Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Un error de Furchi revivió a River y hundió a Chicago

Un inexistente penal convalidado en tiempo de descuento por el árbitro Rafael Furchi a instancias del juez de línea, le permitió a River Plate empatar 2 a 2 ante Nueva Chicago, provocando un escándalo de grandes proporciones en el cual se vieron involucrados jugadores de ambos equipos, el cuerpo técnico del conjunto de Mataderos y el árbitro y sus asistentes.


 Un inexistente penal convalidado en tiempo de descuento por el árbitro Rafael Furchi a instancias del juez de línea, le permitió a River Plate empatar 2 a 2 ante Nueva Chicago, provocando un escándalo de grandes proporciones en el cual se vieron involucrados jugadores de ambos equipos, el cuerpo técnico del conjunto de Mataderos y el árbitro y sus asistentes.


 La jugada que provocó la furia de futbolistas, cuerpo técnico e hinchas de Chicago se produjo en el primer minuto de descuento del partido, cuando Ernesto Farías fue objeto de un foul antes de ingresar al área.


 El delantero de River, con el impulso, cayó dentro del área y provocó que Furchi marcase el penal, luego de consultar al asistente Carlos Kualiza, ya que en primera instancia había sancionado afuera.


 Allí se desató el escándalo. Los jugadores de Chicago y el entrenador Carlos Ramacciotti arrinconaron contra un sector a Furchi y Kualiza, para que modificasen su decisión, pero ambos se mantuvieron firmes.


 Después de 18 minutos de discusiones y amagos de pelea, Paulo Ferrari marcó el gol, pero su envío fue anulado porque César Carranza, ya reemplazado, estaba en cancha. Mientras el defensor se dirigía nuevamente a la pelota, pudo escucharse claramente cuando Ramacciotti le gritó: "Ferrari, errá el penal porque no salen de acá".


 No obstante, Ferrari volvió a pararse frente a la pelota y en esta ocasión sacó un derechazo cruzado, que se metió junto al palo izquierdo.


 Hasta el momento que se produjo la jugada que derivó en el penal, el partido tenía un dueño: Chicago, que tenía el resultado en sus manos (2-0), cuando al partido le quedaban 10 minutos.


 Sin embargo, Chicago se distrajo y permitió que River reviviera. Primero se equivocó Eduardo Méndez al rechazar mal una pelota, que le cayó justa a Farías para meter de cabeza el 2 a 1.


 Después llegó la jugada en la cual se equivocó Furchi y uno de sus asistentes, pero Chicago también se había equivocado después del gol de River, cediéndole la iniciativa al equipo de Passarella (DyN).