Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Se fue Gerardo López, la "voz" de Los Fronterizos

Los restos del folklorista Gerardo López, "la voz" emblemática del desaparecido conjunto Los Fronterizos, fueron velados y sepultados ayer en la ciudad cordobesa de Unquillo. López, de 70 años de edad, falleció en el Sanatorio Allende de Córdoba, víctima de un cáncer terminal de próstata, según informaron los médicos de ese establecimiento asistencial.


 CORDOBA (DyN y Télam) -- Los restos del folklorista Gerardo López, "la voz" emblemática del desaparecido conjunto Los Fronterizos, fueron velados y sepultados ayer en la ciudad cordobesa de Unquillo.


 López, de 70 años de edad, falleció en el Sanatorio Allende de Córdoba, víctima de un cáncer terminal de próstata, según informaron los médicos de ese establecimiento asistencial.


 El notable cantante vivía desde hace varios años en Unquillo (desde que se disolvió el conjunto Los Fronterizos), donde compartía su casa con su gran familia, integrada por hijos, nietos y bisnietos.


 "Mi ex compañero, el hermoso negro Gerardo López, murió después de un largo cáncer", dijo Julio César Isella momentos antes de partir hacia Unquillo para asistir al velatorio y al sepelio, recordando que López integró la primera conformación de Los Fronterizos, con quienes grabó la Misa criolla, la universal y original".


 "Con Ariel Ramírez y Eduardo Falú --también partícipes de esa creación--, recordamos que íbamos a cumplir 40 años desde la grabación, en 1964, y pensamos en hacer un homenaje a la obra", comentó Isella emocionado.


 "Había elegido para vivir con su numerosa familia --varios hijos, nietos y bisnietos-- la localidad cordobesa de Unquillo, donde vivió Spilimbergo y donde lo visitaba Atahualpa Yupanqui", relató.


 Tras la desaparición de Los Fronterizos, conjunto que junto a Los Chalchaleros produjo una revolución en la canción folklórica argentina en las décadas de los 50 y 60, López continuó en su actividad como cantante, y en los últimos años de su actividad había formado el conjunto Las Voces de Gerardo López, con el que sostenía su presencia artística.


 "Gerardo fue un hombre con mucha historia y muy querido por la gente, no sólo en Argentina sino en España y en Latinoamérica, que lo venían a visitar. Les va a doler mucho la noticia de su muerte", manifestó el folklorista.

Enfoque

El "Negro", en cuerpo y alma






 Hace poco más de un año (9 de mayo de 2003) visitó nuestra ciudad junto a César Isella, "guitarreando" los dos en el Municipal y evocando parte de un repertorio fronterizo rico en matices.


 Gerardo López reiteró entonces una frase emitida hace muchos años: "tal vez la gente me quiere, porque antes de aprender a cantar aprendí a respetarla".


 Lo cierto es que aún --medio siglo después del fulgor que el conjunto salteño desplegó en el país-- el "Negro" López recogía el cariño de un público que oportunamente aplaudió en vivo aquellos desbordes de su voz, el cantar en puntas de pie y el transpirar cuando se entregaba en cuerpo y alma a la música.


 Nacido el 1 de mayo de 1934, Gerardo formó su hogar a partir del 25 de abril de 1959, fecha en la que contrajo matrimonio con Isabel Alvarado. De la unión nacieron cuatro hijos: Adriana (43), Liliana (38), Darío (33) y Ramiro (27).


 Los nietos capitalizaban los sonidos mayores en la casa de Unquillo, donde el "Negro" aguantaba una cruel enfermedad de siete años, que se agravó con la crisis hepática que produjo su deceso.


 La época de oro del folklore argentino tuvo a los dos conjuntos (Chalchaleros y Fronterizos) como animadores principales, incluyendo cierta rivalidad artística en la preferencia popular de un tiempo donde era común ver a los jóvenes con estuches guitarreros por las calles o extrayendo golpes de los bombos legüeros en reuniones de adolescentes.


 Entonces, surgió aquella relación tan conocida: "El `Gordo' Saravia es a Los Chalchaleros, como el "Negro" López a Los Fronterizos", simplemente porque en ambos se registraba esa reacción apasionada de entrega total cuando estaban en los escenarios.


 En aquel tiempo, Los Fronterizos estrenaron en nuestro Teatro Municipal un espectáculo titulado Color en folklore, en el cual se distribuían cromáticamente sus integrantes.


 Y en el repertorio, cada uno de ellos debía interpretar por lo menos un tema como solista. Así fue que Juan Carlos Moreno cantó Cañera tucumana; Eduardo Madeo, Qué bonita va; César Isella, Un abrazo a Corrientes; y el "Negro" López tuvo que interpretar dos (ambas cuecas) a pedido de la gente: Soledad y Qué mala suerte.


 Seguramente en la galería del infinito, su voz de fuerte matiz quebrará el silencio, e incluirá tocando el bombo, su viejo chiste de simular dolor cuando con los palillos, se golpeaba un dedo contra los bordes.

Roberto Oña/Cronista folklórico de este diario