Bahía Blanca | Domingo, 10 de agosto

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Víctor Visconti, el "mayor" de los mellizos

Víctor Visconti, el integrante del dúo Los Visconti, falleció el pasado lunes, a las 75 años. Corría 1950, cuando se recordaba como "Año del Libertador General San Martín", y bien ajustada estaba entonces la cueca Los 60 granaderos que Hilario Cuadros eternizara. Precisamente su conjunto, Los Trovadores de Cuyo fue el elegido como modelo para ir dibujando melodías que se elegían en el bar Carreño, de Alsina y Lamadrid.
Víctor y Abel, siempre juntos. (Archivo LNP)


 Víctor Visconti, el integrante del dúo Los Visconti, falleció el pasado lunes, a las 75 años.


 Corría 1950, cuando se recordaba como "Año del Libertador General San Martín", y bien ajustada estaba entonces la cueca Los 60 granaderos que Hilario Cuadros eternizara.


 Precisamente su conjunto, Los Trovadores de Cuyo fue el elegido como modelo para ir dibujando melodías que se elegían en el bar Carreño, de Alsina y Lamadrid.


 Víctor y Abel Visconti (habían llegado a nuestra ciudad a los cuatro años de edad procedentes de Coronel Dorrego) también anotaban a Buenaventura Luna y La Tropilla de Huachi Pampa como referentes para la idea que anidaba en sus cerebros.


 Mientras lustraban botas leían el libro El cantor de los troveros de Luis Acosta García (se lo compraron a un cieguito en el colectivo) y llegó la primera guitarra hasta la casa de Remedios de Escalada 44, donde once hermanos escuchaban a doña Paula, su mamá.


 Tras deambular con sus hermanas Irma del Valle y Blanca Visconti en la Tropilla del Sur y actuar con Mario Mauret, Víctor salió del servicio militar (por ley, el mayor de los mellizos debía cumplirla) y con Abel crearon el dúo debutando en La Querencia ante "severos" jueces como Azucena Maizani y Chola Luna.


 En 1974, Cosquín les dio el espaldarazo para iniciar una trayectoria artística tremenda que incluye más de cuarenta discos larga duración, un despliegue enorme en escenarios nacionales, latinoamericanos y europeos, y el homenaje a sus antecedentes el 5 de agosto de 1997, en el Salón de los Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados de la Nación.


 Víctor popularizó la frase que se constituyó luego en una condición inevitable en los contratos para actuar: "Fuerza Abelito ahí", como impulso para los formidables punteos de su hermano.


 Bahía Blanca (su ciudad adoptiva) fue perpetuada en varios temas que el dúo grabó: Zamba a Bahía Blanca, A Villa Mitre, Cuando encienda el otoño, La flor del arenal y otras.


 La voz lastimosa y profunda de Víctor "enganchaba" la pausada segunda de su hermano y lograban un modo estilístico al cual adhirieron los gustosos de los valsecitos, gatos y en la mayoría de los casos, obras bien identificadas con el sur bonaerense.


 "¿El nombre? --apuntaba una vez Víctor-- Fue obra de Héctor Larrea. Porque en principio éramos Los Hermanos Visconti, pero el de Bragado en Cosquín nos bautizó Los Visconti y así quedó".


 Víctor Visconti partió al silencio. Pero no costará mucho evocarlo, recordardo con la sensación de escuchar la expresión impulsiva para animar a su socio y hermano: "Fuerza Abelito ahí".

Roberto Oña/Especial para "La Nueva Provincia"