Bahía Blanca | Miércoles, 02 de julio

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Trabajos de campo

No tuvo el dramatismo de la preparación de Sudáfrica ni el desafío de ganarle un combate a un luchador de sumo como recientemente hizo Japón. Tampoco incluyó el engaño con el que la Unión de Uruguay embaucó a los juveniles uruguayos ni la exigencia de Los Pumas en la base Baterías. Más cerca del eco challenge que del adiestramiento militar, el plantel superior de Sociedad Sportiva realizó el fin de semana una desafío grupal en Sierra de la Ventana.
Trabajos de campo. Deportes. La Nueva. Bahía Blanca

 No tuvo el dramatismo de la preparación de Sudáfrica ni el desafío de ganarle un combate a un luchador de sumo como recientemente hizo Japón. Tampoco incluyó el engaño con el que la Unión de Uruguay embaucó a los juveniles uruguayos ni la exigencia de Los Pumas en la base Baterías.


 Más cerca del eco challenge que del adiestramiento militar, el plantel superior de Sociedad Sportiva realizó el fin de semana una desafío grupal en Sierra de la Ventana.


 A sólo siete días para el inicio de los torneos superiores, el cuerpo técnico --a partir de una idea del preparador físico Oscar Benvenutto-- decidió poner a prueba al grupo con el que afrontarán la temporada 2008.


 Como cuentan con varias caras nuevas, se pensó en los resultados positivos que arrojaría este tipo de pruebas en la química grupal.


 Las actividades combinaron una exigencia física moderada en un medio ambiente con obstáculos naturales y actividades recreativas.

Por las sierras




 Los 35 jugadores que participaron del desafío estuvieron divididos en grupos de cinco rugbiers. La prueba, que tuvo perfil de competencia, consistió en completar un recorrido de 11 kilómetros por el casco urbano de Sierra.


 No fue una distendida caminata sabatina bajo el sol serrano...


 Los grupos tuvieron que realizar el trayecto lo más rápido posible, con la dificultad de tener que cargar una "bolsa de tackle" en forma permanente (pesa unos ocho kilos), inclusive cuando hubo que escalar cerros, cruzar un arroyo a distintas profundidades y lucharle al barro.


 Se les entregó un plano del circuito y una botella de agua mineral de un litro a cada miembro de los teams.


 El recorrido incluyó el paso por algunos puntos conocidos del lugar, como el Balneario Municipal, Cerro del Amor, puente de Villa Arcadia y vías del ferrocarril, entre otros.


 El ejercicio tuvo como objetivos la búsqueda nuevos líderes naturales para generar un cambio de mentalidad en el futuro equipo. También estimular el sentido de cooperación y fortalecer el compañerismo.


 Al cabo de cada una de las cinco etapas, momento para un alto, hidratarse y recuperar energías, los supervisores entregaban un cuestionario con preguntas de cultura general, que bien respondidas, otorgó puntaje para la competencia.


 Tras las dos horas que le demandó a cada "célula", aproximadamente, completar el circuito, los propios rugbiers tuvieron que conseguir la leña y encender el fuego para el asado del sábado a la noche.

Un año especial




 El asado fue el momento en el que los entrenadores --Raúl Rivas y Eduardo Martins de Oliveira-- eligieron para hablarle al plantel.


 Le explicaron los objetivos deportivos de la temporada y les dijeron que será un año muy especial por el cincuentenario del club.


 Finalizada la experiencia serrana, Raúl Rivas brindó sus conclusiones.


 "Estos trabajos son buenos para unir el grupo. Suelen aparecer los líderes del esfuerzo y además se ve el trabajo solidario real, cómo también las reacciones ante la adversidad", explicó Raúl Rivas.


 "Además, a los entrenadores nos sirve para comprobar qué grado de fortaleza mental, compromiso y capacidad física tienen", agregó el head coach del equipo blanco.


 "Lo que hicimos nosotros en Sierra fue de menor intensidad que las pruebas que se realizan con fuerzas militares. Y el resultado fue que me sorprendieron gratamente", concluyó.


 Para esta temporada el capitán del equipo volverá a ser el medio scrum Manuel Gutiérrez, mientras que el subcapitán será el hooker Ignacio Bermúdez.


 El domingo realizaron un entrenamiento que incluyó un minitorneo en la prolija cancha del Sierra de la Ventana Rugby Club, entidad a la que el equipo le organizó un entrenamiento y le donó una pelota.


