Raúl Cereijo, su fallecimiento
Hondo pesar causó en la comunidad rosaleña el fallecimiento de Raúl Cereijo, producido el 20 de abril pasado, a los 76 años de edad.
El deceso del "Lungo" enluta a toda la familia del básquetbol puntaltense, deporte que abrazó desde joven, en la entidad de Mitre 951.
La promesa de aquel pibe noble, sencillo y espigado era una realidad. Integró los seleccionados de Punta Alta junto a notables figuras del básquetbol de antaño, como Mario Marchesino y Osvaldo Ferretti, entre otros.
A Raúl, como se dice vulgarmente, lo quería todo el mundo, chicos y grandes, compañeros y rivales. Era un tipo transparente, honesto, inteligente, de paso cansino pero seguro, de figura voluminosa tan grande como su corazón, de principios nobles y concejos sinceros, de mirada charlatana y boca cerrada.
Raúl Cereijo había nacido un 8 de febrero de 1929; estaba casado con Virginia Sagredo, unión de la cual nacieron sus dos hijas: María Cristina y Mónica Claudia.
El pasado 20 de abril, alrededor de las cinco de la madrugada, el "Lungo" jugó su último partido. Se despertó, preguntó qué hora era y con su mejor estilo se durmió en la paz del Señor. En esa paz que él mismo permanentemente irradiaba.