Vientos de cambio en la Alianza Francesa
Una más estrecha cooperación cultural con el municipio y entidades locales, junto con la modernización de sus instalaciones, constituyen las acciones más relevantes que encarará este año la Alianza Francesa de Bahía Blanca.
La institución es conducida desde la semana pasada por Xavier Dongey, quien asumió como director en reemplazo de Marie Catherine Dabezies.
Dongey, quien venía desempeñándose como director de la Alianza Francesa de Río de Janeiro, arribó el jueves pasado a la ciudad y ya mantuvo encuentros con el intendente municipal Cristian Breitenstein y con los directores del Teatro Municipal y de los museos de Arte Contemporáneo y Bellas Artes.
"Estoy descubriendo la ciudad y la Alianza Francesa local. Hasta ahora todo ha sido muy positivo, me sorprendieron gratamente", dijo.
Sobre la entidad que conduce, señaló que tiene un aspecto moderno y constituye un polo cultural muy importante, además de atesorar una rica historia de 95 años.
Cuando se le preguntó qué sensación le produjo Bahía Blanca, teniendo en cuenta que su anterior ciudad de residencia fue Río de Janeiro, Dongey señaló:
"Pasar de un megapolo de 18 millones de habitantes a Bahía Blanca es fantástico. Este centro urbano tiene una escala humana. Allá la Alianza Francesa desaparecía y acá, en cambio, tengo la impresión que es muy diferente, que todos los bahienses se conocen".
Planes para 2008
En cuanto a la labor prevista para el año en curso, dijo que se actuará conjuntamente con otra entidades y con la comuna.
"El intendente está dispuesto a colaborar con varios proyectos en común y también lo haremos con otras instituciones como la Sociedad Escolar Alemana.
"Para los próximos tres o cuatro meses --agregó--, tenemos previsto varias actividades culturales. Por ejemplo, dos exposiciones sobre la Aeroposta y el aviador Jean Mermoz, que vamos a compartir con el museo de la Aeroposta de Villa Harding Green".
Señaló que también se ofrecerá un concierto de Magic Malik, Nino Garay y Jaime Torres, quienes presentarán su nuevo disco grabado en Argentina y editado en Francia.
"El otro eje de nuestra labor está dado por la modernización de las instalaciones ubicadas en la primera cuadra de la calle Fitz Roy, donde también se desarrollará una mediateca.
"Además --continuó--, vamos a tratar de conformar un lugar de encuentro para niños de 6 a 10 años, con mobiliario apropiado y libros. Incluso las aulas de la Alianza se van a equipar completamente con pupitres, sillas, televisores, equipos audiovisuales, pizarras y aire acondicionado"
Sobre este punto, Dongey, quien fue acompañado en su visita a la redacción de "La Nueva Provincia" por el presidente de la Alianza Francesa, Luis Pedro Ponte, dijo que la subvención recibida apunta a fortalecer a la institución de cara el futuro.
Misión. La entidad local es una de las cuatro delegaciones, junto a sus similares de Rosario, Córdoba y Mendoza, que reviste carácter regional, teniendo, además, la misión de coordinar la labor de las 16 existentes en el sur del país, desde Santa Rosa y Mar del Plata, hasta Caleta Olivia.
El nómade de Burdeos
Xavier Dongey, es profesor de Francés y ya pasó 30 de sus 53 años de vida recorriendo el mundo, siempre vinculado a la Alianza Francesa.
"Para hacer el servicio militar de manera más inteligente --explica--, pedí salir y me enviaron a Túnez, donde trabajé en un colegio francés. Luego decidí seguir en el exterior y mi nuevo destino fue Mauritania. Después pasé seis años en Brasil, cinco en Bolivia, luego otros siete en Brasil y ahora llegué a Bahía Blanca".
Dongey, oriundo de Burdeos, cabecera de una región que él mismo define, sin ocultar su orgullo, como "el lugar donde se producen los mejores vinos del mundo", está casado, tiene dos hijas y un nieto.
--Además de lo estrictamente cultural. ¿Qué otras cosas le atraen en la vida?
--Me gusta el fútbol, en mi ciudad natal está el Burdeos, el club donde milita Fernando Cavenaghi (ex jugador de River Plate). En Brasil el fútbol me decepcionó porque los buenos jugadores se fueron a Europa y el campeonato de ese país no es lo mismo que el italiano o el inglés.
"Los partidos de la liga francesa los sigo siempre por televisión, lo mismo que el rugby, pero del último mundial mejor no hablo (risas). Sinceramente, Los Pumas nos ganaron muy bien".
--¿Qué le dejó su experiencia en Mauritania, donde todo es desierto?
--Pasar tres años allí fue lo más difícil. Yo no soporto todo tipo de racismo y los tuaregs, los señores del desierto, son racistas. Desprecian a los blancos y los negros son esclavos. Es muy difícil convivir con esa población. Además, en tres años no cayó una gota de lluvia.
--¿Qué encanto tiene la vida nómade que lleva desde 1977?
Un enriquecimiento impresionante, es un permanente descubrimiento de culturas. Esto me atrae muchísimo.
--¿Y existe, desde su óptica, un denominador común entre gente de ambientes tan diferentes?
--Me he convencido que es una suerte tener pasaporte francés. Francia es respetada y amada. Sin embargo, esto no pasa con los Estados Unidos, sobre todo en los países latinos. Creo que Francia tiene un encanto especial y quizás por eso jamás sufrí un robo o una agresión.