 Después hubo un almuerzo y a primera hora de la tarde el plantel fue liberado.


 "Ser mejor con uno mismo" fue el lema que se utilizó para esta parte de la puesta a punto el actual campeón del rugby bahiense, que con este trabajo de campo renovó su mística ganadora.

Los Pumas en Puerto Belgrano

"Bere" no lo volvería a hacer






 Corría marzo de 2003 cuando Marcelo Loffreda buscaba definir el plantel para el Mundial de Australia. Y para evaluar un poco más aspectos puntuales de los preseleccionados, se le ocurrió organizar un adiestramiento militar en la base Baterías de Puerto Belgrano.


 Los 36 albicelestes se jugaban el boleto al mundial y no tuvieron más remedio que meterse en la piel del infante de marina.


 "Lo hacemos para llegar mentalmente fortalecidos al Mundial", explicó Loffreda. El objetivo, al igual que lo hecho por Sportiva en Sierra, fue definir los perfiles de cada jugador.


 Las pruebas tuvieron mayor dificultad y generaron un desgaste físico y mental que no tuvieron Las Palomas.


 Uno de los que participó de los trabajos fue el bahiense Bernardo Stortoni, quien al final de la prueba tiró una frase concluyente: "No lo volvería a hacer".

El eco challenge "hard" de Sudáfrica

El campamento del alambre de acero






 Al mismo tiempo que Los Pumas se sometían a las órdenes del capitán Chitarrini, por entonces capo de la Infantería en Puerto Belgrano, a miles de kilómetros el plantel de Sudáfrica la pasaba mucho peor.


 "Campamento del alambre de acero" se llamó a los "ejercicios" tipo campo de concentración que realizaron los Springboks.


 Durante tres días, estos deportistas del rugby profesional realizaron el entrenamiento de la policía de intervención rápida.


 Entre los ejercicios a que fueron obligados, la prensa destacó el hecho de que tuvieron que correr desnudos y gatear dentro de una zanja.


 Según denunció la prensa, en el denominado "Campamento alambre de acero" los sudafricanos también tuvieron que entrenarse de noche, cargando con postes, ruedas y sacos en los que figuraba las banderas de Inglaterra y Nueva Zelanda, rivales históricos.

En Argentina no se consigue

Japón los manda a luchar sumo






 El entrenador de la selección japonesa de rugby, John Kirwan, comenzó con las brutales sesiones de entrenamiento para sus jugadores, las cuales consisten en enfrentamientos con gigantes luchadores de sumo y buscan aumentar la fuerza del equipo


 El ex técnico de Nueva Zelanda, quien llevó al conjunto asiático a tener una aceptable participación en la última Copa del Mundo, observó desde una distancia segura a sus jugadores lidiando con los obesos luchadores


 Sus jugadores no estaban tan entusiasmados con tener que recibir tal paliza: "Es un deporte totalmente diferente", manifestó el segunda línea Hitoshi Ono, vestido con el tradicional "mawashi", el atuendo de los luchadores de sumo.

En Uruguay no lo entendieron

Se les fue la mano con los pibes






 Hace tres años el equipo juvenil de Uruguay, Los Teritos, también pasó por la amasadora de un adiestramiento polémico y que motivó una denuncia del club Carrasco Polo, que había cedido a varios jugadores.


 Los 35 rugbiers, menores de 19 años, fueron enviados a un campo del interior del país para, supuestamente, compartir un asado. Pero allí fueron sometidos a un duro entrenamiento por parte del entrenador del equipo y tres militares.


 Los jóvenes denunciaron que los uniformados los obligaron a permanecer por varios minutos en un baño de ovejas con productos tóxicos, a realizar intensos ejercicios físicos durante horas sin beber agua, a ingerir agua estancada de pozos y a bañarse desnudos mientras eran filmados.


 Los jugadores, pertenecientes al club Carrasco Polo, afirmaron en una carta que debieron también "caminar por varias horas, unos cinco kilómetros por el campo, arroyos, cañadas, aguas estancadas, cargando cada grupo (conformado por cuatro jugadores) un tronco que en algunos casos resultaba casi imposible transportar por el peso".


 De acuerdo con las denuncias, los malos tratos fueron recibidos también por un jugador que se había sometido a un cateterismo en enero y que estuvo a punto de sufrir una crisis debido a las exigencias físicas.

Ricardo Sbrana/"La Nueva Provincia"