Cuando nada es imposible
Con Juan Darthés como pareja y Millie Stegman de rival, Eugenia Tobal es una de las responsables del éxito de Se dice amor, en las tardes de Telefé.
Pero a ella no le gustan las novelas.
"Mis padres --contó-- siempre trataron de evitar que las viera".
Según cree, el público disfruta del morbo.
"Le atrae cierta promiscuidad, porque la ficción lo que hace es trasladarte situaciones que en la realidad existen pero no se exponen con frecuencia", expresó.
Su personaje se encargó, durante el tiempo que lleva en el aire la tira, de argumentar esos dichos. Durante más de 100 capítulos, a la blonda heroína no le quedó peripecia sin experimentar y, mucho menos, tragedia: un accidente la dejó muda y con una venda en la cabeza durante más de una semana; estuvo en prisión siendo inocente y fue abusada sexualmente por su suegro. ¿Qué tal?
Tobal insistió en sus preferencias y comparó a las telenovelas con las películas de terror.
"A la gente les dan pánico y sin embargo las ven. Yo no", aseguró.
Una profesional más aplomada
A los 30, la intérprete logró reconocimiento en la televisión, gracias a sus trabajos en productos de Pol-ka.
Se desempeñó en 099 Central (2002), fue la tercera en discordia de Padre Coraje (2004), se la vio en Botines el año pasado y luego protagonizó el primer capítulo del multipremiado unitario Mujeres asesinas, que ella misma consideró su mejor labor. Este año le llegó su primer protagónico en la novela producida por Quique Estevanéz.
Ella sostiene que se dio en el momento indicado de su vida personal y profesional, y que marca un despegue de la productora de Adrián Suar.
"Anduve paso a paso y eso fue lo que me trajo hasta este lugar. Si esta oportunidad hubiera aparecido antes, tal vez no la estaría disfrutando tanto como ahora --reflexionó--. ¿Por qué? Tengo una gran responsabilidad. Estoy en un lugar un poquito más alto donde las exigencias son otras y todo lo que sucede pasa por mí".
A sus trabajos anteriores --advirtió-- los asumió con idéntica responsabilidad y, pese a sus elecciones personales, como actriz no tuvo prejuicios a la hora de aceptar este proyecto.
"Todo es arte y tiene que ver con lo que más me gusta hacer que es actuar".
Por el camino más a largo
Modeló y ganó su propio dinero. También se desempeñó como moza, secretaria, recepcionista de un solarium y durante esas etapas de su vida siempre practicó deportes.
"Desde los 6 años hasta los 16 hice gimnasia deportiva, patín y natación de modo que mi cuerpo tiene registro del trabajo físico que realicé. Entrenaba todos los días en el club Huracán de San Justo".
Terminado el secundario, Tobal cumplió tres años en la carrera de Relaciones Públicas.
"Pero cuando el deseo está puesto en muchos lugares no se termina de concretar nada", opinó después de recordar que su vocación de actriz había asomado alrededor de sus 15.
En aquel entonces, su hermano Guillermo tomaba clases de teatro en el club del barrio con Carlos Moreno y Eugenia se vio seducida inmediatamente. La siguiente etapa la llevó por pasillos y más pasillos, golpeando puertas para entregar currículums y ofrecerse cara a cara.
"Creo que el deseo tiene que estar en su lugar. Y aunque elegí el camino más largo y no tenía parientes artistas, cuando uno quiere algo, las oportunidades aparecen".
Su asignatura pendiente es el cine.
"Está ahí y lo voy a hacer cuando se den todas las condiciones. Lo siento y estoy segura de que es un lugar donde me puedo desarrollar muy bien, un espacio a explotar", indicó
La misma chica de barrio
Nacida --como su coprotagonista Darthés-- en el barrio de Ramos Mejía, confesó que sólo la gente la contiene de la crueldad del medio.
"Lo que más me emociona es el cariño que me tienen. Creo que el buen actor, el profesional, es esencialmente una buena persona".
El éxito, afirmó, no la marea.
"Yo trabajo y me voy a mi casa. Demuestro que me gusta trabajar. Tengo mi familia y los domingos voy a comer con mis viejos; salgo a la calle y cuando vuelvo a mi casa soy la misma de siempre.
"Soy lo que soy. Si no, me impondría un estrés muy grande, porque convertirme en un personaje es algo que adopto únicamente para esta profesión que amo tanto. No me creo nada porque si estás fuera del aire durante un año, dejaste de ser lo que eras y la gente ya no se para a saludarte", añadió.
Se dice amor ocupa la misma franja horaria que el año pasado cubriera el suceso de Amor en custodia.
"Especular con lo que sucedió con aquella novela sería una estupidez de parte nuestra porque eso fue mágico --asestó--. Fue la novela de 2005.
"Nosotros confiamos plenamente en el producto que tenemos. Es digno, el público nos acompaña y desde el primer día trabajamos con nuestra mejor predisposición. Así alcanzamos un promedio de 18 puntos de rating", puntualizó.
A su manera
Tobal se siente tranquila. Ya puede hacer lo suyo y a su modo.
"No molesto a nadie y no quiero que me molesten", definió.
Se nota mejor que cuando acusaba 20 de edad.
"¡Muchísimo mejor! Es llamativo, pero me veo bien porque soy una convencida de que la belleza estética refleja nuestro interior, y en mi caso, está relacionada con mi crecimiento personal y profesional.
"Creo que encontré mi eje, un gran equilibrio emocional que no tenía antes. Sé que me falta pulir muchas cosas, pero seguro que el tiempo me dará esa gran oportunidad. Por otro lado estoy entendiendo de qué se trata esta profesión y aunque a veces me hago malasangre, resuelvo las dificultades desde otro lugar", subrayó. (Télam)