Reencuentro con la danza clásica

Redacción de La Nueva.

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 "Buena parte del repertorio del espectáculo de esta noche está integrado por obras que hicimos en Alemania, incluyendo una suite de El lago de los cisnes, donde está incluido un pas de deux que el director cubano Gonzalo Galguera nos cedió para que podamos hacer aquí".

 De esta manera, el bailarín bahiense Manuel Martínez se refiere a los pormenores de la gala benéfica de ballet que se ofrecerá esta noche, a las 21, en el Teatro Don Bosco con entradas desde 3 pesos.

 Lo recaudado será destinado a la cooperadora de la Escuela de Danzas Clásicas de nuestra ciudad, donde se formaron los dos principales protagonistas de esta noche: uno es el ya mencionado Manuel y la otra, su mujer, Carolina Basualdo.

 Durante los dos últimos años esta joven pareja de bailarines integró el Dessau Ballet, de la homónima ciudad alemana, ubicada entre Leipzig y Berlín, dirigido por el maestro cubano Gonzalo Galguera.

 Recientemente, éste se desvinculó de la institución en busca de nuevos proyectos y tanto Carolina como Manuel decidieron seguir el mismo camino.

 "De todas maneras, este espectáculo se venía preparando desde hace varios meses ya que teníamos idea de hacer algo en nuestra ciudad cuando viniéramos de vacaciones y lo habíamos hablado con Beatriz Piñeyro, quien lo empezó a preparar con los chicos que participarán, desde hace varios meses", comenta Carolina Basualdo.

 Para tal efecto se conformó "Tanz Bahía", un grupo conformado por 14 integrantes: Mariana Basualdo (hermana de Carolina), Verónica Cebrián, Alejandro Olguín, Guillermina Loffredo, Christian Gavilán, Fernanda Brevión, Soledad Pelassini, Juliana Alvarez, Alejandro Olguín, Jorge Kotani, Rosella Puntarello y Raúl Scheffer, además de Carolina y "Manolo".

 "Son todos amigos nuestros con ganas de bailar. La idea es que esta noche comience algo que pueda proyectarse en el futuro y, si podemos, concretar presentaciones en algunos puntos de la región, pero para eso, tiene que salir todo perfecto la primera vez", considera Manuel.

 Cabe consignar que para esta función se utilizará una serie de implementos --zapatillas de punta y media punta, clips, maquillaje, etc.-- que este matrimonio trajo consigo tras su experiencia alemana.

 "Allá aprendimos que un bailarín sólo tiene que pensar en bailar antes de una función y para eso debe tener todos los elementos necesarios a su disposición", destacaron.

Un reencuentro casi soñado.

 Antes de irse, Carolina y "Manolo" estaban considerados entre los más prometedores proyectos surgidos a nivel local.

 "Ahora puede ser que hayamos madurado un poco más. Una experiencia como ésta influye en cualquier carrera", considera Carolina.

 "No puede ser de otra manera cuando se viven dos años completos, dedicados únicamente a bailar, con un régimen de trabajo de muchas horas muy intensas, seis veces por semana y con presentaciones casi todos los sábados y domingos", agrega Manuel, quien, por grande, no puede precisar la cantidad total de presentaciones realizadas durante su experiencia teutona.

 "A veces se cambiaban los programas de una semana para otra y había que trabajar más para llegar a tiempo, pero no nos podemos quejar porque aprendimos mucho y ahora quisiéramos traer algo de eso aquí", señalaron.

 Lo cierto es que esta noche volverán a presentarse ante el público bahiense después de dos años y aseguran que lo harán protagonizando un espectáculo de calidad, que se basa en las fórmulas clásicas, pero, a la vez, se actualiza en ciertas formas, de acuerdo con algunas usanzas muy en boga en el Viejo Continente.

 "Lo último que habíamos hecho había sido un espectáculo de tangos de Oscar Aráiz en el Teatro Municipal y después habíamos trabajado con Iñaki Urlezaga", recuerdan.

 Para el reencuentro eligieron nada menos que montar su propio espectáculo.

 "Claro que para ello contamos con Beatriz Piñeyro que nos dio una mano enorme, porque por más que hayamos aprendido, una cosa es bailar y otra, montar una función como la que esperamos hacer, para la que hemos contado con la ayuda de mucha gente, comenzando por nuestras familias", reconocen.


"Nos damos un gusto". Con la elección del programa que ofrecerán hoy, Basualdo y Martínez manifiestan haberse dado el gusto de elegir obras de su gusto, desde la convicción de que serían del agrado para el público de la ciudad.

 "Hacía tiempo que teníamos ganas de hacer el pas de deux de Diana y Acteón y la suite de El lago... la hicimos bastante allá y nos fue muy bien, así que nos complace poder mostrarlo aquí", comentan.

 El programa, de una hora y media de duración, se completará con Para Bach, un quinteto conformado por cuatro varones y una mujer en el que esta pareja no interviene y con Paquita, del que tomará parte toda la compañía y ocupará íntegramente el segundo acto.

 "Para este último número, nosotros ensayamos bastante nuestra parte allá y Beatriz y los chicos hicieron lo propio acá. El vestuario lo conseguimos con aportes particulares y algunos préstamos de la Escuela de Danzas y el Ballet del Sur", destacaron.

 


Mirando hacia el futuro.

 Con 26 y 25 años respectivamente, Carolina y Manuel saben que están comenzando la edad de plenitud para los bailarines.

 "Lo primero que queremos es hacer este espectáculo y después nos pondremos a pensar cómo sigue nuestro futuro. En principio, vamos a estar aquí por lo menos un año", cuenta Carolina.

 Eso es lo que conversaron con el maestro Galguera cuando se desvincularon del Dessau Ballet.

 "Allá las temporadas se planifican año a año, y en agosto comienza una nueva que se extenderá hasta julio del año que viene. Para ese momento, Gonzalo ya tiene varias propuestas en carpeta, para las que, según dijo, nos tiene en cuenta", aclara Manuel.

 No obstante esa posibilidad, ellos no descartan reestablecerse en la ciudad, donde cuentan con un estudio de baile de su propiedad.

 Por lo pronto, Carolina se reincorporó al Ballet del Sur (estaba con licencia sin goce de sueldo) y "Manolo" espera tener una oportunidad en algún concurso futuro.

 "Cuando nos fuimos fue porque las cosas aquí estaban realmente mal, pero si vemos que hay posibilidades de trabajar en serio, no descartamos para nada quedarnos", aseguran.



PERSONAL

* Carolina es hija de Guillermo (arquitecto) y Chela (ama de casa, masajista y depiladora).
* Creció en la casa familiar de Saavedra al 500 y estudió en la EEM Nº 3 de Vieytes y Bravard.
* "Manolo" Martínez es hijo de un profesor de folklore y una profesora de ballet en la Escuela de Danza Clásica. Tiene dos hermanos que no comparten su afición.
* Estudió en la escuela Nº 50 del barrio Rosendo López
* "El plan de tener un hijo siempre está presente, pero quisiéramos esperar un poco más, para aprovechar esta edad para bailar", coincidieron.