El placer de volar
Maribel Maisterrena, a cargo de las clases de acrobacias aéreas en telas en el espacio La Lechuza, definió a la actividad como una práctica sumamente completa.
"Realizamos un trabajo previo de entrada en calor, movilizando las articulaciones, y ejercicios de resistencia, que consisten en flexiones de brazos y abdominales. Esto es necesario porque, para hacer acrobacia, lo que se necesita, fundamentalmente, es fuerza, en los brazos, la espalda y abdominal, aunque se trabaja con las piernas también", contó.
Añadió que, una vez concluida la clase general, como el cuerpo queda abarrotado, se realiza una práctica de elongación que dura unos 15 minutos y que es necesario desarrollar, independientemente de si se trata de niños o de adultos.
"En esta actividad, el avance es muy lento, se progresa a pasos muy cortos", precisó.
Describió que, en la primer clase, el alumno debe realizar figuras en una tela que está colgada en forma de U, lo que permite al docente evaluar fuerza y equilibrio.
Luego se lo invierte, para ver si tiene miedo o no en esa posición.
Este punto de partida demuestra a la docente el camino a seguir con cada alumno.
Subrayó que, para el desarrollo de la acrobacia en tela se requiere de entrenamiento y de mucha paciencia, porque es un trabajo lentamente progresivo.
"Cuando empecé, no subí a la tela en la primera, en la segunda ni en la tercer clase, pese a que siempre había hecho deporte, algo de danzas y estaba haciendo yoga", ejemplificó Maribel.
Consultada sobre las primeras reacciones que tienen los alumnos, resumió que las hay de todo tipo.
"Algunos no tienen ni idea de lo que es la actividad, otros, imaginan que no van a poder subir y lo logran, y otros, creen que es sumamente fácil, hasta que lo intentan y se dan cuenta de que no lo es", indicó.
Puntualizó que, además de un fuerte entrenamiento físico, la acrobacia exige de trabajo mental: es necesario estar muy concentrado en lo que está haciendo porque es una actividad de riesgo al desarrollarse en las alturas y por el peligro de lesionarse debido a la exigencia.
"Esto es necesario remarcarlo en el caso de los chicos, que comprendan que deben pensar en lo que están haciendo y cuidarse", subrayó.
En el espacio La Lechuza, las acrobacias en tela son efectuadas tanto por adultos (el alumno de más edad tiene más de 40) como por niños, a partir de los 6 o 7 años.
"¿Cuanto tiempo pasa hasta que se logra una prueba? es relativo a cada uno, al entrenamiento que hagan acá y al piso biológico con el que llega cada persona. Si viene una nena obesa de 8 años con un paquete de galletitas en el bolsillo, se complica guiarla en lo corporal. Seguramente obtendrá resultados, pero el piso con el que llega no es el mejor", ejemplificó.
Acotó que lo mismo sucede en el caso de los adultos.
Si bien la práctica requiere de mucho esfuerzo y el progreso es muy lento, quienes la desarrollan siempre se ven atraídos por un nuevo desafío.
Bahía Blanca está inmersa en la moda de realizar prácticas propias de la escuela de circo, que incluye, además, el aprendizaje de malabares, trapecio y aros, entre otros.
Las mismas fueron furor en los 80 en Europa y, por estos años, se instalaron en otras partes del Globo, incluido nuestro país.
En el espacio La Lechuza se desarrollan también clases de danzas clásicas y contemporáneas, esferodinamia, gimnasia consciente, taller literario, stretching, taller de plástica, masajes y juegos con la danza, entre otras actividades.
Los beneficios. Hacer acrobacia redunda en innumerables beneficios al decir de Claudia London, creadora y actual responsable de La Lechuza.
"La acrobacia, bien dada, es una gimnasia absolutamente completa", aseveró.
Contó que el comienzo de la actividad consta de elongación y ejercicios que incrementan la flexibilidad.
"El desempeño en la tela ejercita la fuerza, pero, una vez concluido el mismo, se trabaja para retornar las fibras musculares a su lugar", precisó.
