La última mano noqueó al "Intocable"
A sólo cinco días de haber festejado su cumpleaños número 66, el castigado corazón del mendocino Nicolino Locche dijo basta en su Las Heras natal, y con el deceso del mundialmente conocido como el "Intocable" se fue uno de los ídolos más grandes del boxeo argentino de todos los tiempos.
Nicolino había nacido el 2 de setiembre de 1939 en Campo de Los Andes, en el departamento de Tunuyán, distante a unos 100 kilómetros al sur de la capital mendocina.
En el campo profesional, obtuvo los títulos mendocino, argentinos liviano y welter juniors, sudamericano y mundial de esta categoría. Totalizó 136 combates, con 117 victorias, 4 derrotas y 14 empates.
Su noche más gloriosa fue el 12 de diciembre de 1968 en Tokio, cuando venció por abandono en la décima vuelta al hawaiano Paul Fuji y obtuvo el título mundial welter juniors. Realizó cinco defensas exitosas ante Carlos Hernández, Joao Enrique, Adolph Pruitt y Domingo Barrera Corpas, todas en el místico Luna Park.
El 10 de marzo de 1972 perdió la corona por puntos al cabo de 12 rounds ante el panameño Alfonso Frazer, en el gimnasio Nuevo Panamá de esa ciudad homónima centroamericana.
Cansado del boxeo, Locche tuvo un retiro pasajero, tras perder con el colombiano Antonio Cervantes, y otro definitivo, el 7 de agosto de 1976, luego de vencer por puntos, en Bariloche, al chileno Ricardo Molina Ortiz.
Fue el punto final de una carrera extensa, que comenzó en la niñez en el histórico gimnasio Mocoroa de la ciudad de Mendoza, bajo las órdenes del maestro Francisco Bermúdez, y que lo vio arriba del ring como aficionado en 122 peleas.
Su corazón estaba maltrecho desde hace varios años, al punto que en septiembre de 1994 le realizaron tres by pass a raíz de una insuficiencia cardíaca que le ocasionó su fuerte adicción al cigarrillo. Además, fue hospitalizado en varias oportunidades por insuficiencias respiratorias.
Pero todas esas veces pudo esquivar la muerte, de la misma manera que hacía con los golpes que le tiraban arriban de un cuadrilátero sus rivales.
Si hasta el cantante Chico Novarro lo homenajeó en la década del '70 con el tema "un sábado más".
Sin embargo, el miércoles a la noche, después de ducharse y acostarse en su domicilio, su corazón dijo "no va más" y Nicolino perdió por nocaut, ese nocaut que le puso punto final a la vida de un grande, al que los simpatizantes del boxeo mundial jamás olvidarán.
Los restos de Locche fueron inhumados en el Parque Jardín Mendoza, en el departamento de Maipú.
Duelo mendocino
Personalidades de la política, el deporte, fanáticos del boxeo y amigos, desfilaron ayer, desde muy temprano, para dar su último adiós a Nicolino Locche, mientras el gobernador Julio Cobos firmó un decreto que dispuso el duelo provincial. También se observaron coronas de la familia Lectoure, las federaciones Mendocinas y Argentina de box, la empresa Corti y el Luna Park, y ofrendas florales de amigos y reparticiones oficiales.
Sus últimos momentos
Nicolino Locche (hijo) aseguró ayer que una de las últimas alegrías de su padre fue haber recibido el cinturón de campeón mundial original, que le fue entregado hace algunos días.
"Era algo que él esperaba hacía mucho tiempo y lo puso bien tenerlo en sus manos. Hasta hace poco él tenía una réplica del cinturón que le había dado Peñaflor, que era su sponsor en ese entonces", concluyó.
"Por su enfermedad, nunca podía estar del todo bien. Un día estaba contento, pero al otro ya decaía. Los buenos estados de ánimo no le duraban", añadió.
El hombre contó que no advirtieron un agravamiento decisivo en la salud de su padre, de por sí deteriorada desde hacía años por el tabaquismo, y relató los últimos minutos de vida.
"Se bañó, entró a su dormitorio y no salió nunca más", contó.