Muy pronto, una bandera celeste flameará en la inmensidad blanca
En un alto de su periplo iniciado en Paraná, la Caravana Nacional de Construcción de Paz se detuvo en Bahía Blanca. Procedentes de Patagones, sus 17 miembros (nueve mujeres y ocho varones) fueron recibidos en el anochecer del miércoles por una escolta de inspectores comunales y, tras pernoctar en el Hotel Muñiz --merced a una invitación de la Municipalidad--, ayer, muy temprano, retomaron el camino hacia Trenque Lauquen.
Atrás quedaron muchas ciudades y pueblos de la provincia de Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, porque el trayecto, en este tramo, tuvo a Ushuaia como su punto más austral.
La aventura se cumple a bordo de una combi, un trailer, un auto particular y, en tramos, en bicicleta.
¿Qué se proponen estos entrerrianos?
"Queremos promover la Bandera Universal de la Paz, creada en Paraná por los miembros de la expedición de canotaje Pacis Nuntii, quienes, en 1984, pregonando un mensaje de paz, unieron Brasilia y Buenos Aires, a remo. Se trata de un símbolo único y de unidad entre los pueblos y las instituciones de todo el mundo que refleja el valor de la convivencia humana en trascendencia, más allá de las fronteras de nuestra propia tierra", explica Eduardo Riera Borri, presidente fundador del citado movimiento.
Paño de fondo celeste, paloma en vuelo, el mundo, la familia, una estrella y la vía láctea se disponen sobre la bandera que jamás fue escoltada por armas de fuego, que no se engendró en campos de batalla, ni en luchas del hombre contra el hombre.
"Argentina puede ser el primer país que por sobre su bandera enarbole la de la paz. Sería un hecho inédito y lo estamos impulsando. En otras partes, la paz se pretende imponer con los ejércitos. Nosotros proponemos recorrer los senderos interiores para lograr una paz duradera. Y como el ser humano es simbólico, creamos esta bandera", señala Riera Borri, quien en 1985 le ofrendó el emblema al Papa Juan Pablo II.
Regreso y partida
Tras la vuelta a Paraná, prevista para la semana que viene, la caravana entrará en su etapa final, puesto que el 3 de marzo, desde Buenos Aires, volará en un Hércules hasta la base Benjamín Matienzo, en territorio antártico.
Adriana Gómer, profesora de Literatura y a cargo de la biblioteca itinerante de la campaña, se entusiasma cuando habla de los 130 libros que serán destinados a la base Esperanza, un emblema nacional en el continente blanco.
"Portamos libros de autores entrerrianos y obras que tienen como escenario a la Antártida, pero a medida que recorremos ciudades, se produce un intercambio con obras de autores regionales. Así enriquecemos nuestro baúl donde atesoramos los textos", explica.
"El nuestro, es un país sorprendente. Empezamos esta travesía con otra imagen desde lo teórico y lo conceptual, pero vivirlo fue muy distinto. La calidad y la solidaridad de la gente son maravillosas", indica Mariel Jackeline Giusti, psicóloga coordinadora de la caravana.
Mariel asegura que el arribo a Ushuaia resultó muy emocionante y Adriana cuenta lo conmovedor que fue encontrar coterráneos en el sur.
"Clubes rotarios, escuelas mapuches y rurales nos recibieron con los brazos abiertos. A cada paso, se percibe un mensaje de paz sin discriminaciones", agrega Riera Borri.
De sus horas en Bahía Blanca quedaron muchos otros relatos y, por supuesto, una bandera. Los expedicionarios, por su parte, se llevaron el escudo de la ciudad y el nuevo símbolo (la gaviota cangrejera), que en días más serán llevados a la Antártida.
Tras su pasaje por Trenque Lauquen, se encaminaron a General Villegas y hoy, son esperados en venado Tuerto.
En pocos días más, una bandera celeste flameará en la inmensidad blanca.
Las cuatro premisas
1. Procurar el diálogo entre comunidades favoreciendo el intercambio de símbolos. Reconocer manifestaciones culturales sobre el valor de la paz.
2. Reconocer lugares que son cuna de pastores que, dentro de la Iglesia Católica, han guiado hacia la construcción de la paz.
3. Favorecer la creación de redes de información y acciones comunes con diversas entidades de orden científico.
4. Impulsar la cooperación pacífica en las competencias deportivas.