Bahía Blanca | Jueves, 26 de junio

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Los bolicheros no quieren salir del radio céntrico

Disconformes por los requerimientos y exigencias que imponen las reglamentaciones para con sus locales, y porque a su criterio no se pone el mismo énfasis en los controles de boliches con respecto a los pubs y kioscos, los propietarios de Mikonos y Mediterráneo sienten que existe una persecución de parte de las autoridades municipales.
Gustavo Silvente, Marcelo Rossi y Alberto Barone. (Agencia Punta Alta)


 Disconformes por los requerimientos y exigencias que imponen las reglamentaciones para con sus locales, y porque a su criterio no se pone el mismo énfasis en los controles de boliches con respecto a los pubs y kioscos, los propietarios de Mikonos y Mediterráneo sienten que existe una persecución de parte de las autoridades municipales.


 Pero al margen de las normas de seguridad previstas a partir del decreto 12/05, ahora se suma otro punto álgido para los bolicheros, que tiene que ver con que a partir de la sanción definitiva del Código de Zonificación para el distrito de Coronel Rosales, los locales bailables y establecimientos industriales instalados en el casco urbano tendrán un plazo de tres años para trasladarse al lugar correspondiente.


 En este sentido el intendente Néstor Starc fue claro al explicar que hay dos espacios previstos: uno sería a la altura de la ruta 229 y el acceso al barrio Albatros XV, y el otro en el sector próximo a la avenida Tucumán. Ello atento a los problemas de todo tipo que soportan los vecinos y llevan sus quejas a la comuna.


 "Realmente si se aprueba eso de sacarnos del centro para mandarnos quién sabe adónde sería un grave error. Más aún si se tiene en cuenta el peligro que conlleva que los jóvenes anden caminando por la ruta a la madrugada", dijo Alberto Barone, uno de los dueños de la disco Mediterráneo.


 "Nosotros no sabemos la zona a la cual quieren llevarnos, ni tampoco nunca nos preguntaron qué nos parecía la idea. Yo no sé si esta gente sale con frecuencia a la noche para saber cuál es el movimiento en Punta Alta. Creo que tienen chicos, y el día de mañana van a tener que movilizarse, no se cuánto, para ir hacia algún lugar alejado, con los riesgos de andar de noche, del transporte o de los peligros de la ruta", dijo, por su parte, Gustavo Silvente, socio de Mikonos.

Competencia desleal. Mientras tanto, Marcelo Rossi, otro de los dueños de Mikonos, se quejó por la competencia desleal que tienen que afrontar los boliches bailables.




 "Esta norma nueva, que estipula el pago de una suma de dinero anual para estar habilitado para vender alcohol, se hizo para hacer cumplir normas viejas", dijo. Y agregó: "Ahora nos quieren castigar otra vez, sacándonos del centro".


 "De esa manera ellos (por los funcionarios) están creando nuevas reglas de juego para librarse de las culpas y demostrar que hacen cosas, cuando en realidad no están haciendo lo que deben. Porque yo les puedo decir que se está vendiendo alcohol en lugares prohibidos y tampoco se están respetando los horarios de cierre en algunos lugares", acusó Rossi.


 "Todo eso --agregó-- es lo que genera el circuito de gente en la calle. No son los responsables de esto ni Mikonos, ni Mediterráneo, ni Rosario, sino que son los locales que no cumplen o no les hacen cumplir las normas estipuladas por el rubro que figuran", agregó Marcelo Rossi, en clara alusión a los pubs.


 "Lo sé porque vivo de esto, lo palpo y estoy despierto a la hora que pasan estas cosas. Yo no sé cuánta de esta gente que está dirigiéndome la vida, mi presupuesto y el de mi ciudad, sabe qué pasa después de las doce de la noche", dijo el dueño de Mikonos quien fustigó a los funcionarios nuevamente al expresar que "tienen armas para controlar todo el movimiento nocturno, pero evidentemente lo que no tienen es capacidad".

Hay persecución. Barone dijo que "notamos que hay persecución hacia nosotros, ya que siempre somos los castigados". Asimismo insistió en un tema para él relevante: "Nos quieren sacar del centro y no se fijan que la mayoría de los chicos estando en este sector están más controlados, mientras que si los llevan para el lado de las rutas hay mucho más peligro".




 "Supuestamente lo que ellos dicen es que les llegan denuncias y quejas de vecinos del centro. Pero también tendrán que ponerse a pensar en los miles de pibes que van a estar dando vueltas por otros lugares", dijo Barone, quien lamentó que no se tenga en cuenta que los boliches contienen a muchos clientes dentro de sus locales.


 Gustavo Silvente se preguntó, en este sentido, si se paró el movimiento de gente en el centro de la ciudad durante los fines de semana que tanto Mikonos como Mediterráneo estuvieron sin funcionar. "Todo lo contrario, porque había más gente en las calles", dijo.


 "Lo que pasa es que con la competencia desleal que ellos permiten, ya que no se respetan los rubros, hoy por hoy en Punta Alta la diversión está en las calles y no adentro de los boliches. Se sabe que el alcohol en los kioscos vale más barato que en nuestros locales y que hay lugares donde los chicos se pueden divertir sin tener que pagar entrada", dijo Marcelo Rossi, quien fue más allá al expresar que "ni hablar de las veces que la diversión la fomentan exclusivamente en la calle, como son las fiestas del 31 de diciembre en la primera cuadra de Roca, donde cortan la calle para hacer un festejo popular y venden alcohol en la calle".

El gran kiosco. Silvente, en tanto, dijo que "nosotros estamos desprotegidos" al expresar que "le pedimos que hagan controles, como en los kioscos que venden bebidas en forma clandestina, y no los hacen".




 Y agregó que "si los boliches bailables se tienen que ir a otra zona de la ciudad, por qué no los pubs, que están haciendo lo mismo que nosotros. Así nos están mandando al muere, porque hay controles para algunos y para otros no. Hoy por hoy yo tengo los problemas que tiene Macri, pero gano lo mismo que el kiosquero de la esquina".


 "Es como que si tenés el rótulo de bolichero ya no sos un comerciante sino un delincuente", dijo Silvente.


 "Si el argumento es llevarnos a otro lado para solucionar el tránsito de los chicos en la calle, los que vayan caminando a otra zona los ponemos en un serio riesgo, y el resto se va a quedar en el centro consumiendo alcohol en los kioscos", dijo Rossi, quien aclaró que "nosotros no tenemos problemas puntuales con este gobierno de turno porque la misma incapacidad para controlar en forma pareja a todos los comercios se la discutíamos a las autoridades anteriores".


 "A mí ahora me exigen que respete una cierta capacidad de personas dentro del boliche. Pero paralelamente no se controlan otras cuestiones que pasan en plena calle o en otros comercios. Por lo tanto, a nosotros nos será mucho más rentable y tendremos menos problemas habilitando un gran kiosco", concluyó Rossi.