Baile con salsa y azúcar
El varón realiza un cimbreo grácil y delicado con todo su cuerpo alrededor del cual la dama dibuja fantasías coreográficas, apenas aferrada a las manos de su compañero. Los cuatro pies se complementan en el paso. Todo ello al compás de una música, que sin desenfreno, es agitada e invita al baile. Compás de salsa.
De esto sabe mucho Alejandro Rodríguez, instructor en ritmos afro-latino-caribeños. Tal la denominación específica de quien todos conocen como profesor de salsa.
En su caso, empezó como bailarín y después cursó durante dos años el instructorado en un gimnasio bahiense representante de la Asociación Argentina de Gimnasia y Danza. Recibido en 2004, ha realizado diversos cursos de capacitación y ha participado en competencias zonales con buen desempeño.
"En teoría estudiábamos la historia de las danzas, su nacimiento, sus raíces y evolución. La parte práctica consistía obviamente en bailar. Además, estudiábamos para enseñar, lo que más me gustaba", comentó en diálogo con "La Nueva Provincia".
"Los lugares donde bailamos salsa son ambientes muy amenos y cálidos, donde se crean lazos de amistad. Quien se lo proponga, independientemente de la edad, puede bailar muy bien. La gente, en general, viene a divertirse, a quemar calorías, a alejarse de sus problemas cotidianos", destacó.
Educado en la danza en una peña folklórica, apasionado por el hip-hop y autodefinido más como bailarín que como profesor, Alejandro Rodríguez se reconoce muy exigente con sus alumnos.
Cuenta con aprendices de todas las edades, la más joven de 14 años y la mayor, de 56. En el grupo --que desarrolla sus actividades en La Casona-- son mayoría las bailarinas. "A los hombres les cuesta mucho ser apuntado por el dedo de los demás porque bailan, pero si superan el prejuicio social, son incondicionales", reconoció.
Expresó que la gente que se acerca a aprender prefiere empezar por el merengue porque es más fácil, pero una vez que aprenden a bailar salsa, no la dejan más.
A su criterio en poco más de cuatro meses se aprenden los rudimentos básicos y luego se puede salir al ruedo para lucirse en una fiesta. "Llegan a ser bailadores. Los bailarines me acompañan en los escenarios", expuso.
"Muchos asocian a la salsa con ropas coloridas, ajustadas y sensuales. Eso es simplemente visual y se muestra en escenarios o en competiciones. La salsa es simplemente un baile popular en el que la pareja, a través del movimiento, transmite cosas. Eso lo puede hacer cualquiera y no hace falta tener un buen físico ni ropas especiales", indicó.
Explicó que en las exhibiciones, la vestimenta complementa la expresión. Por ejemplo, en la rumba son fundamentales los volados en las mangas porque ayudan al contacto con el otro. El mambo es un baile caliente y necesita ropa sensual.
Aspectos de la música caribeña. La música caribeña tiene un origen triste porque el ingrediente cultural principal es el de los esclavos africanos. A ello se suman el componente latino proveniente de los países conquistadores y el elemento indígena nativo.
Salsa es una denominación comercial nacida en la década del 60 y generalmente asociada con Cuba. Pero existen otros ritmos caribeños como el merengue, dominicano de origen y definido como una pareja abrazándose y enredándose hasta llegar al cielo; el chachachá, gestado a partir del rasguido de los pies contra el piso; la bachata, tan triste que se la llama la canción del "amargue"; o el mambo, o sabrosura, una suerte de salsa rápida.
A Rodríguez le gustan tanto las versiones lentas como rápidas. Lamentablemente no es fácil conseguir música pura. La que llega es la variedad norteamericana de Los Angeles, con trompetas y metales, emparentada con el jazz y el rock, al estilo de Gloria Stefan.
El joven instructor prefiere lo tradicional, con el ritmo de la clave y el son bien cubano. "Conseguir ediciones auténticas es difícil", admitió, "aunque hoy gracias a Internet se han facilitado las cosas tanto para bajar material como para escuchar radios extranjeras". Aclaró que un CD de salsa, en realidad, tiene solamente un par de temas puramente salseros. El resto es mezcla.
Finalmente manifestó que para este año, y entre otros proyectos de carácter competitivo, desea organizar fiestas de salsa para que se reúnan los amantes de este baile alegre y sabrosón.