La migraña, algo más que un dolor de cabeza
Se estima que las cefaleas comunes afectan a un 90 por ciento de la población adulta y que, según la OMS, un 15 por ciento padece migraña, una forma más severa que es considerada una enfermedad en sí misma.
La sola clasificación de los dolores de cabeza basta para provocarlos.
Según la Sociedad Internacional del Dolor de Cabeza, hay 165 tipos.
La cefalea tensional --dolor bilateral leve o moderado-- es, por lejos, el más común y, generalmente, responde a otras afecciones.
En cambio, en la migraña el dolor suele afectar sólo a un lado de la cabeza, generalmente por detrás del ojo y empeora con la actividad.
Es pulsátil, intenso y de inicio generalmente brusco.
Sin embargo, en un 20 por ciento de los pacientes es precedido por un "aura" en el que se experimentan molestias visuales, irritabilidad, náuseas o falta de apetito.
"El dolor de cabeza característico de la migraña dura de 20 minutos a 72 horas y puede acompañarse tanto de molestias a la luz (fotofobia) como de molestias por ruidos", explica el doctor Federico Buonanotte, miembro de la Asociación Argentina de Cefaleas y jefe del Servicio de Neurología del Sanatorio Allende, de la ciudad de Córdoba.
La migraña es una importante causa de ausentismo en todo el mundo, pero también muchos de los que padecen migraña van a trabajar aún en esas condiciones.
Una investigación realizada por la American Opinion Research Corporation, de los Estados Unidos, señala que el 24 por ciento de los afectados cree que sus familias se sienten frustradas por los cambios de humor asociados con esta dolencia.
Un 12 por ciento admite que sus compañeros se molestan por las restricciones impuestas por la migraña sobre su vida sexual.
Este mal suele afectar más a mujeres que a hombres (en una proporción de 4 a 1).
Muchas sufren de migraña menstrual, antes, durante o inmediatamente después del período. Esto se debe principalmente a las fluctuaciones en los niveles hormonales.
Después de la menopausia, cuando declina la producción de hormonas femeninas, la cantidad de ataques disminuye y a veces desaparece.
También los jóvenes son frecuentes víctimas de las migrañas.
El estrés por los exámenes, la falta de sueño y la alteración de las comidas durante la carrera son los motivos por los que un 20 por ciento de estudiantes universitarios argentinos padecen migrañas.
El dato surge de una encuesta realizada por investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba a 8.000 estudiantes de la carrera de Medicina, entre 2003 y 2005.
El dato más preocupante es que un 15 por ciento de los estudiantes consume analgésicos en forma abusiva para tratar de controlar los intensos dolores de cabeza, señala el doctor Buonanotte, quien es profesor de Neurología de la Universidad y autor principal de la encuesta.
Si es frecuente, consultar
Llegar a un diagnóstico de migraña parece sencillo, pero lo cierto es que la mayoría de los pacientes esperan varios años antes de consultar a un especialista.
Muchos temen padecer otras enfermedades importantes (como tumores) y postergan la consulta.
El peligro es que entran en un circuito de automedicación, al tiempo que aumentan la frecuencia de los dolores y las dosis de analgésicos para tratar de controlarlos.
Si bien la aspirina es muy efectiva en el tratamiento de los ataques de migraña aguda, el problema de tomar analgésicos sin indicación médica es que se puede provocar un efecto rebote, explica el neurólogo Buonanotte.
"El abuso de estas medicaciones hace que pierdan eficacia, perpetúen el dolor y provoquen otras alteraciones, como taquicardias", advierte.
Actualmente existen varias hipótesis sobre el origen de la migraña.
Algunas postulan que su origen es un desorden bioquímico en el cerebro y otras que sostienen que se relaciona con los cambios hormonales (especialmente en el caso de las mujeres).
Dada su alta incidencia en algunas familias, se presume que hay un antecedente genético, pero también existen factores ambientales que determinan su aparición.
El estrés, las presiones laborales y el ruido pueden desencadenar migrañas.
El ayuno prolongado o el consumo de ciertos alimentos como chocolate, quesos añejados y bebidas alcohólicas también.
El diagnóstico correcto se basa en una exhaustiva historia clínica y una entrevista médica.
Para el tratamiento los médicos recetan analgésicos, bloqueantes cálcicos, betabloqueantes y hasta antiepilépticos en bajas dosis, aunque se vuelven menos efectivos cuando se utilizan por períodos prolongados.
Una de las novedades en el tratamiento de son las inyecciones de toxina botulínica, aunque no se conoce el mecanismo por el que actúa, y también la homeopatía ha demostrado beneficios.
Opinión
El corazón y la cabeza
Algunas teorías relacionan la migraña con un problema vascular, donde la contracción y la dilatación de las arterias causan el dolor.
El hecho de que sea pulsátil y empeore con cada latido del corazón abona esta hipótesis.
La migraña puede ser un indicador de riesgo cardiovascular.
Uno de los síntomas de la hipertensión es el dolor de cabeza.
No olvidar que la mayoría de los accidentes cardiovasculares están precedidos por un dolor de cabeza.
Por eso es importante identificarlo y descartar que haya riesgo cardiovascular asociado.
El doctor Joaquín Andrade, autor de este comentario, es integrante del Instituto Neurológico de Buenos Aires (INBA).
Cómo tratarla
En cuanto al tratamiento, hay que ser cuidadosos con los analgésicos, porque si bien eliminan el síntoma, no atacan la afección en sí.
Además, algunos dolores de cabeza son tratados con drogas vasoconstrictoras que pueden provocar un daño en el corazón.
El doctor Julio Vallejos, autor de este comentario, es Cardiólogo, coordinador del Departamento de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares del Instituto de Cardiología de Corrientes.
Buenos hábitos
Para evitar los ataques de migraña, son muy importantes los hábitos de vida.
Por ejemplo, alimentarse correctamente, reducir la ingesta de alcohol y bebidas estimulantes, dormir lo necesario y practicar algún deporte o hacer actividad física regular.
Doctor Héctor Zabala, Neurólogo, integrante del Gabinete de Cefaleas del Hospital Ramos Mejía, de Buenos Aires.
¿Cefalea o migraña?
Una forma simple de distinguir si lo que una persona padece es migraña o cefalea es preguntarse si el dolor de cabeza provoca ganas de vomitar o descompostura.
También, si es tan fuerte como para que la luz o los sonidos le molesten y si cuando aparece debe abandonar lo que está haciendo.
Si la respuesta es sí a todo, existe un 99 por ciento de posibilidad de que se trate de una migraña.
Para aliviar el dolor
* Mantener reposo: el movimiento aumenta el dolor.
* Colocarse hielo en la cabeza. El frío alivia los síntomas.
* Cuando hay sensibilidad al ruido o a la luz, recostarse en un lugar oscuro y tranquilo.
* En algunas personas, si logran dormirse, la migraña desaparece al despertar.
* Para evitar su aparición hay que ordenar los hábitos de descanso y de alimentación: dormir 8 horas, realizar ejercicio regularmente (al menos una caminata diaria) y no saltear comidas (especialmente el desayuno).
* Los especialistas recomiendan no automedicarse y, si los episodios de migraña ocurren más de una vez por mes, consultar al médico.