Marcos Figueroa fue encontrado culpable
El Tribunal en lo Criminal Nº 1, en un adelanto del veredicto, resolvió ayer condenar a Marcos Ariel Figueroa (21) por el homicidio de José Benjamín Ríos (79), ultimado hace dos años y medio en Médanos, aunque recién el próximo miércoles dará a conocer el monto de la pena.
En la víspera, la fiscal Olga Cristina Herro, el abogado defensor Eduardo Zalba y el propio imputado, fueron notificados de la resolución, disponiéndose que la nueva audiencia se desarrollará el día 9, a las 9.30.
Como se informara en anteriores ediciones, la semana pasada, antes de los alegatos, Figueroa solicitó a los jueces Enrique José Montironi, Mario Lindor Burgos y Miguel Alberto Adrover, que se le permitiera declarar.
En ese contexto, el joven se adjudicó la autoría del crimen, desvinculando del mismo a Carlos Ariel García (20) y a Ana Bernardita Quiroga, quienes por tal motivo resultaron absueltos, al abstenerse la fiscalía de formular acusación en su contra.
Figueroa, a quien se procesa por homicidio calificado, reconoció que mediante el empleo de un arma de fuego, había obligado a García a que lo acompañara hasta el lugar de los hechos, pero afirmó que éste último no tuvo ninguna relación con lo sucedido después.
También relató que Ana Quiroga era su patrona y que desconocía que objetos pertenecientes a la víctima fueron llevados por él a su vivienda, a la cual accedió --según dijo-- con una copia de la llave original.
El coimputado García, cuando declaró ante el tribunal, había manifestado ser ajeno al homicidio y sostuvo que Figueroa lo había amenazado con un arma de fuego para que lo acompañara a la casa de Ríos. Recalcó en esa oportunidad, que nada tuvo que ver con el crimen.
Por tal motivo, cuando la doctora Herro formuló su alegato, decidió acusar solamente a Figueroa, para quien solicitó la imposición de la pena de prisión perpetua.
También peticionó que el encausado sea sometido a tratamientos debido a su adicción a las drogas.
El defensor Zalba, por su parte, planteó la nulidad de las actuaciones, pero subsidiariamente pidió que se calificara al hecho como homicidio en ocasión de robo, condenándose a Figueroa al mínimo de la pena para ese delito.
Ríos fue asesinado, con fines de robo, el 10 de julio de 2003, y el homicida después prendió fuego la casa de Lavalle y Malvinas Argentinas para borrar las huellas.
Cuando los bomberos medanenses concurrieron a combatir el fuego, se encontraron con el cadáver del morador, estimándose en un principio que había fallecido como consecuencia del siniestro.
Pero después se estableció que el hombre fue ultimado a golpes.