Añadió que, tanto al comienzo como al final, trabajan todas las articulaciones, desde los pies hasta el cuello.
"Absolutamente todo el esqueleto entra en movimiento y separado de los músculos", subrayó.
"Como es una actividad exigente, trabajamos, al comienzo, para que el líquido sinovial lubrique las articulaciones y, al final, cuando muchas veces se está al borde del calambre, para que el ácido láctico cese en su producción", relató.
London resumió que la acrobacia consta de "fuerza, flexibilidad y resistencia, es decir, todo lo necesario para que el cuerpo esté sano".
Finalmente, se refirió a la cuota artística de la actividad.
"Mucha gente se acerca, buscando en la acrobacia una forma de expresión; por ello, cuando nosotros notamos que la técnica está lograda, comenzamos a corregir posturas desde una mirada artística, es decir, que las figuras resulten, además, agradables a la vista", terminó.
La Bombonera
Primer estadio cardioseguro de la Argentina
Hoy se estrenará oficialmente La Bombonera como el primer estadio cardioseguro de la Argentina.
El anuncio corrió por cuenta de la Fundación Cardiológica Argentina, brazo, hacia la comunidad, de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
Para ello, se entrenó a personal del Club Atlético Boca Juniors para brindar atención inicial ante cualquier evento cardiovascular, incluyendo la muerte súbita.
El estadio, con una capacidad de 45 mil espectadores, fue equipado con siete cardiodesfibriladores portátiles.
Estos dispositivos permiten aplicar una descarga eléctrica al corazón y aumentan la posibilidad de sobrevida en caso de paro cardíaco.
Asimismo, se capacitó al personal médico del club en técnicas de Resucitación Cardiopulmonar Básica (BCP).
El estrés, un estado frecuente durante un partido de fútbol, constituye un factor de riesgo cardiovascular.
Además, a un encuentro de fútbol asisten personas hipertensas, fumadoras, cardíacas, que pueden sufrir un evento y es preciso estar preparado.
Si bien en la Argentina aún no es común la presencia de desfibriladores en sitios públicos, en otros países son obligatorios.
La American Heart Association, de los Estados Unidos, recomienda que la primera persona que llega a la escena de un paro cardíaco, debería tener acceso a un desfibrilador externo automático y conocimiento para operarlo.
Tras un paro cardiorrespiratorio, los primeros minutos son vitales.
Por cada minuto que la víctima pasa sin recibir maniobras de Resucitación Cardiopulmonar, pierde 10 por ciento de posibilidades de ser resucitado.
El 70 por ciento de las muertes súbitas se produce fuera de los hospitales: en el hogar, en le trabajo, en clubes, en lugares públicos e, incluso, en la calle.
En el caso de un paro cardíaco por Fibrilación Ventricular, si se aplica RCP y desfibrilación dentro de los primeros tres minutos, las posibilidades de arribar con vida a un hospital se acercan al 60 por ciento.
Las técnicas de RCP son una serie de procedimientos de simple realización que tienden a mantener la sangre circulando cuando el corazón se detiene por un ataque cardíaco, una descarga eléctrica o la asfixia, entre otras cosas.
De esta manera, y mientras llega la ambulancia, se logra que el cerebro y otros órganos fundamentales para la vida reciban una cantidad de sangre suficiente para oxigenarlos, dándoles una mayor posibilidad de recuperarse con éxito.
Prevención y promoción de la salud. El 14 de este mes, se realizarán las Segundas jornadas de prevención y promoción de la salud, bajo el lema "Primero te cuento, después elegí. El problema de las adicciones". Están destinadas a alumnos y docentes de las escuelas secundarias de la ciudad. Se abordarán temas como adicción, dependencia y consumo; adicción sin sustancias (al juego, al trabajo, a internet, a la tecnología, a la actividad física, a las compras); adicción y dependencia de sustancias legales e ilegales y penalización versus despenalización. Informes al 155-742101.