Falleció un motociclista al colisionar con un patrullero
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Un motociclista perdió trágicamente la vida en la tarde de ayer al colisionar con un patrullero que se dirigía hacia un comercio del barrio Cooperación II, donde se estaba cometiendo un robo, se informó oficialmente.
La trágica colisión tuvo lugar minutos después de las 14.30, en la intersección de Rigamonti y Zelarrayán, y la víctima fatal fue identificada como Cristian Pucci (33), quien se desempeñaba como mecánico en la Base Aeronaval Comandante Espora.
Al momento del violento impacto el hombre conducía una motocicleta marca Honda 200cc., tipo enduro, de color rojo y sin dominio colocado.
Pucci, quien circulaba por Zelarrayán, en sentido descendente de la numeración catastral, se embistió con el móvil policial 28259 Chevrolet Luv, patente CRU 237, que transitaba por Rigamonti al mando del subteniente Claudio Díaz, quien era acompañado por el oficial Sergio Mancini.
A raíz del encontronazo, el motociclista dejó de existir en el acto, y fueron infructuosos los esfuerzos realizados en el lugar por el personal médico que arribó a las 14.45 en la ambulancia B395, del servicio de emergencia 911.
Las fuentes consultadas mencionaron que Pucci fue trasladado al Hospital Municipal de Agudos Doctor Leónidas Lucero, aunque ingresó a la guardia sin vida.
"Yo ví todo, pero no quiero hablar", dijo un hombre mayor que en determinado momento le recriminaba al conductor del patrullero por la manera que había ingresado a la transitada arteria.
Según testimonios recogidos en el sector, el uniformado habría dicho que "quise frenarlo pero no pude por la tierra" existente sobre la cinta asfáltica, específicamente en el interior de la cuneta.
La colisión.
El móvil policial venía transitando por una calle de tierra al momento de intentar cruzar Zelarrayán y el rodado menor impactó violentamente contra su puerta izquierda, la que registraba una importante abolladura y reflejaba fielmente la magnitud del tremendo golpe sufrido por el infortunado motociclista.
En este sentido, los voceros mencionaron ayer que el programa informático de seguimiento de vehículos oficiales registró que la camioneta transitaba a una velocidad de 32 km/h al momento de la colisión.
Pucci --que llevaba colocado el casco protector-- quedó tendido en el lugar boca abajo y cuando su cuerpo fue retirado para ser conducido al centro asistencial, en la cinta asfáltica se advirtió una mancha hemática.
La motocicleta quedó sobre el pavimento, apoyada sobre su lateral izquierdo y en el carril contrario al que transitaba; mientras que el patrullero terminó su recorrido junto al cordón de una de las esquinas más lejanas del lugar del choque.
Al momento del hecho los uniformados se dirigían hacia el barrio Cooperación II, donde se había alertado sobre la existencia de un robo en progreso en un negocio ubicado a unos mil metros del lugar del accidente.
Por el caso se iniciaron actuaciones caratuladas como homicidio culposo, con intervención de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 12, de la doctora Leila Violeta Scavarda.
Solidaria actitud de una vecina
La solidaria actitud de una vecina que advirtió que se estaba cometiendo un asalto, puso en conocimiento de la situación a la policía que rápidamente arribó al lugar para no sólo evitar el robo sino aprehender a los dos malvivientes que lo estaba cometiendo.
Fuentes oficiales identificaron a los sospechosos como Sebastián Rodrigo Olate (25) y Adrián Emanuel Gómez (18), quienes fueron imputados de tentativa de robo calificado.
El hecho se registró minutos antes de las 14.30 de ayer, en el multiquiosco "Mabel", sito en la casa 24 de la manzana 7 del barrio Cooperación II, precisamente en la intersección de las calles Panamá y Peñaloza.
"Querían plata, querían plata... Nos tiraron en la pieza, nos ataron y no se iban. Decí que uno de ellos vio a la policía que estaba acá adelante y se fueron. Nos decían `vos tenés plata, vos tenés plata. Danos la plata. Sabemos que tenés más plata. Dale que te limpiamos'", relató Gladys Mabel Conca, esforzándose para no romper en llanto, aún conmocionada por el dramático momento sufrido.
Los malvivientes, uno de ellos armado y encapuchado, ya habían logrado acceder al interior de la casa, luego de sustraer aproximadamente dos mil pesos en efectivo, un teléfono celular y un par de desodorantes que se vieron obligados a dejar dentro de un bolso.
Es que la actitud de los jóvenes sujetos --"tendrán unos veinte años", dijo la mujer-- despertó la sospecha de una vecina.
"Ella venía a comprar, los vio entrar y vio que trabaron la puerta", agregó Gladys, haciendo referencia a la solidaria vecina.
Uno de los sujetos había ingresado segundos antes con la supuesta intención de comprar cerveza.
"Le dijo que no vendemos cerveza", comentó Nazareno (19), hijo de la dueña del multiquiosco.
Y señaló que "cuando ingresaron serían las 14.25 y estuvieron diez minutos adentro", calculó el muchacho, "pero fueron interminables", completó su madre.
"No se iban, pero como vieron que la policía estaba afuera, dejaron todo y se marcharon por atrás de la casa", dijo la mujer.
Al parecer los sujetos eligieron distintos caminos para concretar la fuga.
"A uno lo corrieron y lo agarraron luego que se bajó de un techo, y al otro lo agarraron mientras estaba hablando tranquilo en la casa de un vecino. Estaba sentado en un paredón, de espaldas a la calle. Ese era el que estaba encapuchado", detallo Gladys.
En este sentido, se indicó que éste último malviviente pudo ser identificado a través de la grabación de la cámara de seguridad del local, puesto que se logró advertir la ropa que llevaba colocada al momento del atraco.
Hace cuatro meses.
El de la víspera fue el segundo robo que sufre el local en sus cinco años de vida comercial, "pero el anterior fue hace sólo cuatro meses. En esa ocasión dije que si me robaban otra vez iba a cerrar, pero tengo que trabajar", reflexionó la mujer.
"La otra vuelta estaban muy encapuchados. No sé si serán los mismos, pero las contexturas físicas son similares", consideró la damnificada y agradeció la actitud del vecindario.
"La gente conoce el movimiento del negocio y cuando vieron que la puerta estaba trabada se dieron cuenta. Todos los vecinos se revolucionaron y se corrió la bolilla", reconoció.
La mujer consideró que "uno (de ls ladrones) estaba alcoholizado" y "nos decían, `si vos llamás a la policía te matamos, te matamos'".
"A él lo ataron con el cable del cargador del celular y a mí iban a intentar hacerlo con los cordones de mis zapatillas, pero justo llegó la policía", dijo aseguró Gladys.