díganos algo más sobre eso de ser una ciudad compacta.
--Bueno, la verticalidad es, en realidad, una cuestión de subsistencia para nosotros, porque no tenemos suelos disponibles.
"Los planes contemplan no generar más suelo urbanizable, porque daría un continuo de ciudad que no queremos. Optamos por preservar la zona rural, los espacios verdes y las variedades biológicas.
"Ustedes tienen un urbanismo más extenso que, incluso, obliga al uso de vehículos hasta para hacer compras".
--Ustedes, ¿concentran todo en el centro?
--Sí; sobre todo, nos manejamos con el comercio pequeño. La moda del gran comercio alejado, sobre todo el modelo importado de Francia, no funcionó.
"Nuestro sistema es el comercio de cercanía, de contacto directo, de barrio; es una gran tradición en la ciudad".
--Usted planteó la decisión de evitar que el automóvil se acerque al centro, ¿les ha costado llegar a esa situación?
--El problema es más evidente en ciudades extensas, donde el uso vehicular es intenso. En ese caso, debe hacerse una buena planificación del transporte público y desarrollar ciertas "trabas" al vehículo privado.
"Eso genera una ciudad más humana, agradable y habitable. Nosotros buscamos que la ciudad no sea el lugar donde se mueve el vehículo, sino donde se mueve la persona".
Mario Minervino