Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Ceferino Namuncurá será beatificado en noviembre

En su Chimpay natal, el domingo 11 de noviembre será beatificado Ceferino Namuncurá de acuerdo con lo indicado ayer desde diversas fuentes de la Iglesia Católica, aunque consignaron que resta recibir la notificación del Papa Benedicto XVI, la que se aguarda para lo que queda de esta semana. La beatificación de Ceferino, paso previo para la santidad, se decidió tras comprobarse en el año 2000 el milagro que se le atribuye al mapuche, producido cuando la familia de una joven de Córdoba, afectada por cáncer de útero, rogó intensamente su intercesión ante Dios para que le salvara la vida.
Ceferino Namuncurá será beatificado en noviembre. Sociedad. La Nueva. Bahía Blanca


 En su Chimpay natal, el domingo 11 de noviembre será beatificado Ceferino Namuncurá de acuerdo con lo indicado ayer desde diversas fuentes de la Iglesia Católica, aunque consignaron que resta recibir la notificación del Papa Benedicto XVI, la que se aguarda para lo que queda de esta semana.


 La beatificación de Ceferino, paso previo para la santidad, se decidió tras comprobarse en el año 2000 el milagro que se le atribuye al mapuche, producido cuando la familia de una joven de Córdoba, afectada por cáncer de útero, rogó intensamente su intercesión ante Dios para que le salvara la vida.


 La mujer, de 24 años, estaba desahuciada por los médicos y sólo recibía medicación que le aliviaba el sufrimiento, cuando asombrosamente se fue restableciendo hasta recuperar su salud. Estudios posteriores no encontraron rastros de su enfermedad.


 En 1944, la Iglesia Católica inició el proceso de beatificación y canonización, pero recién en 1972 el desaparecido Papa Paulo VI reconoció "la heroicidad de las virtudes de Ceferino", y lo declaró venerable para los altares, como un primer paso para su consagración de santidad.


 En el Vaticano, el 13 de enero de 2006, Dante Simón, el vicepostulador para la causa de beatificación y de canonización de Ceferino, entregó las actas del proceso diocesano sobre el milagro atribuido a su intercesión.


 Mientras tanto, en la Argentina y en toda América Latina, se registraban testimonios de favores espirituales y ayudas físicas suplicados a Ceferino.


 De allí en más, una comisión de la Congregación para las Causas de los Santos, compuesta por médicos y teólogos, debió establecer si la curación presentada con la documentación no tenía explicación científica; es decir, si se trataba de un milagro.


 La Agencia de Noticias Salesianas informó que "el milagro atribuido a la intercesión del venerable Siervo de Dios Ceferino Namuncurá fue aprobado por unanimidad".


 "Es un milagro espléndido, que honra al próximo santo, a la Iglesia y a toda la familia salesiana", indicó monseñor Michele Di Ruberto, secretario de la citada congregación.


 De esta manera, El Lirio de la Patagonia, tal como se lo llama a Ceferino, será el primer beato argentino que pasó casi toda su existencia en nuestro país, antes de morir en Roma, a los 19 años.

De Chimpay a Roma. Ceferino Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886 en Chimpay --que en mapuche significa "curva" o "rinconada" del río-- donde su padre, el bravo cacique Manuel Namuncurá, conocido como "el rey de las Pampas", había levantado su toldería junto a su madre, Rosario Burgos, una cautiva chilena.




 Los estudios primarios del pequeño aborigen se iniciaron en 1897, cuando le pidió a su padre que lo llevara a Buenos Aires para ayudar a sus hermanos mapuches. Estuvo internado en una escuela de artes y oficios en el Tigre, para aprender carpintería, pero luego fue trasladado al Colegio Pío VII, donde, entre 1901 y 1902, fue compañero de Carlos Gardel.


 Por esa época, Ceferino y Gardel integraron el coro del colegio.


 En 1903, el joven indígena recibió el llamado de la vocación sacerdotal, pero por razones de salud los salesianos lo trasladaron a Viedma, en donde fue pupilo del colegio San Francisco de Sales.


 Monseñor Juan Cagliero, fundador de la obra de Don Bosco en la Patagonia, tomó a Ceferino como ahijado en 1898 y se lo llevó a Italia para que sea tratado de la tuberculosis que sufría y, además, para completar su formación teológica.


 El 11 de mayo de 1905, el mal acabó con la vida del indiecito mapuche. Fue así como sus restos volvieron a la Argentina en 1924 y fueron depositados en el santuario que la orden salesiana le levantó en Fortín Mercedes (Pedro Luro).

Documentos




 Todas las cartas (unas 60), que escribió desde Italia, recortes de diarios, la partida de nacimiento y los álbumes familiares que resumen la vida de Ceferino con nítidas imágenes en blanco y negro son atesorados por el Archivo Salesiano de Bahía Blanca que es responsabilidad del padre Vicente Martínez Torres.